Entrevista | José Luis Chan Director xeral de Planificación e Ordenación Forestal

“La ordenación forestal no es solo un requisito legal, sino que permite obtener rendimiento”

“Las plantaciones ilegales de eucalipto no son exageradas; hay miles de propietarios”

José Luis Chan en el vivero de la Xunta en Oroso. |   // XOÁN ÁLVAREZ

José Luis Chan en el vivero de la Xunta en Oroso. | // XOÁN ÁLVAREZ / X. A. Taboada

X. A. Taboada

X. A. Taboada

El director xeral de Ordenación Forestal sostiene que la sociedad gallega está cada vez más concienciada sobre la conveniencia de una explotación racional del monte. Este año la Xunta tendrá los primeros datos de su inventario de bosques

–En diciembre de 2020 finalizó el plazo para que los propietarios de monte forestal inferior a 15 hectáreas se adhirieran a alguna de las fórmulas de ordenación que tiene la Xunta, pero en total esta superficie apenas suma 35.000 hectáreas en toda Galicia...

–En la Lei de Montes se fijaba ese plazo y una vez cumplido quedaban prohibidos los aprovechamientos comerciales de madera mientras no se dotaran de algún instrumento de ordenación. Pero en febrero de 2021 se le dio una vuelta a los modelos silvícolas disponibles para adherirse y se produjo un salto cualitativo. En 2020 teníamos poco más de 10.000 hectáreas y en 2021 rondamos las 35.000 y son cerca de 70.000 referencias catastrales, lo que hay que poner en valor.

–El trámite de adhesión es muy sencillo, pero siguen siendo pocos los titulares que cumplen con esta obligación legal para poder explotar sus masas forestales.

–Como en otros casos, siempre se espera al final, hasta que tenemos que desarrollar la actividad. Pero ahora notamos una inquietud por parte de los propietarios particulares para adherirse a los modelos silvícolas, que aparte de ser un requisito legal aportan información sobre el manejo de las especies forestales, sus cuidados y códigos de buenas prácticas para cumplir con otras obligaciones, como control de plagas, depósitos de plásticos… Aunque hay un porcentaje absentista estamos avanzando a pasos agigantados.

–Habla de absentismo, ¿pero tiene algo que ver el abandono del medio rural, el desinterés?

–Claro que influye, pero centrándonos en el aprovechamiento de la madera, que es la principal actividad forestal en Galicia, estamos en torno a los diez millones de metros cúbicos movilizados, hay sobre 90.000 referencias catastrales vinculadas anualmente con más de 60.000 solicitudes… Esa madera supone más del 50% de la que se corta en España y está en la media europea.

–En todo caso, esa adhesión, que es gratuita, requiere compromisos en el control de plagas, con la densidad, las podas, la silvicultura o las talas…

–Hay que interpretarla como un instrumento de gestión planificada del monte y una previsión de lo que se tiene que hacer para que sea sostenible, pero también para obtener rendimientos. No solo es tener los montes ordenados y con usos acordes a la legislación, sino poder obtener una producción satisfactoria.

–En el Consello Forestal se acordó crear un grupo de trabajo para regular los usos sociorrecreativos y se plantea una especie de licencia autonómica y un seguro para dar acceso libre a los montes. ¿Tiene recorrido este planteamiento?

–El propio Plan Forestal prevé un marco regulatorio que permita esa actividad sociorrecreativa. En esa línea, el grupo de trabajo va a explorar qué posibilidades, qué líneas de desarrollo se deben tener en cuenta para facilitar ese uso, pero vamos a esperar a sus conclusiones y después se verá que regulación se hará. Pasear y realizar una actividad normal en el monte se puede hacer sin ningún problema, pero es cierto que hay clubs de motociclismo, de trial, de todoterrenos o de bicicleta que lo quieren hacer en una actitud deportiva y eso puede poner en riesgo ese uso sosegado de los que hacen senderismo, con lo cual es necesario compatibilizar estas actividades y con los derechos de los propietarios y la producción del monte. Vamos a darle tiempo porque no es fácil, pero tampoco imposible.

–El pasado año se aprobó la moratoria del eucalipto y la Xunta incoó 646 expedientes entre enero y noviembre por plantaciones irregulares, más que en 2019 y 2020 juntos.

–Antes de incoarlos hay apercibimientos, por escrito y verbales, y se da la oportunidad de corregir esa plantación ilegal. Mucha gente tiende a saltarse las normas, como las de tráfico, y conviene considerarlo con cierta normalidad. Pero como hay miles de propietarios, tampoco me parece nada exagerado la cifra de infracciones y la gente está concienciada.

–¿En qué estado se encuentra la elaboración del inventario forestal?

–Tuvimos un pequeño obstáculo en la compra de imágenes por satélite porque se exige nubosidad cero para identificar las masas forestales y el verano pasado fue particular y no todas las imágenes son sin nubes. Tenemos en torno al 70% del territorio fotografiado correctamente y vamos ahora, una vez broten las frondosas, a extender esa situación el 100%. Pero a lo largo del segundo semestre empezaremos a tener datos que nos permitan definir la distribución por especies y cálculos de masas.

–Una de las acciones del Plan Forestal es reducir un 5% la superficie de eucalipto y aumentar en 60.000 las hectáreas de frondosas y en 20.000 las de coníferas. ¿Encuentran receptividad en los dueños?

–El objetivo es a 20 años y hay que tener siempre presente ese marco temporal. La sociedad también va avanzando hacia una mentalidad más ambiental, más abierta en cuanto a la gestión forestal y entendemos que son objetivos cumplibles. No va a haber problema.

–Cambiar las dinámicas en Galicia cuesta...

–Si hablamos de reciclaje, hace 20 años la situación no se parecía a la de ahora. A la sociedad hay que ir planteándolo objetivos.

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