Un repartidor de Vigo va a entregar un pedido y la receptora le agrede y le intenta robar el móvil

La Policía Local detuvo a la mujer, que también trató de golpear a los agentes que intervinieron

Los hechos ocurrieron en la calle Pi y Margall

Los hechos ocurrieron en la calle Pi y Margall / Marta G. Brea

R. V.

Una mujer, L.L.P. de Vigo y 49 años de edad, fue detenida en la tarde del pasado domingo en la ciudad olívica tras negarse a pagar un pedido a domicilio, agredir al repartidor e intentar robarle el teléfono móvil.

Tal como ha informado la Policía Local, los hechos ocurrieron en la calle Pi y Margall sobre las 15:15 horas, cuando los agentes fueron abordados en medio de la calzada por un varón en estado de ansiedad.

El hombre explicó que acababa de tratar de entregar un pedido en un piso próximo, negándose la clienta a pagarlo y agrediéndolo, al tiempo que trató de robarle el móvil. La acción derivó en un forcejeo, rodando ambos por las escaleras.

En la vía pública también estaba la aludida, que trató de introducirse en el portal al ver que el varón estaba hablando con los funcionarios. Sin embargo, fue interceptada, aunque se negaba a hablar con los policías.

Al verse retenida, trató de agredir a un agente para intentar huir, siendo reducida y detenida por la supuesta comisión de un delito de robo con violencia en grado de tentativa.

Alerta entre los restaurantes de sushi

Horas antes de conocerse la detención, restaurantes de sushi de la ciudad alertaban en sus redes sociales los "simpa" de esta clienta de la calle Pi i Margall.

PurOsushi y la Taberna do Sushi se apoyaban mutuamente ante los impagos y advertían al resto de locales hosteleros. El local de Andrés Médici fue el primero en dar la voz de alarma, lo que desencadenó una cascada de reacciones de apoyo a la vez que recibía informaciones de otros negocios que se habían visto en la misma situación.

"Queremos expresar nuestra solidaridad con nuestros compañeros de Puro Sushi. Nosotros también hemos sufrido impagos de pedidos a domicilio, echando por tierra nuestro trabajo", lamentaban desde la Taberna do Sushi