Elecciones 28-M

El "Ohio vigués" vuelve a clavar los resultados de las elecciones

La sección censal entre García Barbón, San Lorenzo y Callao replicó los porcentajes de voto del total de la ciudad debido a su composición demográfica

Votaciones en el colegio García Barbón durante el 28 de mayo

Votaciones en el colegio García Barbón durante el 28 de mayo / RICARDO GROBAS

Víctor P. Currás

Víctor P. Currás

El rápido escrutinio vigués, en el que el reparto de concejales se mantuvo inamovible desde las nueve de la noche, pudo haberse solucionado simplemente con los resultados de una de las 372 mesas electorales de la ciudad. Y es que la sección nueve del primer distrito de la ciudad volvió a ser "el Ohio vigués" y clavó los resultados del municipio.

Este barrio ubicado a los pies de Vialia y la AP-9 en pleno centro de la ciudad constataba poco después de las nueve de la noche los porcentajes que se replicarían en el total municipal: la candidatura de Abel Caballero sobrepasó el 60% de los votos (241 en total), mientras que la del PP creció hasta el 17,48% (68) y el BNG superó la barrera del 10% (39 papeletas).

El único "baile" llegó en las primera fuerza sin presencia en la corporación. En esta sección Vox logró 18 votos, lo que supone el 4,62% del total, y se situó en cuarto lugar. Por su parte, la coalición de Podemos-Marea de Vigo se quedó en once papeletas, el 2'82%. Esto supone intercambiar los datos del total municipal de ambas formaciones.

La participación, en cambio, sí que fue sensiblemente menor que en el resto de la ciudad y apenas rozó el 51% del censo de 763 vecinos.

De esta manera, los vecinos del código postal 36201 logran superar al Ohio original. La elección de Joe Biden a la Casa Blanca rompió la racha de 60 años de la cuna de la aviación acertando al inquilino de la Casa Blanca.

Una muestra demográfica particular

Este estado americano –que no debe ser confundido con la parroquia canguesa famosa por su cruceiro, sus playas y su carnaval– ha quedado unido y dado nombre a un fenómeno electoral que en España se produce con Aragón, pero también en municipios gallegos.

Es el caso del famoso “test de Betanzos” que exigía Manuel Fraga durante cada escrutinio ya que su distribución poblacional era una muestra a pequeña escala de toda la comunidad autónoma, tal y como sucede en Isaac Peral, Canadelo Baixo, San Lourenzo, Eira, Callao (como calle y como una pequeña travesía) y García Barbón.

Entre estas calles se entremezclan las dos realidades del municipio. Una parte completamente urbana en García Barbón e Isaac Peral, donde los bloques de viviendas que alcanzan los diez pisos cuentan con bajos comerciales repletos de vida.

Pero detrás de ellos aparecen casas de una o dos alturas, caminos sin aceras e incluso huertos y animales. Es por ello que la muestra de 966 vecinos –un tamaño lo suficientemente grande como para ser fiable– es el lugar escenario para estas extrapolaciones.

Según el censo del INE en 2021 la tasa de residentes con la educación primaria, secundaria y universitaria es idéntica a los valores promedio totales. Esta coincidencia se explica en gran parte debido a la edad media del vecindario.

Solamente en los treintañeros –14,29% frente al 11,74% municipal– su pirámide de población se desvía de forma significativa de la media viguesa.

De esta forma, los patrones de voto de los menores de esa franja (9% de veinteañeros y 8,2% de adolescentes) no se ven eclipsados por un vecindario envejecido: el 44,1% de sus vecinos tiene más de 50 años, un punto menos que en el resto de Vigo.

En la renta por hogar los ingresos son inferiores a la media –29.349 euros frente a las 33.926 de la urbe– debido a la desviación que producen los valores máximos registrados en Canido o la Plaza de Compostela; llegando a duplicar estas cifras.

En las últimas elecciones locales de 2019 el PSOE y el PP apenas variaron en medio punto los porcentajes de voto recibidos respecto al escrutinio global –68,15% 14,5%– mientras que el BNG lograría el sorpasso a Marea de Vigo por un voto en el 5,6% de los votos, alterando la clasificación posterior en el pleno municipal.

Este acierto se repitió en las generales del 10 de noviembre al “clavar” los porcentajes de voto y orden de los cuatro primeros partidos.