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Toralla, Alcampo, San Roque, Makelele e incluso ovnis, entre las leyendas urbanas de Vigo: ¿fueron ciertas?

Clásicas y contemporáneas, la ciudad olívica deja historias en el imaginario colectivo de sus vecinos, cuya veracidad, en la mayoría de ellas, es casi imposible demostrar

Vigo tiene sus propias leyendas urbanas que han calado en la sociedad olívica en mayor o menor medida. FDV

Las conocidas como 'fake news' que suelen viralizarse son asumidas por muchos como verdades absolutas. Pero este fenómeno, propio de los tiempos digitales que vivimos, en realidad siempre han existido, antes de que la interconexión a través de las redes articulase buena parte de la comunicación social en el mundo. No son otra cosa que las leyendas urbanas, relatos que corren como la pólvora y que se transmiten de generación en generación, y de barrio en barrio. Cada colectivo, lugar, comunidad, ciudad, región o país tiene su propia recopilación de anécdotas no escritas. Son historias pintorescas, curiosas y, en muchas ocasiones, difíciles de creer que suceden en un determinado lugar, y cuyo vehículo es la transmisión oral. No suele haber pruebas de esos supuestos acontecimientos, pero sí infinidad de personas que atestiguan haber estado presentes cuando sucedieron. Vigo tiene su propio anecdotario de leyendas urbanas, de ayer, de hoy y de siempre, pero ¿tú te las crees? Repasamos algunas de ellas.

  • ¿SAN ROQUE, PATRÓN DE VIGO?

San Roque, el santo milagreiro, se celebra cada 16 de agosto en Vigo y es considerado, erróneamente, el patrón de la ciudad (Foto de archivo 2017). Alba Villar

Preguntar en la ciudad olívica por el patrón de Vigo, es obtener una respuesta rotunda por parte de un 80% de sus vecinos: San Roque. Su festividad -el 16 de agosto- se celebra en el calendario laboral como día libre para los trabajadores, y su romería es, sino la más arraigada, una de las más populares de la localidad. Así que en el imaginario colectivo se reconoce, erróneamente, a este santo como el protector religioso de la parroquia viguesa. Otro notable porcentaje cree que se trata del Cristo de la Victoria que mora en la Concatedral. Pero ni uno, ni otro. En realidad, ese 'cargo' le corresponde a la Virgen de la Asunción, que se celebra el día antes de San Roque, el 15 de agosto. Pero ese rango nunca se le ha reconocido a la imagen de María, que congrega durante su procesión a un pequeño grupo de fieles, la mayoría mujeres, muy alejado de la gran cantidad de devotos que acompañan al santo milagreiro.

  • BOUZAS, ORIGEN DE LA CONCHA DE VIEIRA DE LOS PEREGRINOS

A esta leyenda urbana/religiosa se la conoce como el Milagro de Bouzas. Según una tradición medieval, cuando los apóstoles fueron enviados a evangelizar, Santiago eligió como destino la Hispania ( España y Portugal). La leyenda del Apóstol Santiago indica que éste hizo algunos discípulos en Gallaecia (Galicia). Siete de ellos continuaron la tarea evangelizadora una vez que Santiago regresó a Jerusalén para encontrarse con María, madre de Jesús de Nazaret.

Pero regresó a Hispania cuando María vio cerca su muerte. Entonces, ella recibió la visita de Jesucristo resucitado y le pidió estar rodeada por los apóstoles, que se encontraban dispersos por el mundo. Éste le permite que sea ella misma, por medio de aparición milagrosa, quien los avise. Santiago muere fuera de Jerusalén y dos de sus discípulos trasladan sus restos de nuevo a Galicia.

Cuando su cuerpo estaba a punto de llegar a la costa en barca, se celebraba en Bouzas una boda entre dos jóvenes. En dicho enlace, unos hombres a caballo practicaban un juego tradicional que consistía en arrojar sus lanzas al aire y galopar para recogerla antes de que tocase el suelo. El caballo del novio avanzó hacia el mar y se sumergió mientras perseguía la lanza. Los presentes advirtieron cómo desaparecía bajo el mar y se dirigía hacia la embarcación en la que viajaban los restos del Apóstol Santiago. Milagrosamente, el novio y su caballo salieron del agua a la superficie cubiertos de conchas de vieira.

Desde entonces, todo peregrino camino de Compostela lleva en su sombrero y en la capa una concha de vieira en honor al Milagro de Bouzas. La ruta marítima jacobea O Cabaleiro das Cunchas tiene su origen en esa historia y esta versión del Camino también es aceptada por la Catedral de Santiago como peregrinaje hasta el Apóstol para los barcos que completen más de 200 millas náuticas. La travesía comienza en la villa de Bouzas, y pasa por Póvoa do Varzim, Viana do Castelo, Cíes, Sanxenxo, A Pobra do Caramiñal, Arousa y Boiro. Las tripulaciones desembarcan para llegar a la capital gallega, y regresan a la Illa de San Simón, donde culmina la ruta, tras una semana de peregrinaje.

  • EL INDIGENTE MILLONARIO

Unos lo veían por el centro de la ciudad, otros por la zona de Pi y Margall, y otros por la zona de A Florida. O eso dicen los que aluden a él. Claro que hay matices diferentes según la versión del que lo cuente, de ahí que la leyenda urbana quizá deba ampliarse a varios 'sintecho' en vez de a uno solo. El caso es que las diferentes versiones tienen un denominador común: eran inmensamente ricos.

Para algunos, se trata de un indigente, ya fallecido en la actualidad, con ropa y aspecto sucio y andrajoso, barba y pelo largo, bastante pastoso. Arrastraba sus bultos allá donde iba y, según se decía, era un hombre silencioso. Nunca hablaba, e iba cargado de joyas -anillos, pulseras y cadenas- de oro. Al parecer, también tenía un perro o muchos perros, -según la versión-, pero bien cuidados, y adornaba su cabeza con un gorro vaquero. Era millonario.

Hay versiones que hablan de un 'sintecho' que cantaba todo el día, y al que se le atribuía la propiedad de varios edificios en la zona de As Travesas.

Y se hace alusión a un tercero al que le ponen nombre: Bernard, de unos 75 años. En su caso, aún está vivo, y lleva unos 15 ó 20 años vagando por las calles de Vigo, y hablando de filosofia, metafísica o lo que se le ocurra a cuanto joven se cruza.

También hay quien recuerda a una indigente mujer por la calle del Príncipe, que buscaba en la basura, hablaba mal y tenía muchos pisos... Dicen.

  • A FALTA DE 'LA NIÑA DE LA CURVA', EXISTEN 'LOS NUEVE DE LA CURVA'

La escultura con las nueve cruces impresas en homenaje a los fusilados en la curva de La Bombardera, en Baiona, en plena Guerra Civil. Carlos Pereira

Si hay una leyenda extendida y común a infinidad de lugares es la de 'La niña de la curva' en sus diferentes versiones, que se desarrollan en función de la edad de la fantasmagórica visión. Puede ser 'La chica', La mujer' e incluso 'La Abuela de la curva', testimonio más reciente de la que se hacía eco hace un año el programa de Iker Jiménez ante una supuesta aparición de una anciana en la curva de una carretera de Ponte Caldelas. La historia genérica de la leyenda tan repetida a lo largo y ancho de las carreteras españolas alude a un alma en pena que vaga por la vía en la que sufrió un accidente mortal. Se presenta como una autoestopista y avisa de una curva peligrosa que se acerca, precisamente aquella en la que ella murió.

No existe tal leyenda en Vigo o en su área pero, a falta de niña, sí que hay una historia misteriosa en una curva de la parroquia baionesa de Baredo, a raíz de un trágico suceso en 1939 que marcó a la comarca durante generaciones. Se trata de una matanza en la que se ejecutaron nueve vecinos de O Val Miñor como venganza y represión de los falangistas por un asalto previo en el que falleció uno de ellos. Horas después de este suceso, los partidarios del golpe de estado cogieron a nueve vecinos detenidos en la prisión del Frontón, en Vigo, y los fusilaron en la curva de La Bombardera, en Baiona. Durante más de 40 años, y ahí reside el misterio, nueve cruces aparecían pintadas en ese punto como recuerdo de los fallecidos. Noche tras noche eran borradas y el lugar vigilado, pero misteriosamente aparecían de nuevo dibujadas.

Hoy, el lugar es un espacio para la memoria y las cruces se mantienen, ahora impresas, en una escultura de Fernando Casas como recuerdo de lo que sucedió. En 2014 se estrenó un documental, dirigido por Antonio Caeiro, que relata el brutal asesinato, bajo el título "A volta dos nove". 

El trágico suceso que esconde el misterio de las nueve cruces fue documentado en una película por Antonio Caeiro. FDV

  • UN OVNI EN SANTA MARÍA DE OIA

El artículo publicado por FARO en 1974 sobre el supuesto avistamiento de un Ovni en Viladesuso. FDV

Uno de los casos más peculiares registrados en Galicia tiene apellido: “El ovni de Minguela”. Así se conoce a la experiencia alienígena que aseguró haber vivido el afamado – y ya fallecido- peluquero vigués Juan Minguela en su casa de Viladesuso, en Oia.

Según relató en 1974 a FARO DE VIGO, eran las tres de la mañana cuando se despertó con los fuertes aullidos de los perros. Sintió un intenso calor y se acercó a la ventana, donde se vio sorprendido por un resplandor sobre el mar: “Vi un aparato en forma de huevo, rodeado de una brillante luz verdosa, inmóvil en el aire a unos 10 metros de la superficie del agua”.

El suceso saltó a las páginas de periódicos no solo en Galicia sino a nivel internacional con gran repercusión. Minguela no escatimaba en detalles a la hora de relatar el extraño encuentro, ni tampoco en sinceridad: “Me entró mucho miedo y me metí en un armario con mi escopeta”, confesaba.

  • SANGRE EN LAS PLAYAS DE ALCABRE

Otra de las historias que han quedado para siempre en el anecdotario vigués es el suspuesto vertido que transformaba el color del agua de dos playas de la zona costera de Alcabre. Entre los arenales de A Mourisca y O Cocho, donde hoy se erige el Museo del Mar, su edificio antes albergó el matadero municipal que cerraría su actividad en 1982. La leyenda urbana asegura que estas dos playas, denominadas popularmente como las 'Playas del Matadero', la sangre que provenía de la edificación teñía el mar de encarnado cada vez que se sacrificaban y despiezaban animales.

En 1982 echó el cierre el viejo matadero municipal de Alcabre, donde hoy se ubica el Museo do Mar de Vigo. FDV

  • DEL PEQUEÑO HURTO EN EL CORTE INGLÉS AL 'SAQUEO' EN EL ALCAMPO DE COIA

Vigo abrió su primer gran área comercial en 1975: El Corte Inglés. El presidente de la cadena comercial, que por aquel entonces era Ramón Areces, encabezó el solemne acto en la Gran Vía, donde declaró, al referirse al complejo, que ”este edificio es de Vigo, para Vigo y para toda Galicia“. Pues bien, los clientes parece que se tomaron su testimonio al pie de la letra, sobre todo jóvenes y adolescentes. Por aquel entonces, no existían los sistemas individuales de alarma para cada producto, algo que propiciaba la picaresca. Eran sobre todo los adolescentes, muchos de ellos como reto, los que merodeaban por las estanterías, mayoritariamente de la planta baja, donde estaba la música para hacerse, por ejemplo, con alguna copia del grupo de moda. También se robaba material escolar, libros y todo aquello que, por sus dimensiones, se pudiera esconder entre la vestimenta de uno, sin levantar sospecha.

¿Qué joven vigués de la época prealarmas no sacó la mano a pasear alguna vez en los mostradores del área comercial? Según cuenta la leyenda urbana, muy pocos. Y es que toda la ciudad conocía la historia (leyenda urbana) de memoria: al parecer, a falta de dispositivos antihurto, la cadena contaba para sus tiendas con una suerte de observadores, camuflados entre los clientes, que estaban muy pendientes de cazar al sospechoso de turno. Una vez que lo hacían, incluso con alguna espectacular persecución por los pasillos de la planta, le agarraban del brazo y le llevaban a un despacho cerrado, donde, o bien le hacían pagar el artículo robado -para el que no solían tener dinero suficiente-, o llamaban a sus padres para que cubriesen el gasto, y de paso, informarles del 'elemento' que tenían como hijo.

Pero entonces apareció en escena el primer gran hipermercado de la ciudad: Alcampo. En octubre de 1981 abrió sus puertas en Coia, uno de los barrios tradicionalmente más conflictivos de Vigo. Del hurto más sofisticado de El Corte Inglés se pasó al poco menos que 'saqueo' indiscriminado en el 'hiper'. O eso dicen los que lo vieron.

Este es el testimonio de un testigo, vecino de la zona, que además confiesa su participación en algún pequeño robo, de ahí que prefiera mantener su anonimato: "cuando abrió el alcampo de Coia, ¡desfalco total!", recuerda.

Pone algunos ejemplos de los sistemas de los 'cacos' para llevarse los artículos. "Por debajo de las puertas de seguridad se metían los discos de música, la gente iba a merendar, veías productos como el chocolate, las cajas de donuts, etc, todo abierto. Hasta los carros de la compra, se los llevaban para casa y aparecían por las calles".

Otro de los sistemas era enfundarse lo robado: "veías zapatos usados por el suelo, ya que la gente dejaba los viejos y se llevaba puestos unos nuevos que cojía de la estantería. Las colonias se cambiaban de caja: metías el bote de colonia caro en el envase de una colonia más barata, y al pasar por caja no se revisaba", recuerda nuestro testigo. En su caso, "yo solo robe una vez. Éramos seis, y cogimos unas pilas para el aparato de radio que llevábamos a la playa. ¡Estaba acojonado!", confiesa entre risas.

  • ¿QUÉ PROVOCÓ EL ACCIDENTE DEL EXCÉLTICO MAKELELE?

Así quedó el Ferrari de Makelele tras el accidente que sufrió en Vigo. Ricardo Grobas

En Vigo también existe una leyenda urbana con matices similares a una que ocupa los primeros puestos en el anecdotario español y que alude a un episodio que supuestamente ocurrió durante uno de los programas más exitosos de la historia de la televisión española: "Sorpresa, sorpresa". ¿Quién no recuerda la historia de Ricky Martín, el perro y la mermelada? No hubo pruebas de ello, fue desmentido por Antena 3, la cadena que emitía el espacio, pero aún así hubo espectadores que afirmaron haber presenciado la escena.

El matiz sexual también formó parte de la historia que protagonizó un futbolista del Celta. El 11 de noviembre de 1999, el francés Claude Makelele, que por aquel entonces militaba en las filas del club olívico, sufrió un accidente en la AP-9. Una brusca maniobra en el ramal que se abría a una doble dirección, hacia O Porriño y al barrio de Teis, realizada con su Ferrari F-40 Módena recién comprado, destrozó el vehículo al impactar contra uno de los laterales de la autopista. Afortunadamente, el futbolista, que después ficharía por el Real Madrid, saldría ileso del siniestro. Pero en la memoria colectiva de la ciudad se instaló un rumor que hoy se ha convertido en leyenda urbana. Las malas lenguas atribuían la causa del accidente a los 'juegos' que en el momento de la colisión le estaba realizando una mujer rubia. Obviamente, no hubo testigos de la supuesta acción, y tampoco de la presencia en el coche de esta acompañante.

  • DOS AMIGOS EN EL PUENTE DE TORALLA: "OÍSTES COSTAS, TOCASTES"

Esta leyenda urbana podría atribuirse a muchos adolescentes que no hace muchos años practicaban el salto del puente al mar desde el viaducto que une el arenal de O Vao, con la isla de Toralla. Un 'deporte de riesgo' que requirió en más de una ocasión la atención sanitaria por caídas accidentadas.

La plataforma de Youtube recoge este vídeo de dos amigos que bien podrían ser nuestros protagonistas.

Si bien los que saltan y graban el vídeo mantienen una corta charla, la que supuestamente se convirtió en leyenda urbana, y cuenta con infinidad de testigos asegura que uno de los protagonistas se apellidaba Costas, y ésta sería la conversación que ambos tuvieron según recoge un grupo de Facebook creado para darle entidad a dicha leyenda.

Conversación a la que alude esta leyenda urbana y comentarios de seguidores de este grupo en la red social Facebook.

Como se ve en los comentarios que aluden a este post de Facebook, muchos reconocen el diálogo mantenido por ambos adolescentes, y alguno confiesa haber sido testigo de ese momento, que ya pasará a los anales del anecdotario vigués como una de esas historias de barrio que pudieron suceder o no.

  • Y ADEMÁS...

Karina Falagan con su mascota, un burro que era toda una atracción para los más pequeños en Samil.

Más populares o referidas a comunidades más pequeñas, lo cierto es que las leyendas urbanas que enriquecen este curioso compendio de escasa fiabilidad referido a Vigo cuenta con más capítulos bien de origen religioso, mundano, terrorífico, e incluso de ciencia ficción. Que los leones del zoo se alimentaban de los perros abandonados del refugio de A Madroa, o que había una casa encantada en Nigrán en la que se escuchaban voces forma parte de esas leyendas. También las anécdotas que rodeaban a la figura de la ya desaparecida Karina Falagan, la propietaria del restaurante Jonathan en Samil, que según parece se llevó muchos secretos a la tumba, que alimentaron más si cabe las increíbles historias que de ella se contaban.

También la obsesión de un tal Paco 'Suspensos', examinador en Vigo del test práctico del carné de conducir, que, como reza su apodo, contaba con una pobre nómina de aprobados, que apenas se contaban con los dedos de una mano. Cuenta la leyenda que un familiar había sufrido un atropello, y por eso no pasaba ni una a la hora de examinar a los futuros conductores.

¿Ficción, realidad? Quién sabe...

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