Al menos doscientas personas, la mayor parte de ellas mujeres, llenaron la Colegiata para rendir homenaje a la Virgen María, la patrona de Vigo pese al extendido error de que ese rango corresponde a San Roque. La ascensión a los cielos es considerada como la "conclusión de una vida de fidelidad hacia su hijo y a la palabra de Dios" proclamó tras los primeros salmos uno de los tres sacerdotes que oficiaron la misa solemne.

Los fieles asistieron emocionados a una eucaristía presidida por la figura engalanada de María, que lucía un largo manto azul y diversas medallas en su pecho. La devoción a la Virgen como patrona de la ciudad es desconocida para muchos, pero aquellos que le son fieles hablan de su fe como una parte integral de su vida, e incluso refieren experiencias en las cuales la madre de Dios les ha asistido personalmente. No obstante algunas de las feligresas lamentaban con tristeza que "si se compara con el Cristo de la Victoria, es como si su mamá no existiera" y reclaman el valor intrínseco de este día.

José Calazán, que fuera sacristán de la Concatedral y cuyo hijo ejerce a día de hoy como monaguillo, fue el encargado de ultimar los detalles del atuendo de la figura mariana momentos antes de la celebración. Esta labor, que calificó como "privilegio", marcó para él tan solo el inicio de un "día grandioso, celebrando un misterio que nos llena de esperanza", pues la Virgen "ama al hombre pese a que sus corazones se hayan endurecido". Calazán que ya era devoto de la Virgen en la República Dominicana está transmitiendo el valor de esa fe a sus dos hijos.

La Asunción es una prueba clara de "que la Virgen estará siempre ayudándonos, velando por nosotros", aseguró el párroco en un momento determinado del acto. Éste fue el mensaje que se repitió durante la eucaristía y también en la procesión, a la cual acompañó la Asociación Musical Atlántida de Matamá en su recorrido por el Casco Vello.

Turistas y vecinos siguieron los pasos de los costaleros, todos hombres, por las empinadas calles que rodean al templo con miradas de gran satisfacción y devoción. Algunos de los romeros, como José Neira, participaron en la adoración lejos de su tierra pero con el mismo espíritu. Neira confesó que lleva cuarenta y seis años asistiendo a ella en Bilbao y que al enterarse de su celebración en Vigo había decidido "saber si el sistema de procesiones era diferente".

Los actos del 15 de agosto en honor de la Virgen quedan todos los años eclipsados por los eventos del día de San Roque, cuando según sus devotos tienen tanta o más importancia que la popular romería. Desde la delegación parroquial se lamentan de que la procesión no reciba la suficiente presencia mediática pese a tratarse de la madre de Dios y patrona de la ciudad. Recalcan también la confusión que se ha dado en diversas ocasiones en al atribuir al Santísimo Cristo de la Victoria el cargo de protector de la urbe, lo que suma aún más efectos negativos a la falta cobertura en los medios. A estas quejas se añadió su percepción de que la misa solemne y el posterior recorrido no cuentan con el reconocimiento de las instituciones locales, ya que "echan en falta" su asistencia a los ritos religiosos. En la celebración en honor de la Virgen María en esta ocasión se contó con la presencia de al menos un edil del PP, pero no con representación del gobierno local o del BNG.