La falta de inmunidad en bebés elevó un 20% las urgencias con respecto al nivel prepandémico

La irrupción del SARS-CoV-2, los consecuentes confinamientos y otras medidas de protección, como las mascarillas, revolucionaron el ecosistema de virus. Durante dos años, el resto de respiratorios desaparecieron prácticamente del mapa. Así es que cuando se retomó la interacción social y empezaron a desaparecer las barreras para los contagios, regresaron también estas infecciones y se encontraron con un grupo de menores, los nacidos en pandemia, que nunca habían sido expuestos a ellas y, por tanto, carecían de la inmunidad para hacerles frente. El año pasado se juntaron así las primeras veces de lo que habitualmente se vería a lo largo de tres temporadas. Algo que venían percibiendo los profesionales tiene reflejo en la cifras de las urgencias pediátricas del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo (Chuvi), con un incremento de una quinta parte con respecto a los niveles prepandémicos.

A lo largo de 2022, por la puerta de urgencias del Álvaro Cunqueiro entraron 47.947 visitas de menores de 15 años. Es la cifra más alta en los nueve años de memorias del Área Sanitaria de Vigo en los que, además, se ha producido un inexorable y progresivo descenso de la población en edad pediátrica. Ha pasado de los 75.170 niños de 2014 a los 67.443 del año pasado.

Así es que para poder comparar la evolución de la actividad a lo largo de los distintos años, una de las opciones es emplear la tasa de visitas por mil habitantes. En el último ejercicio fue de 711 por cada millar de menores de 15 años del área viguesa. Son 115 más que en 2019, lo que supone un ascenso del 19,33%. Y este año, el anterior a la pandemia, ya era el de mayor demanda hasta el momento –596–, como se puede comprobar en el gráfico que acompaña esta información. En 2020 y 2021, las cifras se desplomaron a 358 y 462 respectivamente.

En el Servicio de Pediatría del Chuvi este incremento no les parece demasiado, “teniendo en cuenta que los menores de tres años no habían tenido infecciones previas” y que, por tanto, no tenían inmunidad. Opinan que “se recuperan los niveles de la prepandemia”. Sostienen además que también influye en esta subida la inexperiencia de muchos padres para los que en 2022 “era la primera vez que se enfrentaban a una fiebre” de sus hijos.

Sin embargo, la subida de la demanda que se registró en las consultas de los pediatras de Atención Primaria el año pasado no ha sido tan acusada como en las urgencias. Los centros de salud atendieron 446.677 citas de niños a lo largo de 2022, lo que arroja una tasa de 6.220 citas por cada mil tarjetas sanitarias adscritas. Es un incremento del 7% con respecto a las 5.823 que atendieron en 2019. Menos de la mitad del alza que han experimentado en las urgencias del hospital.

Además, el año pasado no fue el que más consultas por mil habitantes atendieron en los centros de salud. Eso fue en 2016, con 6.819. Coincide con el año de menor demanda no programada en el Cunqueiro, exceptuando los dos primeros años de la pandemia.

Ingresos

De las 47.947 visitas infantiles que atendieron el año pasado en las urgencias de Beade, uno de cada veinte acabó en ingreso. En total fueron 2.369. Hubo otro medio millar de hospitalizaciones en la planta de Pediatría que entraron por otras vías. De pacientes con COVID-19 –que no “por COVID”– hubo 121, que estuvieron una media de 2,7 días ingresados.

Las enfermedades respiratorias de diverso tipo recuperaron su dominio en los motivos de ingreso. Así copan los cinco primero puestos en los motivos más frecuentes –por este orden, bronquiolitis y neumonía por virus sincitial respiratorio (VRS); asma; infecciones de vías respiratorias superiores; otra neumonía; e infecciones e inflamaciones pulmonares mayores– y representan el 32% de las hospitalizaciones. Un nivel algo más elevado que en 2019, cuando suponían el 28%. Sin embargo, en ese ejercicio se registraron 600 ingresos más –hasta 3.486–.

Con la llegada de la pandemia, en 2020, las cirugías de extirpación de amígdalas y vegetaciones –adenoides– fue el motivo más habitual de ingreso, en un año en el que las hospitalizaciones infantiles cayeron hasta las 2.298. Aún fueron alguna menos en 2021 –2.220– pero la bronquiolitis y neumonía por VRS ya recuperaron el primer puesto –con 155 pacientes–, aunque con la mitad de casos que en 2019 –fueron 339– o 2022 –318–.

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