Contundente respuesta de los concellos del área de Vigo después del aviso de la Xunta ante los problemas de abastecimiento de agua de cara al mes de noviembre.

En una reunión similar a la mantenida la semana pasada con los regidores de Nigrán y Baiona, Abel Caballero abordó la sequía vigente que a pesar de tener el embalse de Eiras al 77% de su capacidad, genera malestar entre otros responsables que reclaman más fondos y medidas por parte del gobierno autonómico, uya que aseguran que “solo está para amenazar con multas”.

Si hace una semana el alcalde olívico comunicaba a Juan González y Carlos Gómez que “desconectaría” a 19.000 usuarios vigueses de Zamáns para beneficiar a los del Val Miñor, en esta ocasión ha buscado la creación de un frente común con el resto de municipios que beben de la otra gran presa del sur de la provincia.

En la cita participaron las alcaldesas de Redondela, Digna Rivas; de Cangas, Victoria Portas; de Moaña, Leticia Santos y de Salceda de Caselas, Verónica Tourón; así como el alcalde de Gondomar, Francisco Ferreira; el concejal y portavoz de Mos, Camilo Augusto Martínez; y la concelleira Urbanismo e Medio Ambiente do Porriño, Antía Carrera.

En la rueda de prensa posterior, el primer edil vigués aseguró que la carta recibida desde la Consellería de Infraestructuras es una “mentira tras otra” ya que, como recoge el Estatuto de Autonomía gallego, debe ser la Xunta quien proporcione el agua en alta.

“No va de gestión, va de que hay que tener más y hace falta una nueva presa aguas arriba” señaló al recordar el estudio encargado junto al Ministerio de Transición Ecológica que pondría fin a la problemática durante este siglo.

Caballero recordó que en 2011 el entonces conselleiro Agustín Hernández prometió un trasvase entre el Verdugo y Oitavén que no pasaría del papel, una situación que se repetiría en 2017 cuando en medio de la última sequía la Xunta aceptó la toma de emergencia.

Después de que ayer Ethel Vázquez Mourelle reclamara al gobierno local que acelerara los trabajos en la nueva ETAP de O Casal, cuyas pruebas arrancarán en abril y estará a pleno rendimiento el próximo otoño, Caballero volvió a recordar que la autorización de esta nueva potabilizadora se demoró en más de un año por los períodos de espera de hasta cuatro meses entre envío y envío de información.

VIGO, ALCALDIA. EL ALCALDE RECIBE A OTROS ALCALDES DEL AREA PARA HABLAR DEL ABASTECIMIENTO DE AGUA ALBA VILLAR

Al mismo tiempo, recordó las inversiones de casi once millones en las plantas de Ames, Brión, Cabana de Bergantiños , Teo o Bóveda. Y es que a pesar de que desde el gobierno local reclamaron que aportaran la parte proporcional de los otros concellos al no poder hacer frente, “ni si quiera contestó al planteamiento”.

Después de que la presidenta del PP vigués y delegada del gobierno autonómico acusara al Concello de destinar esa recaudación a “hacer aceras”, Caballero recordó que gracias al programa de humanizaciones emprendido hace 14 años hace que no haya fugas, convirtiéndose “en el ayuntamiento de España con menos fugas porque acabamos de renovar casi todo el abastecimiento”.

Además, recordaba a Fernández-Tapias el sistema de medición de presión que ha permitido dejar atrás los “reventones” que provocaban chorros de hasta 12 metros en las calles.

O Morrazo señala al canon

El turno de intervenciones fue abierto por la alcaldesa de Moaña, quien insistió en la necesidad de que la Xunta revierta a los consistorios el canon del agua que solamente en el suyo suponen 200.000 euros anuales.

Leticia Santos apuntó a que este importe junto a los fondos Next Generation captados por el gobierno autonómico servirían para mejorar las conducciones y capturas propias para reducir su dependencia de Vigo.

Su homóloga en Cangas apuntó que “no es problema de un solo concello, y debemos afrontarlo al margen de colores políticos”.

Para ello, Victoria Portas pidió a la Xunta “que tenga más implicación” porque “no tenemos obras de Augas de Galicia en las que se repercuta el canon”, por lo que calificó de parche cualquier otra opción al no tener los recursos necesarios. “Apostaríamos por cualquier medida, siempre y cuando no vulneren la cuota ecológica de la ría” zanjó.

Rueda espera que “hagan los deberes en tiempo y forma”

La respuesta del ejecutivo gallego llegaría por boca de su máximo responsable, quien en un acto en Palas de Rei respondió a las preguntas sobre la sequía y la citada reunión. “No le llamaría polémica, pero es cierto que el gobierno municipal de Vigo intenta, cuando tiene un problema, convertirlo en una polémica con la Xunta” apuntó Alfonso Rueda.

“La realidad es que hace mucho tiempo que se advirtió que la potabilizadora de Vigo, en las condiciones en las que estaba en un momento de sequía, iba a tener muchas dificultades para funcionar y garantizar el abastecimiento”.

Además, aseguró que se desconoce el destino de “los 50 millones que pagan los vigueses en tasas por el agua” aunque “desde luego, en arreglar la potabilizadora no” ya que “ahora estamos viendo que se empezó muy tarde y por debajo del 40% no puede trabajar en condiciones”, lo que calificó de “lástima”.

“Espero que en el futuro se pongan las pilas. Con esas mismas reservas, otros muchos ayuntamientos tienen garantizado el abastecimiento y Vigo no. Si creen que echarle la culpa a la Xunta va a solucionar algo, diría que no. Lo que lo soluciona es que hagan los deberes y que los hagan en tiempo y forma”, zanjó. Preguntados por esta redacción, ningún responsable popular de los municipios implicados quiso pronunciarse al respecto.

O MORRAZO. VISTA DE BUEN TIEMPO EN LA RIA DE VIGO CON EL SKYLINE DE VIGO DE FONDO. MARTA G. BREA

La lluvia que no llega

Mientras el enredo político continúa, los cielos siguen sin traer buenos presagios. Y es que a pesar de que Vigo registró las temperaturas máximas más bajas de toda la comunidad durante el domingo por la influencia de la niebla y las previsiones metereológicas incluían lluvias para la jornada de ayer, las nubes acabaron huyendo del skyline vigués para dejar unas temperaturas suaves pero sin precipitaciones.

Y es que mientras agosto ha seguido consumiendo las reservas de agua de Eiras, Zamáns y Baíña pese a las restricciones, habrá que esperar a septiembre para la lluvia traiga algo de paz.