El “complejo” panorama electoral de los ‘pibes’

Siete mil argentinos residentes en Galicia, Asturias, León y Zamora están llamados a votar el domingo en el consulado de Vigo

Desde la izq., Sandoval,
padre e hijo Cagliari, 
Fernández y Dini 
Maldonado.   | // J. LORES

Desde la izq., Sandoval, padre e hijo Cagliari, Fernández y Dini Maldonado. | // J. LORES / a. Blasco

Siete mil argentinos del noroeste peninsular están llamados a participar este domingo en las elecciones presidenciales de su país desde las tres urnas que albergará el Consulado General de la República Argentina en Vigo. Estarán abiertas de 8 a 18 horas, en el número 3 de López de Neira –piso 2–. El cónsul adjunto, José Valiente, les anima a cumplir con esta “obligación cívica”. A ojos de argentinos residentes en la ciudad, son unos comicios “muy especiales” por el estado de “desesperación” de la población con una inflación desbocada, una corrupción “crónica” y una inseguridad en las calles que los mantiene atemorizados. Las opciones entre las que el electorado puede elegir para resolverlo pintan un panorama “complejo”. Incluso “negrísimo”, según opina alguno.

A la cita del 22 llegan cinco aspirantes. Los tres con más opciones son Sergio Massa, de la izquierda oficialista, peronismo gobernante, actual ministro de Economía; Patricia Bullrich, de la derecha tradicional, ex ministra de Seguridad; y Javier Mielli, ultraderechista. Aunque las encuestas vaticinan una segunda vuelta porque ninguno logre un 40% de los votos, el favorito es este último.

“Quiero un cambio radical, sea como sea”, defiende Manuel Patao, que no votará porque es gallego retornado. “Me importan mi hija y mis nietos”, cuenta. Ellos siguen allí y los ha ido a visitar recientemente: “Salía de casa sin reloj ni teléfono. Nunca me vi tan amenazado como ahora”, subraya. Tampoco “una pobreza así”. “No es que me convenza, pero probaría”, dice de Milei y añade: “a los otros ya los conozco y no me gustan”.

Comparte opinión con Ricardo Cagliari, que se fue de allí en 2006 “porque ya veía lo que pasaba en el país”. “Quería salir sin que me roben las zapatillas”, agrega. Votará a Milei “para que saque a todos los corruptos”.

A sus hijos les animó a “salir de ese polvorín” y Emiliano lo hizo hace tres años. Sabe que no quiere votar “a los que están” (Massa) y aboga por un “voto bronca”, pero se debate entre Milei o Bullrich. “Es tal la inseguridad y el declive, que hay que pensar en el futuro, en la mejor opción para el país”, señala y entiende que se están “tergiversando” algunos mensajes de Milei.

Walter Giraudo considera que no debe votar desde la distancia porque le falta información del día a día. Quería volver a Argentina, pero en un viaje reciente lo descartó: “Faltan muchas generaciones para que vuelva a ser lo de antes”. Votaría a Milei. “Será muy excéntrico, muy extremo en sus declaraciones, pero tiene las ideas claras y todavía no tocó un céntimo del dinero público, que es el problema allí. A ver si se diferencia y hace algo por el país”, defiende y añade: “Si le dejan”.

Juan Fernández, de 25 años y 22 en Galicia, ve en Massa “lo menos malo”. Querría votar, pero no tiene el DNI actualizado. “También me gustaría estar bastante mejor informado para ello”. “La ultraderecha se está abriendo paso y el panorama pinta mal”, lamenta.

Aunque es consciente de que no ganarán, a Santiago Fernández le gustaría poder votar a Juan Schiaretti, “de la fuerza federal, bastante de centro”, para que consiga representación “teniendo en cuenta los tiempos que se vienen”. No podrá hacerlo porque solo lleva mes y medio en España y el padrón cerró en abril. Milei no es de su agrado, pero entiende su éxito porque “es el único que propone ideas concretas y tiene cosas sensatas en economía”.

A su primo, Manuel Pérez, ex militar del Ejercito español, lo alinean siempre con Milei. “Pues no, soy antifascista y de izquierdas”, resalta. Tampoco votará porque no le ha llegado la documentación. “No me fío de ninguno”, sostiene y añade: “Van todos rotando en el círculo del robo”. Entiende que en Argentina esté triunfando alguien que defiende la legalización de las armas debido a la inseguridad del país, “pero solo hay que mirar un poco más al norte para saber lo que pasa”. Lamenta que se dé “bombo a alguien que bien de la cabeza no está”. Descarta también a Massa porque no ha arreglado nada desde su puesto actual y a Bullrich porque “no parece que se entere de mucho”. “No creo que haya una salida viable y bondadosa”, concluye.

Silvia D’Imperio no votará porque no tiene a quién. “Votaría a un partido por una cuestión disciplinaria, pero no me siento identificada con los postulantes”, argumenta. Le “duele mucho” la mayoría que vaticina para Milei. “Demasiado extremo”. Y tampoco confía en Bullrich. “Massa representa más lo que yo quiero para el país, pero no ha demostrado demasiada eficacia”, razona. Ve a su gente “desesperada” a pesar del “músculo de supervivencia” que ya han desarrollado, “mucho mayor que el europeo”.

A Miriam Sandoval le da miedo la “radicalización”. Le queda pena por no votar. No ha dado tiempo. Pero prefiere no revelar su voto. “Somos muy pasionales, estas elecciones son muy especiales y está muy radicalizado”. “El discurso de la ultraderecha es tan radical que para la gente que no ha vivido la dictadura es como un estallido, pero no son cosas nuevas; tampoco nos sacaran de la crisis”. Tiene allí a su pareja y a su familia. Le preocupa la “violencia” de los discursos.

Habitual baja participación: menos del 10%

A pesar de ser una comunidad numerosa, en el consulado de Argentina en Vigo nunca han participado más de 700 personas de todo el noroeste peninsular. El cónsul adjunto explica que solo suelen hacerlo los que viven en Galicia, ya que es demasiado tiempo de viaje para los que están en Asturias,León y Zamora.

El presidente de la Casa de Argentina, Hugo Aloe, entiende que no participan mucho allí porque están muy bien integrados aquí. Como ejemplo del reducido voto exterior, ya sea porque no quieren o no pueden, 7 de las 9 personas que dan testimonio en este reportaje no votarán.

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