El vídeo de la víctima muestra al exgrapo haciendo un disparo y huir del parque canino

La Policía analiza la pistola que el investigado usó en Castrelos, que se cree que se le pudo encasquillar en algún instante del ataque | En su piso, en dos pequeñas cajas, guardaba más de 40 balas del arma incautada

El investigado, tras su detención, siendo conducido a un registro en su vivienda.

El investigado, tras su detención, siendo conducido a un registro en su vivienda. / José Lores

Marta Fontán

Marta Fontán

Un vídeo grabado por la víctima con su teléfono móvil es una de las pruebas clave en la investigación judicial por el caso del parque canino de Castrelos, ocurrido la pasada semana, cuando un sexagenario vigués con antiguas condenas por su pertenencia al GRAPO disparó supuestamente a un joven con el que ya había tenido encontronazos previos por los perros: con el chico estaba su novia, que está embarazada, ya en avanzado estado de gestación. Tras la comparecencia del sábado de Manuel Baña Gil, enviado a prisión provisional tras acogerse a su derecho a no declarar en el Juzgado de Instrucción 5 de Vigo, la jueza escuchará ahora al perjudicado y a su pareja, a los que ya citó para tomarles declaración.

Las imágenes del teléfono móvil, según las fuentes consultadas, muestran la discusión y el cruce de palabras y gritos previo que hubo entre el sexagenario y el joven. En un momento dado es cuando Manuel saca la vieja pistola, que llevaba en un funda y el vídeo evidencia una detonación correspondiente con un disparo que afortunadamente no impactó en la víctima. La sospecha policial, también a raíz de las imágenes, es que de forma previa a ese disparo el arma pudo habérsele encasquillado. El investigado llevaba a sus dos perros con las largas cuerdas que tanto le caracterizaban.

Tras los hechos, el hombre se fue corriendo con los canes y con la pistola en la mano. No se ve en las imágenes, pero el arma la escondió ya allí, en las cercanías, bajo una especie de seto. Tras intentar encontrarla sin éxito, fue el propio detenido el que al día siguiente de los hechos condujo a los agentes al lugar donde la había dejado. Junto a constituir una prueba clave, a la Policía Nacional le preocupaba no dar con ella por si casualmente algún niño la encontrase jugando en ese concurrido lugar y pudiese haber algún desafortunado accidente.

La pistola se analizará. No trascendió si el investigado la tenía de su época del GRAPO o si se hizo con ella después. Su apariencia, y la de la funda, parece ser la de un arma vieja. En el registro en su piso se halló la munición de dicha pistola, que guardaba en un neceser: había una caja de 24 balas intacta, sin abrir, y en la otra faltaban varias. En total, más de 40 balas.

La Policía Nacional considera que el hombre disparó con intención de impactar en la víctima y le atribuyó delito de intento de homicidio. A nivel judicial esa supuesta intencionalidad se investigará: por ahora se le aplicó la doble imputación de tentativa de homicidio o amenazas en función de lo que depare la instrucción. El testimonio de la víctima en sede judicial también será determinante: ante la Policía declaró que se refugió tras un árbol y que escuchó dos detonaciones.

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En la hoja de antecedentes policiales y penales del investigado destacan dos condenas que suman 16 años de prisión por su vinculación a la ya extinta organización terrorista del GRAPO. De 6 y de 10 años de cárcel respectivamente, una se remonta a avanzados los años 80 y otra es de 1992, impuestas por la Audiencia Nacional y por la Audiencia Provincial de Zamora. También le consta, en 2009, una pena de localización permanente con orden de alejamiento incluida por delito de violencia de género. A nivel policial también aparece, en 1981, una infracción de la Ley de Imprenta. Este vigués de 69 años volvió este pasado sábado a la cárcel por los hechos ocurridos días antes en el parque canino de Castrelos. Dado que la defensa se opuso en la comparecencia a esta medida privativa de libertad, interesando sin éxito en su lugar que se le impusiese una orden de alejamiento con respecto a la víctima, es previsible que recurra el auto de prisión provisional.

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