Las restricciones de movilidad han marcado el día a día del sector hotelero en la ciudad. Confiados en recuperar una mínima parte de lo perdido a lo largo del año a consecuencia de la pandemia durante las fiestas navideñas, su gozo ha vuelto a caer en un pozo. Si bien la mayoría de hoteles de la ciudad capean la temporada con sus puertas abiertas –solo cinco permanecen cerrados– muy pocos son los turistas que las cruzan. Concretamente la ocupación para recibir a 2021 alcanza un escaso 30% de media, favorecida en buena parte por el turismo local, sustento de los negocios durante buena parte de este año COVID.
La Navidad se había convertido para los hoteles en una estación que no tenía nada que desmerecer al verano. Sin embargo, las restricciones por el coronavirus echaron por tierra las reservas que de un año para otro turistas nacionales y extranjeros realizaban para ver el alumbrado. Cierto es que la Xunta, avalada por el comité clínico, acordó un tímido levantamiento de las restricciones a la movilidad para este Fin de Año, pero la cercanía del anuncio a las fechas festivas y el cierre de comunidades, impidió un impulso en las reservas.
“Las medidas se confirmaron un día antes y como no sea alguna reserva de última hora la ocupación está muy floja. Nosotros en el TRIP Los Galeones tenemos en torno al 10%”
Sostiene que el límite a las reuniones también motivó que muchos encuentros familiares “ya no se harán”. “Al no haber reuniones familiares de más de diez personas y al tener el toque de queda a las 01.30 horas, muchas personas que viven fuera ya no vendrán y por lo tanto no tendrán la necesidad de alojarse en los hoteles. La inmensa mayoría de las familias que pensaban reunirse ya no lo harán”, razona Pereira.
“Las familias que iban a reunirse no lo harán; y por lo tanto, ya no necesitan alojamiento"
Esta situación generó también un cambio en el perfil del huésped, que se centra ahora en parejas de municipio del área en lugar de familias de vacaciones. “Muchas personas al no reunirse con sus familias, estarían solas en estas fechas por lo que buscan pasar un Fin de Año diferente”, explican desde el hotel Puerta del Sol, donde en su caso, sí notaron, aunque levemente, la apertura de la movilidad. “Sí vemos algo más de movimiento, ahora mismo estamos al 33%. Sí es cierto que tuvimos cancelaciones, pero también nos llegaron muchas reservas de golpe; mañana (por hoy) no descartamos alguna más de última hora. El sistema de reservas telemática favoreció mucho el servicio”, amplían desde las instalaciones del Casco Vello.
En el caso del Hotel HN, sus clientes “de siempre” apuntalan el 20% de ocupación con el que cuentan para estas fechas. “Entrará seguro alguno de última hora, tenemos a nuestros clientes de siempre y no esperamos cancelaciones”, sostienen, que junto a familias, destacan también las parejas solas como un perfil dominante.
También aprecian un mayor tránsito de personas desde Alcabre, concretamente, en el hotel Pazo dos Escudos. Su ocupación alcanzará el 25% durante estas fiestas de media y si bien cuentan con turistas locales también grupos de Madrid o incluso Barcelona se comerán las uvas desde sus habitaciones. “Hubo muchas reservas de última hora, esta misma mañana (por ayer) por ejemplo tuvimos varios de Madrid. Contamos especialmente con grupos pequeños o incluso parejas que buscan no hacer lo siempre, pasar un Fin de Año diferente o que se quedan solos por cancelar sus reuniones o encuentros familiares”, explican desde el hotel.
Junto al alojamiento, el servicio de restauración es una de las señas de identidad de los hoteles. Pero en esta ocasión, las restricciones a la hostelería provocará que solo los huéspedes de los hoteles puedan disfrutar de sus menús navideños. “Ni cenas ni celebraciones; al no haber ni poder celebrar cotillones pues solo se limitan las cenas a los propios huéspedes”, explica Pereira.
El turismo luso no cruza la “raia” por Navidad
“Teníamos muchos grupos de turistas portugueses, especialmente para cenas, que han cancelado. Era un gran núcleo"
Un clásico también de la navidad en Vigo eran los grupos de familias portugueses que cruzaban la frontera para poder disfrutar de una celebración en la urbe olívica. Pero este año, los cierres debido al coronavirus, torcieron esta tendencia. “Teníamos muchos grupos de turistas portugueses, especialmente para cenas, que han cancelado. Era un gran núcleo . Teníamos grupos también de Madrid e Ibiza que venían otros años y querían repetir; estaban ya con la reserva media hecha y tuvieron que anular”, explica el presidente de Ahosvi.
Peinador y Renfe, con sus parrillas recortadas
La huella que el COVID ha dejado en dos de las grandes puertas de acceso a Vigo, el aeropuerto y el ferrocarril, siguen muy presentes casi diez meses después del decreto del primer estado de alarma. Peinador, que al cierre de noviembre no llegaba a los 282.300 pasajeros acumulados y arrastraba una caída del 70,1% desde enero, tiene una parrilla bastante más descargada que la de las navidades pasadas. En 2019 el aeropuerto ofrecía conexiones con Madrid, Barcelona, Gran Canaria, Valencia, Bilbao, Palma o Tenerife, entre otros; lejos de la oferta de 2020, marcada, por ejemplo, por la ausencia de la compañía Air Nostrum.
La oferta también se ha visto restringida de forma considerable en el transporte ferroviario. Vigo todavía no ha recuperado la segunda conexión Alvia directa con Madrid ni el tren Hotel.
Un año en blanco para el tráfico de cruceros
Aunque el Puerto de Vigo ha conseguido cerrar el año con datos que invitan al optimismo, uno de sus tráficos más sensibles para la hostelería sigue de capa caída: el de cruceros. El impacto del COVID en el sector ha sido contundente. En junio, por ejemplo, la ciudad sumaba ya 41 cancelaciones de atraques previstos en la ciudad. El año se cierre con solo 7 escalas, frente a las 68 de 2019, según Puertos del Estado. A las puertas de 2021 la situación de los grandes operadores sigue marcada igualmente por el coronavirus, aunque con la atención puesta en otra palabra clave: vacuna. El sector fija para 2020 su plena normalización, pero con la esperanza de que hacia la primavera puedan detectarse los primeros signos de un punto de inflexión. El puerto espera recibir al menos 60 escalas –programadas– para la temporada de 2021.
El sector, bajo mínimos y sin sus grandes citas
Hace un año los hoteles de Vigo encaraban 2021 con un optimismo perfectamente justificado. Repuntaba el flujo de viajeros de negocios, congresos y ferias y sus grandes “motores” –las fechas que les permiten salpicar su calendario con días en los que cuelgan el cartel de “no quedan plazas”– también acumulaban un alcance cada vez mayor. Crecía Conxemar, por ejemplo, -O Marisquiño o la campaña de las Navidades. A nivel internacional incluso las Cíes gozaban cada vez de mayor proyección. El COVID hizo descarrilar esa tendencia en 2020. A lo largo de los últimos meses algunos alojamientos han decidido dejar su actividad bajo mínimos o cerrar de forma temporal por la falta de actividad. En noviembre los datos del INE reflejan aún un desplome del 72% en el flujo de visitantes.
