El jardín del mar, al plato

La escuela Paddle Surf Vigo organiza un taller en el que catan innovadores pinchos confeccionados con algas

El jardín del mar, al plato

Pedro Fernández

Marta Tiago

Las algas son la nueva moda en la gastronomía. Cada vez son más los amantes culinarios que se atreven a probarlas en todas sus variantes. Y desde Paddle Surf Vigo son conscientes de su potencial. Por esa razón, han elaborado un taller para que los vigueses conozcan las propiedades de estas planta marinas. Y también comérselas.

Las personas encargadas de llevar a cabo esta actividad son las estudiantes de biología Esther Pérez y Patricia Correa. Los talleres de algas están enfocados tanto para niños como para adultos. En esta ocasión, es el turno de los últimos.

Estos talleres están destinados a que las personas conozcan más sobre la importancia que tienen las algas. “Nunca nos paramos a pensar a estudiarlas y se tiene una serie de falsos mitos”, asegura Ester Pérez. Además, explica que en los últimos años ha surgido la moda de introducirlas en las dietas, por lo tanto se han propuesto combinar el aprender con algo más lúdico, como es el caso de la cocina.

“Nunca nos paramos a pensar a estudiarlas y se tiene una serie de falsos mitos”

Ester Pérez

— Bióloga

Durante la sesión, los asistentes dan un paseo desde la playa de Bouzas hasta la de Alcabre (ya que es rocosa) y allí se recolectan las algas y se observan las diferentes especies que se van encontrando. A pie de rocas, ambas biólogas explican curiosidades o características de las algas que están recogiendo. Posteriormente, vuelven a la escuela de Paddle Surf Vigo y se realiza un algario. Se trata de una recolección de algas prensadas y catalogadas.

La bióloga Ester Pérez, ayudando a prensar algas.

La bióloga Ester Pérez, ayudando a prensar algas. / José Lores

Durante las anteriores sesiones realizadas a principios del mes de agosto, también se realizaba un taller de cocina en el que preparan pinchos con algas. No con las que han recogido, sino con las que proporciona la empresa colaboradora, Algamar.

Los participantes y las dos biólogas, en el taller celebrado ayer.   | // FOTOS: JOSÉ LORES/MARTA TIAGO

Los participantes y las dos biólogas, en el taller celebrado ayer. / JOSÉ LORES/MARTA TIAGO

En el momento de recoger las algas no tardaron en surgir las dudas. “¿Es parda?”, “¿Está es la alga percebe?” eran algunas de las preguntas que resonaron en la plata del Alcabre. Allí estaban las dos hermanas Celeste y Silvia. Sus compañeros las apodaron “las aventajadas”. La pasión y la curiosidad de las dos viguesas era indudable. No tardaron en llenar su cesta de algas. De las dos, Silvia fue la interesada en apuntarse, Celeste fue invitada. No obstante, a ambas les encantan las actividades en el mar y sentían “una fuerte” curiosidad por conocer si las algas que veían en las playas se podían comer o no. “Teníamos ganas de conocer más en profundidad la zona además de pasar un rato al aire libre”, dice Celeste. Estar en contacto con el mar les fascina. Ambas están impacientes por probar los pinchos hechos con estas plantas marinas. Sin embargo, dado que están acostumbradas a comer platos elaborados con algas, se mostraban más deseosas de que llegase el momento del algario.

Recogida de algas en Alcabre, con Patricia Correa.

Recogida de algas en Alcabre, con Patricia Correa. / Marta Tiago

Guerra de pinchos

Además, durante todo el mes de agosto tiene lugar el concurso de pinchos en el que varios establecimientos de Bouzas se han sumado para ser el mejor tentempié hecho con algas. En esta ocasión, ante la imposibilidad de poder cocinar su propio pincho debido a la falta de un restaurante que les acoja, los comensales obtuvieron de un código QR para poder acudir a los diferentes establecimientos y probar algún tentempié. El resto de vigueses podrán participar también, abonando 5 euros por persona en el local que prefieran.

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