Casi diez mil ascensores sin inspección en Vigo podrían paralizarse desde el 1 de julio

Llamamiento de la patronal para que las comunidades de vecinos pasen la revisión

La nueva normativa obliga a los elevadores a instalar más elementos de seguridad

Ascensores de un edificio de viviendas de Vigo.

Ascensores de un edificio de viviendas de Vigo. / Alba Villar

En Galicia hay 65.000 ascensores en funcionamiento que no tienen la inspección técnica periódica y obligatoria en regla. Según los datos de la Asociación Empresarial Gallega de Ascensores (Aega), el 15% de esos elevadores que no han pasado la revisión oficial se encuentran en Vigo, es decir, unos 9.750. La nueva normativa técnica que se aplicará en estos dispositivos entra en vigor el 1 de julio y la empresa de mantenimiento tendrá la obligación de paralizar todos aquellos ascensores que no hayan pasado esa inspección preceptiva.

La presidenta de Aega, Ángeles Ríos, hace un llamamiento a que los titulares de los ascensores y las comunidades de vecinos comprueben que la pegatina que certifica dicha inspección sea la de la OCA (Organismo de Control Autorizado que depende de la Consellería de Industria) y que determina que el ascensor está en regla. Si el 1 de julio no ha pasado esta revisión, en 24 horas el elevador podrá ser paralizado, dejando sin servicio a edificios de viviendas y negocios.

Además, una vez hecha esa revisión, deberán subsanar las deficiencias encontradas para adaptarse a la nueva normativa, para lo que tendrán un plazo de seis meses o un año, desde la fecha de la inspección, en función de cada caso. Si pasado ese plazo tampoco han adaptado el elevador, los técnicos encargados del mantenimiento también podrán paralizarlo. “En algunos casos, si están muy obsoletos, tendrán que hacer un cambio integral ya que compensará montar un ascensor nuevo”, explica Teresa Suárez, presidenta del Colegio Oficial de Administradores de Fincas de Galicia (Coafga).

La normativa detalla nuevas medidas mínimas de protección que se sumarán a las ya existentes, incrementando así la seguridad y el confort en los ascensores. Destaca la obligatoriedad de la comunicación bidireccional en cabina, lo que implica un gasto adicional para las comunidades de propietarios, pero que asegura un mayor nivel de seguridad para los usuarios.

Tal y como apuntan desde Otis, deberán también incorporarse elementos de protección que eviten movimientos incontrolados de cabina. Además, en caso de no existir, deberá instalarse un dispositivo que impida la sobrecarga y aquellos elevadores que no pertenezcan a un conjunto catalogado como patrimonio histórico necesitará guías de cabina o contrapeso que incorporen elementos paracaídas de tipo cilíndrico, de rail o de madera. También se deberá aumentar la seguridad frente al cierre de puertas: los ascensores incorporarán dispositivos de protección que cubran la apertura desde 25 hasta 1.600 milímetros sobre la parte donde se apoyan los pies.

Además, ascensores de una velocidad que no cumplan con la precisión indicada en la normativa deberán incorporar las modificaciones necesarias para hacerlo en el plazo de un año desde su inspección periódica.

Esta obligación de modernizar los elevadores supondrá un desembolso para los propietarios de los edificios residenciales, teniendo que aprobar de forma general derramas. Pero, sino lo hacen, hay que tener en cuenta que no podrán utilizarlo, algo que afecta mucho sobre todo a las personas que viven en las últimas plantas y a todos aquellos vecinos con problemas de movilidad, como los mayores.

Comodidad para residentes

“La nueva normativa implica la derogación del anterior decreto gallego de ascensores, con lo que abre la puerta a una colaboración estrecha entre la administración y el sector de cara a elaborar esa nueva norma reguladora en Galicia, que debe garantizar las mejores condiciones para usuarios e instaladores”, explica la presidenta de la patronal del sector.

Desde el Colegio Oficial de Administradores de Galicia defienden que “prácticamente todos” los elevadores gestionados por un profesional colegiado han pasado la inspección periódica obligatoria y están acometiendo, o ya lo han hecho, las actuaciones necesarias a las que obliga la nueva normativa. Es decir, son aquellos ascensores cuya comunidad no está gestionada por un profesional los que, en su mayoría, no han pasado esa revisión obligatoria y podrían acabar siendo paralizados.

Coafga reconoce además que la mayoría de edificios residenciales de Galicia, y también Vigo, cuenta con un parque de ascensores “muy envejecido” sobre el que es urgente actuar para adaptarlo a los nuevos tiempos y a las distintas necesidades de los residentes.

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