Europa rechaza flexibilizar el apoyo a las mariscadoras afectadas por la mortandad

Sinkevicius afirma que la Comisión “es consciente de la situación”, pero no rebajará los requisitos vinculados al fondo marítimo | Impone tener 120 días de venta en dos años

Mariscadores de Noia movilizándose para intentar salvar el berberecho cultivado.

Mariscadores de Noia movilizándose para intentar salvar el berberecho cultivado. / LAVANDEIRA JR

Las secuelas derivadas de los bajos niveles de salinidad en muchas de las rías clave para el marisqueo gallego son visibles dentro de un sector muy tocado pero jamás hundido, que lame sus propias heridas para cicatrizarlas. El pasado 2023 fue un año complicado, un temporal que se saldó con graves niveles de mortandad en distintas especies de concha –como el berberecho o la almeja–, y una vez más quienes lo padecieron en carne viva fueron las profesionales del gremio, que como buenamente pudieron trataron de sacar adelante sus cultivos. Con el grito en el aire cuando la situación se tornó irreversible, después incluso de movilizarse para tratar de salvar la mayor cantidad de bivalvo posible, buena parte de los productores afectados urgieron acción y apoyo a las administraciones, que se pusieron manos a la obra. Ejemplo de ello fue la petición de declarar zona catastrófica las áreas afectadas por la muerte masiva de molusco, presentada en diciembre por la Consellería do Mar ante la Delegación del Gobierno en Galicia. A la espera de que el Ejecutivo central se pronuncie, desde el Bloque Nacionalista Galego (BNG) también han dado pasos, dirigiéndose entre otras instituciones a la Comisión Europea para que flexibilice las ayudas ligadas a la paralización temporal de la actividad a la que se han visto sometidas cientos de mariscadoras.

Así lo indicó a finales de año la eurodiputada gallega Ana Miranda, que denunció que uno de los requisitos vigentes para que este colectivo pueda acceder a los apoyos vinculados al Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y de Acuicultura (Fempa) es “especialmente discriminatorio” con el sector del marisqueo gallego: una cláusula que exige a tener 120 días de venta en los dos últimos años. “Nos encontramos con un problema estructural de mortandad en las rías, de forma que cumplir este requisito es claramente imposible, por lo que es fundamental que sea modificado”, incidió al respecto. Y tras expresar sus críticas avanzó que registraría una pregunta parlamentaria, en la que hizo hincapié en que el pasado año fue “desastroso”, especialmente en la ría de Muros-Noia, “donde incluso la cría se está muriendo, lo que provoca que las mariscadoras lleven meses sin poder trabajar”.

Miranda preguntó si la Comisión Europea contempla modificar el reglamento actual para que las ayudas puedan llegar a las mariscadoras gallegas, y la respuesta llegó ayer por parte del comisario de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, el lituano Virginijus Sinkevicius, que descartó esa posibilidad pese a admitir que Bruselas comprende la delicada situación que atraviesa el gremio. “En este momento no está previsto modificar las condiciones de subvencionabilidad establecidas”, señala en la contestación por escrito, en la que sin embargo reconoce que la institución comunitaria “es consciente de la situación del sector del marisco en Galicia y de sus preocupaciones socioeconómicas”.

Sinkevicius recalca que el Fempa –el fondo destinado al sector del mar entre 2021 y 2027– ofrece apoyo por la paralización temporal de las actividades pesqueras y al mismo pueden acceder las mariscadoras, “siempre que esta medida esté incluida en el programa de un estado miembro en el marco del Fempa y se cumpla una serie de condiciones específicas”. Como alternativas, replicando otro de los interrogantes planteados por la eurodiputada nacionalista, remarca que el Fempa también puede apoyar acciones como “mutualidades, instrumentos de seguros u otros regímenes colectivos que mejoren la capacidad del sector para gestionar los riesgos y responder a acontecimientos adversos”, además de respaldar “proyectos sobre la diversificación de las actividades dentro o fuera del marisqueo”. Y fuera de los Fempa, recuerda que España puede apoyar a las mariscadoras con ayudas estatales y en virtud del Reglamento de minimis.

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