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Alfageme revivirá con pisos y uso público

La recuperación del ámbito de la conservera será una de las primeras actuaciones con la entrada en vigor del nuevo PXOM | Se reduce la edificabilidad del ámbito más de un 80% con respecto al documento del año 2008

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Fachada principal de la factoría, con el hórreo y el frente ajardinado. Ricardo Grobas

Poner un pie en la antigua fábrica de Bernardo Alfageme, en Tomás A. Alonso, puede que sea lo más parecido a meterse en una máquina del tiempo. Y no para retroceder poco más de 12 años, a finales de abril de 2010, cuando dejó de latir el corazón de esta industria, sino mucho más. Y es que las instalaciones, diáfanas y de gran tamaño, se quedaron ancladas en un tiempo bastante anterior. Todavía quedan restos de latas en las que, antaño, viajaba el pescado en conserva. Las pintadas vandálicas, la humedad y las plantas brotando del suelo ayudan a entender el estado de abandono de uno de los símbolos del músculo industrial de Vigo, en pie desde finales de los años 20 del siglo pasado. La suciedad y el olor a cerrado contribuyen a reforzar esta imagen, que, ahora, el Concello pretende hacer olvidar con un lavado de cara integral.

La entidad municipal dará una segunda vida a estas instalaciones con un cambio de filosofía recogido en el nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), cuya aprobación definitiva se espera en 2023 para que pueda entrar en vigor ya a finales de ese año. El documento propone reforzar la presencia de la arquitectura industrial de la primera mitad del siglo XX de la urbe, una estrategia, como destacan fuentes de la entidad de la Praza do Rei, que “está en sintonía con la actuación del gobierno local” en otros espacios, como La Panificadora, que se incorpora al patrimonio público, o La Artística. El corazón de Bernardo Alfageme volverá a latir con usos dotacionales –sin concretar por ahora– residenciales y terciarios en un ámbito privilegiado por su ubicación y particularidades. “Es la recuperación de la arquitectura, el edificio y la historia”, presume el alcalde vigués, Abel Caballero.

La concejala de Urbanismo, María José Caride, y el alcalde, esta semana, en una de las naves de la conservera. R. Grobas

Caballero: “Es la recuperación de la arquitectura, el edificio y la historia”

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La actuación será una de las primeras en ejecutarse tras la validación final del nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal. “Desaparece el pelotazo del Plan de 2008, de PP y BNG, al reducirse la edificabilidad de 42.837 metros cuadrados a una superficie edificable de menos de 8.000. El cambio de planteamiento es total”, recalcan desde el gobierno local.

La actuación en Alfageme, que incluye el mantenimiento no solo de la gran nave de piedra, sino también del taller, los almacenes y el chalé, forma parte del “criterio de recuperación del patrimonio industrial de la urbe, valioso y capaz de acoger, por sus características y estado, nuevos usos cualificados tanto públicos como privados”, subrayan fuentes del Concello. Entran en este grupo La Panificadora o La Artística: la emblemática fábrica de cromolitografías, al igual que las instalaciones de Tomás A. Alonso, recobrarán el pulso con usos públicos y residenciales. Camino idéntico traza el Plan Xeral para el antiguo hogar del Grupo de Empresas Álvarez (GEA) en la avenida de Ramón Nieto. El objetivo común: impulsar la protección del ADN fabril de la ciudad olívica, uno de sus grandes pilares.

Descubrimos la antigua fábrica de Alfageme por dentro y por fuera

Descubrimos la antigua fábrica de Alfageme por dentro y por fuera FDV

En el marco de la estrategia general de recalificar el frente portuario de Beiramar en un proceso paulatino que no ponga en riesgo la permanencia de las actuales actividades que conforman parte del motor económico de la ciudad, el Concello tiene entre ceja y ceja convertir las antiguas instalaciones de Bernardo Alfageme en un centro de actividades y dotacional que mejore las condiciones de vida de los vecinos de la villa de Bouzas y del entorno. El proyecto dibujado para esta zona de la urbe supondrá un “incremento de equipamientos para Bouzas y Vigo”. “Es una oportunidad para construir ciudad incorporando y recuperando nuestro pasado con espacios y equipamientos públicos de calidad”, resumen fuentes de la entidad local.

La propuesta para Alfageme contemplada en el nuevo Plan Xeral de Ordenación Municipal divide la parcela en dos ámbitos. El primero se corresponde con una parcela de uso dotacional que se extiende 8.026 metros cuadrados e incluye la nave original de tres cuerpos diseñada por el arquitecto vigués de reconocido prestigio Manuel Gómez Román –autor del Edificio Simeón, la Casa Mülder, La Panificadora o el edificio de Correos– en 1928, así como el frente ajardinado hacia la calle Tomás A. Alonso, que agrupa elementos patrimoniales singulares como el hórreo o el cruceiro; en la actualidad, los árboles, las hierbas y un aparcamiento para vehículos colonizan este espacio exterior. Se incorpora a esta actuación dotacional la nave anexa, con fachadas simétricas a la fachada lateral de la composición principal y casi 1.000 metros cuadrados de superficie. Los elementos patrimoniales están catalogados. “El objetivo es la incorporación de un gran equipamiento municipal”, anotan fuentes de la administración viguesa.

Nave principal de Alfageme; al fondo, la puerta de entrada del pescado. Ricardo Grobas

La nave principal está construida en perpiaño de granito con estructura interior metálica, como se puede distinguir a la perfección al acceder a sus entrañas. Consta de tres cuerpos, dos de ellos, de 15x81 metros, adosados simétricamente al principal, que tiene una dimensión de 26x71 metros en su eje central. Las cubiertas están conformadas a dos aguas. El esquema compositivo de la fachada principal es simétrico, caracterizado por la apertura de grandes huecos acristalados de dos alturas, separados por pilastras sobre un zócalo basamental que recorre la fachada completa.

El ritmo cambia en las naves laterales, donde una puerta central desfasa verticalmente el hueco correspondiente. La fachada continúa en altura con tres huecos regulares más pequeños y, sobre ellos, el paramento remata con un frontón recto en el cuerpo central. En él, figura la inscripción “Bernardo Alfageme”, sobre la cual sobresale la composición en azulejos con la centenaria imagen de la marca conservera Miau. Las naves laterales se rematan con molduras que siguen el perfil de las cubiertas. El esquema se repite en la fachada trasera, donde destacan una rampa a cada lado del portón central, sobreelevado algo más de 2 metros con respecto a la avenida de Beiramar, por donde se descargaba el pescado procedente de la ría.

Estructura de madera sobre la que se apoya el tejado de una de las naves de Alfageme. R. Grobas

El segundo ámbito que recoge la revisión del Plan Xeral vigués se corresponde con una parcela de suelo urbano no consolidado que incorpora la parte del suelo situado junto a la calle Simancas. Con 6.356 metros cuadrados de superficie, tendrá una edificabilidad máxima de 1,25 metros cuadrados por metro cuadrado. Será destinada a uso residencial en un 90% –el 30% de la vivienda deberá ser sometida a un régimen de protección– y terciario en un 10%. En este ámbito, se encuentra la ampliación de la nave original y el chalé, que gozarán de protección. “La edificabilidad de esta parcela deberá materializarse abrazando al edificio de la calle Tomás A. Alonso ya existente para intentar minimizar el impacto de esa medianera con un gradiente de alturas”, concretan fuentes municipales antes de avanzar que “se ampliará y mejorará la calle Simancas”. “La nave de este ámbito que forma parte del conjunto fabril de Alfageme podrá unirse al equipamiento municipal colindante proporcionando usos complementarios al mismo”, apostillan.

El Concello insiste en que, con esta actuación, “desaparece el pelotazo recogido en el PXOM de 2008”, tumbado por la justicia. “Se mantiene no solo la nave original, sino también las naves colindantes con la nave original, el chalé, los jardines y los elementos singulares. Además, se reduce la edificabilidad, que pasa de los 42.837 metros cuadrados construidos que proponía el Plan Xeral de 2008 a una superficie edificable de menos de 8.000 metros cuadrados, una reducción de más del 80%”, argumentan.

Esta importante actuación precisará la presentación de un proyecto arquitectónico “conjunto, cualificado, específico y singular” que sea capaz de integrar todos los elementos. El Concello deberá negociar con Aliseda (promotora del Banco Santander) y Abanca la cesión de los terrenos: de forma libre o con compensación. Lo que tiene claro es que “no pagará” para hacerse con su propiedad.

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El Museo Anfaco saca lustre al pasado glorioso de Alfageme

De Areal a Bouzas... y adiós en 2010

La puerta principal cerrada con cadenas y candados. Así se encontraron los trabajadores de Alfageme la fábrica un 26 de abril de 2010 cuando se disponían a empezar su jornada laboral en la conservera, propiedad del constructor Juan Lago. Días antes, había entrado en concurso de acreedores después de que el gobierno gallego le hubiese concedido avales por valor de 50 millones de euros en los últimos dos años. Comenzaba así la caída de un gigante que llegó a crear 400 puestos de trabajo –sobre todo, mujeres– y situó a Vigo como referencia del enlatado. Más tarde, entró en liquidación. Fue vendida en plena burbuja inmobiliaria a una promotora, que acabaría quebrando en 2011. En mayo de 2015, salió a subasta entre protestas de los empleados. Finalmente, acabó en manos de los bancos.

La primera huella de Bernardo Alfageme se situó en la zona de Areal, donde los pesqueros desembarcaban sus capturas en la misma playa, casi a la puerta de las conserveras. La Primera Guerra Mundial fue una gran oportunidad para la industria, que suministraba a los combatientes y a poblaciones cuyas cosechas habían sido arrasadas por las bombas y el fuego. El conflicto y la posguerra posibilitaron una época dorada para el sector, lo que permitió a la firma en 1928 construir una nueva fábrica en Tomás A. Alonso, adonde miraba la fachada de la empresa en cuyos terrenos también se construyó la vivienda familiar, lugar en el que estaba el campo de fútbol del Real Club Fortuna –equipo que se fusionó con el Real Vigo Sporting Club para dar vida al Real Club Celta de Vigo–. La fachada trasera, la de Beiramar, daba a la ría, y las embarcaciones descargaban la materia prima directamente a las dos rampas unidas que aún se conservan.

El Museo Anfaco de la Industria Conservera, situado en el número 16 de la Estrada Colexio Universitario, alberga la historia documentada de Alfageme: dosieres de publicidad, bobinas con películas, cintas Betacam y VHS, muestras de publicidad –todos los spots del sector de los 70 y 80–, fotos, acuarelas, piedras litográficas o merchandising.

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