Costa lanza el AVE Lisboa-Vigo: “Refuerza nuestro Eje Atlántico y es esencial para la competitividad”

“Si alguien tiene algo que decir, es ahora o que calle para siempre”. De esta forma el Primer Ministro de Portugal, Antonio Costa, publicaba en la plataforma de contratación pública las bases para el contrato de 2,14 millones de euros para el primer tramo de 72 kilómetros de la línea de Alta Velocidad entre Lisboa y Oporto que se extenderá hasta Galicia. En un acto en la sede central de Infraestruturas de Portugal en Pragal, al sur de Lisboa, el todavía jefe del ejecutivo calificó esta obra como “la más importante de la primera mitad del siglo XXI” en el país, aunque reconoce que se realizará con más de 30 años de retraso.

Costa cumple así su objetivo de lanzar el concurso para la asociación público-privada que incluirá la construcción, mantenimiento, financiación y gestión del trazado entre Oporto y la freguesía de Oia, al sur de Aveiro, durante tres décadas. Este martes lograba el respaldo casi unánime de la Assembleia da República –solamente con la abstención de la ultraderecha de Chega– para realizarlo pese a estar en funciones y optar a 730 millones de euros de fondos europeos.

“Corresponde a una visión de nuestro territorio y nuestra integración en el continente europeo. Refuerza nuestro Eje Atlántico, es absolutamente esencial para nuestra competitividad”, apuntaba al tiempo que reivindicaba los pasos efectuados durante su mandato: “estamos descontaminando un debate tóxico que tenía estigmas”.

Y es que esta obra la enmarca más allá de las dos primeras urbes del país vecino. “Esta conexión Lisboa-Porto-Braga-Vigo es absolutamente fundamental también para la lógica que debemos tener en nuestra inserción en la red europea y desde ya, en la ibérica”, explicó. “Queremos insertar nuestra red de Alta Velocidad en el conjunto de la red ibérica uniéndonos a Vigo, Barcelona o Valencia; y naturalmente a Madrid”, apostilló.

Bajo su presidencia Costa ha considerado prioritaria la construcción de una nueva línea con Galicia frente a la que conectaría las dos capitales ibéricas a través de Extremadura. “Esa relación polinucleada de la Península es seguramente la que más favorece a largo plazo a la afirmación geopolítica de nuestro país”, añadía ante técnicos y medios. En el ocaso de su gobierno, también apuntaba a que “habrá tiempo y otros serán que tendrán que discutir qué líneas se hacen después”.

De acuerdo con la última resolución del Consejo de Ministros portugués el presupuesto para esta infraestructura se ha encarecido un 33% en el último año, pasando el coste de la licitación de 1,6 mil millones a 2,14 como máximo. De ellos, 1.661.364.717,55 euros serían asumidos por el Gobierno mientras que 480 millones llegarían del Mecanismo “Conectar Europa”.

Pese a los enormes debates sociales y políticos que ha generado esta obra durante lustros al sur del Miño, Costa recuerda que “todos los países ricos” han apostado por la Alta Velocidad y lo enmarca dentro del compromiso para la neutralidad de emisiones que se ha fijado el país para las próximas décadas. “Soy optimista y cuando entre en servicio esta línea ya estarán prohibidos los vuelos de corta distancia como el Oporto-Lisboa”, explicó.

Situación a norte y sur

El objetivo de Infraestruturas de Portugal es que el Lote B, entre Oiã y Soure (freguesía al sur de Coímbra) pueda adjudicarse antes de julio de 2024. La Fase 2, que se prolongará hasta Carregado (al norte de Lisboa) se encuentra en plena elaboración del Estudio de Impacto Ambiental (AIA) por lo que la adjudicación de las obras llegaría tras el verano de 2024.

Mientras, apenas 15 de los 140 kilómetros entre Oporto y Vigo cuentan con contratos o trabajos en ejecución: los de la Salida Sur, donde ya se han iniciado las catas arqueológicas del Estudio Informativo.

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