Acordes que atemperan los pitidos de los monitores

Estudiantes y profesores del conservatorio superior ofrecen conciertos terapéuticos en la UCI y otras estancias del Cunqueiro

Viktoriia Vostrykova, con la flauta, y Viktoriia Nadiia Safo, con el violín, ayer, en la UCI del Cunqueiro.

Pedro Fernández

Con ojos desbordantes de lágrimas y agradecimiento, una mujer ingresada en un box de la unidad de cuidados intesivos del Hospital Álvaro Cunqueiro lanzaba besos al aire para despedir a las dos alumnas ucranianas del Conservatorio Superior de Música (CSM) de Vigo que, ayer, amortiguaron los fríos y continuos pitidos de los monitores con sus melodías. Medio centenar de estudiantes y profesores del centro acuden cada semana a las UCIs y otras zonas del complejo para ofrecer conciertos terapéuticos.

Esta programación estable surgió en el marco del proyecto de humanización de la UCI y fue promovida por su anterior jefa de servicio, la doctora Dolores Vila. “Ha tenido gran aceptación entre pacientes y profesionales”, destaca y explica que “la música beneficia, relaja”. Su sucesor en el cargo, el doctor Eduardo Murias, lo considera “una ayuda al tratamiento” y detalla que los estudios sobre musicoterapia desarrollados en otros centros han demostrado que “disminuye la ansiedad de los críticos e incluso, tras las sesiones, las escalas de dolor revelan que están más confortables”. “Como si tuviera un pequeño efecto analgésico”, aclara. “Además de reducir el estrés, la ansiedad y el dolor, tiene un efecto de estimulación cognitiva para pacientes con lesiones cerebrales”, añade.

Beneficios

“Nos haría falta más tiempo para ver el efecto fisiológico en nuestra unidad”, señala la supervisora de UCI, Amparo Domínguez. Sin embargo, sí perciben beneficios a simple vista: “Están más tranquilos y eso, en teoría, hace que necesiten menos fármacos para relajarse y, por tanto, que se pueda quitar el respirador antes”. Ellos también les ponen música con los ordenadores. “Pero cuando es en directo, las sensaciones son otras”. Para ella, poder “dedicar unos momentos de sensibilidad” es “un avance como profesional”. Su actual coordinadora es la doctora Eva Menor.

A Viktoriia Vostrykova, alumna de flauta, y Viktoriia Nadiia Safo, de violín, les hizo “muy felices” la reacción de agradecimiento que ayer tuvo la paciente con ellas y su música. Les gusta colaborar en la recuperación de los pacientes. Iñaki Fernández, vicedirector del CSM y coordinador de este programa, destaca la buena respuesta de alumnado y profesorado para contribuir a mejorar el confort de una gente que está “vulnerable psicológicamente y en un sitio agresivo”. Destaca que es “para los que necesitan cuidados, pero también para los que cuidan”. La idea es ir dos veces por semana a la UCI de adultos, donde nació el proyecto, pero también lo están extendiendo a otras zonas con una tercera cita. Han estado ya en la UCI neonatal e infantil, en hospital de día de adultos y de niños, en el aula pediátrica, en obstetricia y en consultas.

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