Fin de temporada

El cerco gallego prevé adelantar su amarre tras consumir la cuota adicional de sardina

De las 2.100 toneladas disponibles gracias al mecanismo de optimización que desplegó el MAPA a principios de octubre quedan solamente 800

”Se vienen tiempos difíciles”, augura Acerga

Un barco gallego capturando sardina.

Un barco gallego capturando sardina. / Noe Parga

Elvimar (129.834 kilogramos), Raúl Quinto (otros 75.487), Antonio el Moro (70.185), Manolín el Pastor (63.507)... Son los nombres de algunos de los barcos gaditanos a los que en 2023 les ha sobrado cuota de sardina. Entre ellos también están el Nuevo Galatea (61.745 kilos), Jesús y Miguel (56.756), el Nuevo Ricardín (51.737)... Un amplio abanico de pequeñas embarcaciones, más de medio centenar, que en su conjunto no han gastado cerca de 2.100 toneladas de esta especie.

Por primera vez este año, dicho montante ha sido depositado en una “bolsa común” desplegada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) y que está siendo aprovechada por las flotas deficitarias: aquellas que sí han exprimido al máximo sus posibilidades pesqueras. Son, en su mayoría, buques de capital gallego. Naves para las que esta cantidad adicional supone una bocanada de aire fresco que les permite seguir llevando a cabo su actividad, si bien la temporada concluirá antes de tiempo.

Está previsto que adelanten su amarre a mediados de noviembre, cuando antes lo venían haciendo a finales de mes, pues de esas 2.100 toneladas extra disponibles para el Cantábrico-Noroeste se han consumido casi dos tercios en apenas 20 días. Desde el 10 de octubre, fecha en la que se publicó en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la resolución del mecanismo de optimización, en el caladero se han pescado unas 1.300 toneladas. Y las 800 que sobran, por ahora, se agotarán previsiblemente en dos semanas.

El plazo lo proporciona la Asociación de Armadores de Cerco de Galicia (Acerga), que reúne al sector en la comunidad autónoma y para la cual “se vienen tiempos difíciles”. El anticipo del parón, que se prolongará hasta marzo, una vez se hayan definido las cuotas de 2024, converge con la situación crítica que los cerqueros están viviendo respecto al jurel; pescado que este año brilla por su escasez y cuya ausencia, sumada al fin de la sardina, hace que se vean abocados a parar o dirigirse a la anchoa o la caballa. Si hay suerte y, con ella, capturas.

“El panorama es complicado, la ayuda a la parada del jurel aún no se ha hecho efectiva. Sé que se está trabajando desde todas las administraciones, pero no se ha hecho efectiva y está terminando el año”, pone de manifiesto Manuel Suárez, portavoz de la citada entidad. De igual manera, el representante hace hincapié en la necesidad de que se agilicen los apoyos económicos vinculados al carburante marino, que “deberían estar al caer”.

Al Elvimar, Raúl Quinto o Manolín el Pastor se añaden, junto a los restantes nombrados, otros barcos gaditanos a los que les ha sobrado cuota de sardina como el Hermanos Pastor, Pedro Vidal, Juan Varo o Cabaco. Embarcaciones gestionadas por organizaciones como Asurabucer o Asoisamar, entre otras.

Beneficio para 100 barcos

La “bolsa común” de sardina, en la que el sector y el MAPA han estado trabajado durante tres años, beneficia actualmente a más de 100 buques que faenan aquí y que hasta este momento se habían visto obligados a parar en caso de no alquilar cuotas en el sur de Andalucía o ir a otras especies. Se trata de un protocolo que ya existe para especies como el jurel y la caballa, y que tiene como propósito “optimizar” la sardina en aguas ibéricas.

Si el 1 de octubre existiera excedente, “la Secretaría General de Pesca podrá fijar mediante resolución, oído el sector, dicho sobrante en una cuota común que opera como mecanismo de optimización”, recoge en este sentido la medida.

¿La zona a la que más favorece? El Cantábrico-Noroeste, donde la cuota de sardina se agotó el pasado 24 de agosto tras haberse pescado las 11.085 toneladas habilitadas. El resto hasta llegar al total de las 18.962 acordadas –4.000 más frente a las que dispuso la Comisión Europea a lo largo del pasado 2022– se repartieron entre artes menores (487) y las 7.390 del Golfo de Cádiz.

Cálculo de la “bolsa común”

A fin de calcular la cuota total de sardina que sería repartida en esta “bolsa común”, no se autorizaron más transmisiones temporales que entrasen en el registro electrónico de la Administración competente para su tramitación entre el 10 de septiembre y el 1 de octubre. Todo con el objetivo de realizar “un mejor cálculo” de la misma.

Además, los buques o grupos de buques que hubiesen transmitido temporalmente hasta el 10 de septiembre más del 50% de su cuota asignada para este año –y los buques o grupos de buques que transmitieran temporalmente su cuota después del 1 de octubre– no pudieron acogerse al uso del mecanismo de optimización anual para dicho stock, al entenderse que la cuota disponible que tenían, incluso transmitiendo parte, era suficiente para ejercer su actividad en 2023.

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