Madrid niega discriminación al IEO vigués pese a poseer informes de su mal estado desde 2014

Admite que no se materializó “ninguna” actuación en Cabo Estai tras haber detectado problemas estructurales | Busca espacios alternativos para investigadores, peces y muestras mientras demuele la actual planta de cultivos

Nave de cultivos y edificio deadministración del IEO deVigo, en Cabo Estai

Nave de cultivos y edificio deadministración del IEO deVigo, en Cabo Estai / A. VILLAR

Lara Graña

Lara Graña

Presidencia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) formalizó, el pasado 25 de marzo, la adjudicación de un contrato para el “mantenimiento de las plantas de cultivos marinos en Vigo y Santander” del Instituto Español de Oceanografía (IEO). Es una licitación de algo más de 446.000 euros, a dividir entre ambas instalaciones.

Con una diferencia sustancial: los trabajos en Cabo Estai serán paliativos, de resistencia, porque la nave deberá ser completamente derruida. Su estado, como desveló FARO en base a un análisis técnico, “está clasificado como potencialmente peligroso”; caen cascotes, la plantilla debe utilizar casco y solo puede acceder a su interior cuando resulte “imprescindible”.

Señal palmaria de abandono que afecta a un centro pionero nacional en la transferencia de tecnología en cría de rodaballos, por ejemplo, y cuyo mal estado no fue ajeno al Gobierno central presidido por Mariano Rajoy ni lo ha sido para el de Pedro Sánchez. Porque en Madrid poseen informes que evidencian la necesidad de actuar en ambos edificios –también en la sede administrativa– desde el año 2014, como acaba de admitir el Ejecutivo por escrito al Congreso de los Diputados.

“Fue encargado un estudio sobre el estado estructural de las edificaciones, que señaló una serie de acciones a llevar a cabo”

Y abunda: “Ninguna se materializó”. Con todo, y pese a que desde entonces el Gobierno ha ejecutado un nuevo centro para el IEO en Málaga (finalizado por 6,5 millones de euros) y otro de 10,5 millones para Palma de Mallorca, niega que el de Cabo Estai haya sufrido “discriminación” alguna, a una pregunta formulada por los populares de Lugo, A Coruña y Zaragoza Joaquín García Díez, Marta González y Pedro Navarro, respectivamente, tras las informaciones de este periódico. En una visita a Vigo, el director del IEO, Javier Ruiz, aseguró que han diseñado una “obra ambiciosa” para la remodelación de las instalaciones en la ciudad, cifradas en unos 10 millones de euros pero supeditadas a la captación de fondos europeos Next Generation. Desde la plantilla indican que no han recibido noticias de una actuación en la nave de cultivos o en el edificio administrativo en las últimas semanas, cuando fueron obligados a abandonar los trabajos de laboratorio por la avería de las campanas de extracción. “Todo huele a formol”, lamentó entonces un trabajador.

Cuando la dirección del IEO de Vigo recibió el resultado del último examen técnico sobre las instalaciones, en febrero, ya obligó a trazar un “plan de desalojo a corto plazo” y reubicación de personal. No solo a otras áreas del centro vigués –se ha habilitado el salón de actos como espacio de trabajo–, sino a otros edificios ajenos al IEO o al CSIC. Por ejemplo, a la Ecimat (Estación de Ciencias Mariñas de Toralla), de la Universidade de Vigo, o al Centro de Apoio Científico-Tecnolóxico á Investigación (Cacti). Incluso apuntaron a las instalaciones del Centro Tecnolóxico do Mar (Cetmar), en Bouzas, que están bajo el paraguas de una fundación cuyo patronato preside la Xunta y en el que están integrados desde el Ministerio de Agricultura y Pesca, de Consumo, la asociación Conxemar o la patronal conservera Anfaco-Cecopesca.

En esta misma respuesta entregada a la Cámara baja, el Gobierno ahonda en esta planificación, que todavía no pasa de “estudio previo de alternatias”. “Las obras son de mayor complejidad técnica, con riesgo de impactar significativamente en el trabajo del personal investigador [...] Requiere el estudio previo de alternativas para alojar la carga biológica existente y, también, ubicaciones alternativas fuera del edificio para laboratorios y despachos del personal, cuestiones ambas que suponen un gran reto tanto para encontrar alternativas adecuadas y viables como logísticas”.

De momento, en la plataforma de contratación del Estado no figura ningún proceso de licitación que aborde la demolición de la nave de cultivos o la reforma íntegra del edificio administrativo – sus “sistemas de anclaje a la estructura del edificio presentan daños de graves a severos”–, por lo que habrá que esperar.

Como destacó este periódico, no figura ninguna dotación específica para el IEO vigués en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2023. Pese a la obligatoriedad de llevar casco en Cabo Estai, desde el Ministerio de Ciencia incidieron en que “la integridad de los trabajadores no está comprometida”. El CSIC, al que está ahora adscrito el Instituto Español de Oceanografía, es una agencia estatal de investigación que depende de la cartera, que comanda Diana Morant.

El “Odón de Buen” se botará el 5 de julio

Odón de Buen, Armón Vigo

Odón de Buen, Armón Vigo / FdV

Armón Vigo botará el 5 de julio su construcción 140, el buque oceanográfico Odón de Buen para el Instituto Español de Oceanografía (IEO). Se trata de un pedido de extrema complejidad, que convertirá a esta embarcación en el buque insignia de la investigación marina de España. Con unpresupuesto de casi 85 millones de euros –mayoritariamente procedentes de fondos UE–, el oceanográfico tendrá espacio para 58 tripulantes; suma 85 metros de eslora.

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