Un usuario de la piscina de Moaña fallece tras sufrir una parada cardiaca mientras nadaba

Los monitores realizaron la primera intervención | La ley no obliga a estas instalaciones a tener desfibrilador | La instalación cerró todo el día por respeto

El centro deportivo recuperará hoy su horario habitual.   | G.N.

El centro deportivo recuperará hoy su horario habitual. | G.N. / Fran G. Sas

La tragedia se cebó ayer con la piscina municipal de Moaña. Y es que un usuario que comenzó su clase de natación a las nueve de la mañana sufrió un paro cardiaco poco después. La rápida intervención de los socorristas, seguida de los médicos del centro de salud y de los técnicos de la ambulancia, fue en vano y finalmente el usuario –A.A.B.P. de 68 años y residente en Moaña– perdió la vida. La empresa concesionaria del servicio de la piscina, Aqualia, decidió cerrar el centro durante toda la jornada en señal de duelo y respeto. Hoy se retomará la actividad habitual.

El usuario salió por su propio pie del agua al sentirse mal. Rápidamente los dos monitores, que tienen titulación de socorristas, se percataron de lo que ocurría y comenzaron a realizarle una reanimación cardiopulmonar. En unos ocho minutos desde el inicio de la intervención llegó a la zona el personal médico de la Casa do Mar en un taxi y un poco más tardó la ambulancia del 061 con base en Cangas, pues la de Moaña estaba en un servicio en Vigo.

A la zona acudieron representantes municipales como la alcaldesa, Leticia Santos, quien lamentó lo ocurrido y agradeció “el esfuerzo y rápida intervención” del personal de la piscina y de los servicios médicos.

La instalación no cuenta con desfibrilador, un elemento que no es obligatorio por ley al contar con empleados formados en reanimación cardiopulmonar. Técnicos de emergencias entienden que el fatal desenlace difícilmente cambiaría, pero señalan que contar con estos elementos de intervención siempre es recomendable.

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