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Beatriz Pelaz Investigadora principal del Centro singular en investigación en Química Biolóxica e Materiais Moleculares (CiQUS)

“Trabajamos en una herramienta para copiar de los virus y hacer nanomedicinas más eficientes”

“Se precisan programas sostenidos en el tiempo para la retención de talento si queremos atajar la fuga de cerebros”, indica

La premiada Beatriz Pelaz. | FARO

La investigadora del Centro Singular en Investigación en Química Biolóxica e Materiais Moleculares (CiQUS) de la Universidade de Santiago de Compostela, Beatriz Pelaz, acaba de ser galardonada con un premio de la Real Sociedad Española de Química: le ha distinguido con la mención “Joven Investigadora” y en la modalidad de “líder de grupo”. Pelaz asentada en Galicia por su trabajo, lidera el grupo BionanoTools desde 2019 como investigadora Ramón y Cajal.

–Trabajan con materiales “inteligentes”. ¿Cuáles son las potenciales aplicaciones de estos en Medicina y Biología?

–El grupo de investigación que dirijo está centrado en materiales moleculares y química biológica y el objetivo de la investigación es el desarrollo de “materiales inteligentes” que se puedan controlar de forma remota. Nanomateriales, para bioaplicaciones. Tenemos varias estrategias abiertas para nuevas terapias con la liberación controlada de fármacos, por ejemplo.

–Existen precedentes en Sanidad, como los implantes que liberan insulina.

–Digamos que, salvando todas las distancias, hacemos una especie de robots pequeñitos a quienes decir cuándo tienen que funcionar, usando un estímulo como luz, un ultrasonido o un campo electromagnético que indica: ahora. Y genera una respuesta que luego podemos identificar. Aún estamos lejos de la aplicación clínica, aunque se espera que sean implantables. Dependiendo de la aplicación final que busquemos, desarrollaremos la investigación con un material u otro.

–¿Cree que esos nanorrobots acabarán incoporándose a los tratamientos y pruebas de los hospitales?

–Idealmente, este tipo de nanosistemas pueden ser la base para muchas terapias, pero también de vacunas, desarrollo de sensores o como agentes de contrate. Son muy versátiles.

–Participa en el proyecto REAP, uniendo esfuerzos con otros cinco países europeos, para desarrollar un sistema para identificar células que generan resistencia al tratamiento contra el cáncer.

–Sí, en particular en BioNanoTools en el CiQUS nos encargamos de la preparación de agentes de contraste que sean capaces de detectar estas células persistentes.

– Lidera usted también el proyecto Spacing financiado con 1,5M€ por el selectivo programa Starting Grant del Consejo Europeo de Investigación. ¿Cuál es el objetivo?

–Ser capaces de desarrollar nanomedicinas más eficientes. Queríamos entender mejor cómo interaccionan los nanomateriales con las células y, para ello, técnicamente, no teníamos todas las herramientas. Nos propusimos desarrollar nanoimpresoras con ‘origamis’ de ADN que sean capaces de imprimir moléculas en la superficie de las partículas con un orden en concreto. Si fuéramos capaces de imprimir moléculas imitando los patrones que presentan en las cúspides alguno los virus, podríamos copiar cómo funcionan. Y así, aprender de estos para hacer materiales más eficientes. Ése es el objetivo: poder desarrollar la tecnología que nos permita copiar materiales más eficientes.

–¿A qué se podrían aplicar?

–Pues, por ejemplo, a hacer nanomedicinas más eficientes. Poder liberar los fármacos dónde y cuándo nosotros creemos.

– Como postdoctoral y luego como como investigadora del programa Humboldt, estuvo en una universidad alemana de 2012 a 2016. ¿Qué le aportó a su carrera?

– Esa estancia, como miembro del grupo del Profesor Wolfgang J. Parak en la Philipps-Universität Marburg me aportó trabajar con una referencia internacional en nanociencia que fue muy enriquecedor per se. Me parece fundamental que los investigadores experimentemos cómo funcionan otras instituciones. Por suerte, trabajo en un campo altamente interdisciplinar, con el que tengo la oportunidad de contacto con científicos de todas las áreas, lo que ofrece diferentes puntos de vista a la hora de afrontar un trabajo; piezas distintas para que el puzzle encaje. Como colíder del grupo BionanoTools junto a Pablo del Pino, ambos tenemos formaciones distintas y visiones distintas a la hora de afrontar los problemas. A mí, me ha hecho crecer como científica. Actualmente somos unas veinte personas en el grupo y a la hora de captar talento, buscamos a profesionales con diferente perfil: biólogos, nanotecnólogos, químicos, farmacéuticos y físicos.

–Hay jóvenes con mucho talento científico pero las mujeres líderes de grupo siguen siendo minoría. ¿Por qué?

–Estamos viendo que hay muchos científicos jóvenes en este país con trayectorias excelentes. También se demuestra en el resto de los galardonados en este premio y el altísimo nivel de las candidaturas. Está claro que el número de mujeres líderes es muy inferior y en ciencia en particular, más. A mí me gusta creer que están cambiando las tornas, pero es un proceso lento. Espero que, poco a poco, más niñas y mujeres jóvenes se embarquen en el mundo de la ciencia y sean valientes para liderar grupos de investigación. Pero hay cuestiones en términos de conciliación que tendrían que cambiar antes.

–Se habla de nuevo de la fuga de talento. Una investigadora con un currículo como el suyo, ¿aspira a hacerse un hueco en la ciencia en España?

–Es evidente que tiene que haber programas continuados en el tiempo de retención de talento para que no haya fuga de ‘cerebros’.

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