El exgrapo llevó a la Policía al lugar en el que arrojó la pistola antigua en Castrelos

El sexagenario vigués, que ayer ingresó en prisión provisional, denunció al joven en junio por presunta agresión tras otro de los encontronazos que hubo entre ellos por los perros

La búsqueda del arma, ya hallada tras colaborar el investigado, se realizó en Castrelos.

La búsqueda del arma, ya hallada tras colaborar el investigado, se realizó en Castrelos. / Marta G. Brea

Marta Fontán

Marta Fontán

El Juzgado de Instrucción número 5 de Vigo decretó ayer prisión provisional comunicada y sin fianza para el exgrapo investigado por supuestamente disparar a un joven en un parque canino en Castrelos tras una disputa en relación con los perros, desavenencias que ya venían de tiempo atrás. La resolución se dictó un día después de que el investigado, de 69 años, decidiese finalmente colaborar en la investigación ya que, tras la búsqueda sin éxito que había emprendido la Policía Nacional, condujo a los agentes al lugar donde arrojó, entre la maleza, el arma de fuego antigua que usó en el altercado. Lo hizo el viernes por la tarde, de forma previa a que asistiese al registro domiciliario en su vivienda, donde los efectivos policiales encontraron, también tras las indicaciones proporcionadas por el sexagenario, una pequeña caja con balas pertenecientes al parecer a esa vieja pistola que ya está en manos de los investigadores para su análisis. Lo que no se encontraron, pese a los exhaustivos rastreos con detectores de metales, fueron los casquillos de los dos disparos que la presunta víctima relató en su declaración. En este momento inicial, según confirmaron fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), la magistrada atribuye al investigado la presunta autoría de dos delitos, uno de los cuales, el más importante, se concretará una vez avance la instrucción judicial: además del de tenencia ilícita de armas, habrá que determinar si los hechos ocurridos el jueves serían constitutivos de un delito de tentativa de homicidio o si se quedan en uno de amenazas, cuestión nada baladí por la diferencia de penas de cárcel que hay en juego.

Manuel Baña Gil, que en su juventud estuvo en el GRAPO y según confirmó la comisaría viguesa llegó a ingresar en prisión por su pertenencia a esta ya desaparecida banda terrorista –le constan al menos dos detenciones en los años ochenta–, se acogió a su derecho a no declarar, tanto ante la Policía Nacional como ayer en sede judicial. Según pudo saber este periódico, en la comparecencia en el juzgado la Fiscalía pidió que se decretase prisión preventiva, como así acordó la jueza, por el hecho de que el investigado iba provisto con un arma de fuego y, entre otros motivos, por la gravedad de las penas a las que se podría enfrentar en el futuro juicio. En el mismo acto la defensa solicitó sin éxito que se acordase una medida menos restrictiva, como una orden de alejamiento con respecto al denunciante, alegando que su cliente llevaba dicha pistola por miedo por la enemistad manifiesta existente con el joven ya que, de forma previa al suceso del jueves, ya habían tenido encontronazos previos en uno de los cuales su representado fue víctima de una presunta agresión.

Problemas previos

Con respecto a esos problemas anteriores, hay ya, según las fuentes consultadas, un procedimiento judicializado y con parte de lesiones en el que el ambos constan como denunciantes y denunciados, y en el que el exgrapo denunció al joven por presuntamente golpearlo y darle patadas y causarle lesiones en la cara, así como rotura de costillas y pinzamiento de pulmón. Sobre estos hechos previos que se remontan al pasado junio y los ocurridos esta semana, consultada la abogada de oficio del sexagenario ésta declinó realizar declaraciones sobre el caso. Personas que residen en el barrio del investigado, mientras, recuerdan que “hace un tiempo” lo vieron llegar a casa con la “cara ensangrentada” .

Sobre lo ocurrido este jueves, la versión de la víctima proporcionada en un comunicado por la Policía Local es que en el parque canino próximo a la calle Fonte Santa, por esas desavenencias debido a que Manuel llevaba a sus “perros sueltos”, el hombre le insultó y le amenazó de muerte. Tras refugiarse tras un árbol, escuchó dos detonaciones, una de las cuales podría haber impactado en otro árbol del parque canino. El joven estaba allí paseando a su mascota junto a su novia, que fue quien dio la alerta que movilizó a los agentes municipales, que poco después detenían al ahora investigado en las proximidades, en una zona donde hay un puente de madera y una fábrica abandonada.

Análisis

Del caso finalmente se hizo cargo la Policía Nacional, que, tras entregar ayer el atestado y poner a disposición judicial al detenido, aún deberá analizar el arma de fuego recuperada entre la maleza en el lugar de los hechos, junto a las balas que se incautaron en el registro. Manuel solía llevar siempre a sus dos perros con unas cuerdas muy largas, una costumbre que llamaba la atención y que le provocó más problemas. “Es como si los canes fueran sueltos”, describen en la zona.

[object Object]

El grave altercado ocurrido el jueves y que ahora es objeto de investigación policial y judicial fue grabado por la víctima con su teléfono móvil. Las imágenes ya forman parte del atestado del caso. Al parecer, se trata de una grabación de varios minutos en la que se ve la disputa previa que hubo entre Manuel y el joven, con un intercambio de palabras entre ambos tras lo cual el investigado saca el arma de fuego, la desenfunda y se escucha el ruido de un disparo. A la espera de lo que depare la instrucción, lo cierto es que lo ocurrido sorprendió en una zona habitualmente tranquila, próxima a una urbanización de viviendas en la que es frecuente ver a personas haciendo deporte o paseando a sus mascotas. La mayoría de los vecinos se enteraron del suceso cuando vieron el amplio dispositivo policial que se desplegó en el parque canino.

Suscríbete para seguir leyendo