Gran Vigo
Todo listo en el nuevo “nudo” de transportes de Urzáiz
El Concello confirma la apertura del túnel de Lepanto el lunes | La intermodal ultima los preparativos para el día 17 | Tren, bus y vehículos llegarán al corazón del centro urbano
El túnel de Lepanto y la intermodal se preparan para su inminente apertura / Alba Villar
La movilidad y los transportes de Vigo vivirán toda una revolución la próxima semana. La apertura conjunta del túnel de Lepanto hacia la AP-9 y la nueva estación de autobuses construida junto al complejo de Vialia supondrá un alivio para el tráfico del centro de la ciudad, lastrado durante décadas por sus accesos y agravado en las últimas semanas con el plan especial por las luces de Navidad.
Desde este lunes 12 de diciembre los vehículos podrán volver a acceder a la Autopista del Atlántico a través de la primera salida en la ciudad, cerrada en enero de 2021 para acometer estas obras. De esta forma se dejaba atrás el “molote caza-furgonetas” que sobrevolaba Alfonso XIII, último vestigio del antiguo scalextric del siglo pasado.
El alcalde de la ciudad, Abel Caballero, realizó este viernes una visita técnica a una “obra de ingeniería de enorme complejidad” que ha ido posponiendo su apertura desde primavera.
La aparición de tierras contaminadas, problemas de abastecimiento de materiales tecnológicos y la necesidad de acelerar las obras del ascensor HALO retrasaron hasta esta semana su inauguración, pudiendo coordinarse con la vuelta a la normalidad en la Gran Vía tras los desvíos por la instalación de las nuevas rampas mecánicas.
En su construcción se emplearon 356 pilotes de 2,5 kilómetros de longitud y 285.000 kilos de hormigón armado.
Javier Pardo, Carmela Silva, Abel Caballero, María Xosé Caride y Elena Espinosa visitaron el túnel de Lepanto junto a los técnicos municipales
Este nuevo vial de un carril requirió una inversión de 11,8 millones de euros de forma conjunta entre Adif (74%), Concello (24%) y Xunta (4%) en virtud de convenio para la reordenación de los accesos a la estación de Urzáiz. El pasado mes de julio superó las pruebas de seguridad de la Policía Local y hace una semana culminaba su puesta a punto con un simulacro de incendio en su interior.
Sin embargo, el ansiado estreno del lunes no acabará las obras en este nuevo “nudo” de Urzáiz. Aún está pendiente de su finalización el segundo túnel que conecta el tramo final de la AP-9 con el aparcamiento de Vialia, así como la salida de este hacia la autopista.
1) Recuperación del acceso a la AP-9
Este lunes el centro de la ciudad volverá a quedar unido a la Autopista del Atlántico tras 23 meses.
2) Gran salto a la intermodalidad
Cinco días después, la Xunta acometerá el traslado de la estación de autobuses de la Avenida de Madrid a Urzáiz, facilitando las conexiones al ferrocarril o el bus urbano.
3) El HALO, próximo hito en 2024
La construcción del ascensor HALO de García Barbón a Vialia culminara en unos meses el nudo, obligando a cortar la AP-9.
Al mismo tiempo, el Concello aún tiene pendiente acometer por 1,2 millones de euros la urbanización de los espacios intersticiales para dotar de zonas verdes al espacio entre la estación de autobuses y el centro comercial diseñado por Thom Mayne.
Además, el izado de la estructura de 90 metros de diámetro que coronará el ascensor HALO entre Serafín Avendaño y la plaza pública de Vía Norte obligará a nuevas restricciones desde mediados de febrero.
A pesar de que se ha avanzado con la instalación de los apeos sobre la calzada, el gran mirador-pasarela que cruzará los carriles obligará a cerrar de nuevo el túnel de Lepanto y la salida de Alfonso XII y Cervantes durante un mes.
Preparativos en la intermodal
En lo que a transporte público se refiere, el nuevo nudo de comunicaciones tendrá en la estación intermodal su “joya de la corona”. La nueva terminal de autobuses podrá abrirse el sábado 17 de diciembre al público, más de seis meses después de su finalización y un año más tarde de lo previsto.
El túnel de Lepanto y la intermodal se preparan para su inminente apertura / Alba Villar
El edificio levantado por la Xunta de Galicia ha requerido una inversión de 18 millones de euros y cuenta con 30 andenes a cubierto en su planta superior, estando dedicado el vestíbulo inferior a la zona de taquillas y espera; mientras que la restauración y el ocio quedará cubiertos gracias al acceso directo que tiene al centro comercial.
A pesar de que el 65% de los tráficos llegará a través del acceso habilitado desde la Autopista del Atlántico decorado con las letras de Vigo –a modo de rotonda–, el resto lo harán cruzando la ciudad hasta Praza da Estación.
Dentro de su nuevo mapa de rutas, la Consellería de Infraestructuras ha diseñado nueve subcorredores para servir a las líneas procedentes del sur, este y norte de la ciudad; creando nuevas paradas en Avenida de Madrid, Povisa y Plaza de España.
El traslado desde el edificio actual de Gregorio Espino –que cumplirá el jueves 33 años de servicio– mantendrá las paradas actuales para los autobuses de O Morrazo en las zonas de Areal y Bouzas debido a su alta demanda por parte de trabajadores.
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