La sequía y los problemas de abastecimiento de agua en el área metropolitana obligan a acelerar las medidas de ahorro, pero también las de solidaridad. El alcalde de Vigo mantuvo ayer una reunión con sus homólogos de Nigrán y Baiona en la que les ha garantizado su “apoyo y ayuda” ante la situación “situación extremadamente grave” en la que el suministro está garantizado “para dos meses”.

Abel Caballero, acompañado por los concejales Elena Espinosa y Javier Pardo, trasladó a Juan González y Carlos Gómez la decisión de dejar de suministrar agua a 19.000 vigueses que se abastecían desde la presa de Zamáns, actualmente al 51,74% de su capacidad y que nutre a estos concellos del Val Miñor junto a la de Baíña, al 51,15%.

De esta forma, el abastecimiento de la ciudad dependerá únicamente de la de Eiras, que se encuentra al 81,61%. Este embalse abastecerá al equivalente de 700.000 personas -entre consumo ciudadano y de industrias- a través de la ETAP de O Casal, que comenzará a bombear una parte a la de Valladares.

El regidor vigués recordó que en enero redujeron un 45% la toma de agua del municipio a Zamáns, evitando que ahora estuviera “bajo mínimos”. Estas reuniones tendrán su continuidad con el resto de municipios del área metropolitana, aunque el deseo de Caballero era establecer un contacto inicial con los del Val Miñor al tener una situación más delicada que los demás.

El alcalde transmitió su “enérgica condena” a la actitud de la Xunta en la materia, ya que denuncia que ni el presidente, Alfonso Rueda, ni la conselleira, Ethel Vázquez, se han reunido con estos municipios a pesar de que “es un problema que sabemos desde la sequía del 2013 y es grave”.

Pocas nubes sobre la ría, ayer. | // MARTA G. BREA

Sin lluvia hasta septiembre

A medida que pasan las semanas y los informes de Augas de Galicia certifican la complicada situación de los embalses, la inquietud por la ausencia de lluvias se acrecienta entre la ciudadanía.

Tras el descenso de las temperaturas a comienzos de esta semana y la aparición de algunas nubes, los pronósticos apuntan a que no se volverán a producir precipitaciones en la ciudad hasta la segunda semana de septiembre, reinando los cielos despejados hasta entonces. A pesar de que las lluvias regresarán en los próximos días, estas se producirán en zonas del interior.

El Servicio de Metereología de Estados Unidos incorporó este mes la previsión de que estaremos ante un otoño especialmente seco a nivel global, lo que podría dificultar gravemente el suministro a partir de octubre.