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Galicia

La pandemia disparó el gasto de la Xunta el pasado año en 2.900 millones de euros

El conselleiro de Facenda, Valeriano Martínez, y el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo

El desembolso final en las cuentas autonómicas superó los 14.710 millones, un 25% más de lo previsto | Sanidad, educación, empresas y políticas sociales precisaron dinero extra

La irrupción del coronavirus descuadró el pasado año por completo las cuentas de la Xunta. La atención sanitaria necesitó inyecciones extra de dinero para combatir el virus y además la crisis económica obligó a incrementar los apoyos al tejido productivo y dar amparo a las familias vulnerables. Al final del año la Administración autonómica gastó 2.900 millones de euros más de lo que tenía previsto inicialmente. El desembolso ascendió en total a 14.710 millones de euros, la cifra más alta de la historia de la comunidad autónoma.

La pandemia disparó el gasto de la Xunta el pasado año en 2.900 millones de euros Simón Espinosa

Y eso que los presupuestos de 2020 fueron diseñados ya con carácter expansivo. Tras las restricciones económicas a las que obligó la recesión de 2008, se empezó a aflojar el cinturón y la cifra inicialmente consignada en las cuentas del año pasado fue ya de por sí elevada: 11.812 millones de euros. Aún sí, se quedó corta cuando irrumpió la pandemia y el gasto final se disparó un 25 por ciento, según los datos de ejecución presupuestaria referidos a Galicia del Ministerio de Hacienda.

Este dispendio tiene su aval en el cambio de estrategia de la UE a la hora de afrontar la crisis del COVID-19. Si en la recesión de 2008 se apostó por la austeridad, ahora la prioridad es alimentar la recuperación con mayor gasto público. Además se han relajado las normas de estabilidad presupuestaria y los objetivos de déficit, lo que ha permitido a la Xunta incrementar su presupuesto sin cortapisas.

El techo de gasto de la Xunta Fuente: Consellería de Facenda. En millones de euros

La Consellería de Facenda explica que el “presupuesto inicial puede variar durante el año”. “Es algo habitual”, añaden. De hecho, en ocasiones anteriores el Consello de Contas llegó a criticar que la Xunta abusaba de las modificaciones presupuestarias para alterar las cuentas. Sin embargo, nunca el desvío respecto a la previsión inicial del gasto fue tan elevado como en 2020. En 2019 fue ya excepcionalmente alto con 1.700 millones adicionales, pero en 2018 habían sido solo 241 millones y en 2017 rondó los 155 millones, cifras todas muy por debajo de los 2.898,3 millones de desembolso extra durante el año de la pandemia.

La sanidad es la que más recursos ha necesitado. Para afrontar la pandemia el Sergas ha tenido que reforzar su plantilla y comprar más material y suministros. Solo en diciembre, según consta en las modificaciones presupuestarias de ese mes, la Xunta ha elevado en más de 650 millones de euros el gasto sanitario, cifra que se suma a otros 130 millones ya desembolsados desde septiembre.

El grueso de este desembolso adicional en sanidad ha sido para el pago de nóminas, pero también hay partidas importantes para la compra de material sanitario, suministros y para costear un incremento en el gasto en recetas.

La enseñanza también ha tenido que armarse contra el coronavirus. Han tenido que adquirir nuevos ordenadores, incrementar la plantilla de profesores y dotar a los colegios de sistemas de protección contra el COVID. En diciembre la Xunta movió 121,6 millones para sufragar los gastos en educación.

Pero además el Gobierno autonómico ha tenido que salir al rescate de empresas y autónomos y, al mismo tiempo, intensificó las ayudas a dependientes, mayores y familias vulnerables. Se articuló “un bono alimentos” para las personas con menos recursos, se reforzó la ayuda al hogar, se habilitaron ayudas para pagar el alquiler a colectivos desfavorecidos, etc. A final de año se modificaron los presupuestos gallegos de 2020 para destinar 40 millones más a políticas sociales.

Estas aportaciones adicionales se hacen con cargo al fondo de imprevistos de la Xunta, se recurre a partidas sin usar de otros ámbitos o simplemente se genera nuevo crédito para sufragarlas.

Los ingresos solamente crecieron un 10%, generando un déficit de 1.708 millones de euros

Si los gastos se dispararon, los ingresos también crecieron debido a que Galicia recibió mayor financiación del Estado. Sin embargo, el dinero que entró en las arcas autonómicas aumentó mucho menos. De los 11.812 millones previstos en 2020 se pasó a 13.000 millones, es decir, 1.189 millones más.

Este crecimiento del 10 por ciento en los ingresos es muy inferior a la subida del 25 por ciento que se registró en los gastos. De esta manera, la Xunta cerró el año con un déficit de 1.708 millones de euros.

Además de la transferencia de más fondos del Estado, también hubo mayor recaudación de la prevista. La reforma del IRPF permitió a la Xunta ingresar 34,8 millones más de lo previsto y obtuvo otros 66,1 millones más de IVA que lo presupuestado inicialmente. En comparación con el año anterior, Galicia recaudó un 12 por ciento más de IRPF y un 4,8 por ciento más de IVA.

Más de 437 millones quedaron pendientes y serán reprogramados

A pesar de que se disparó el gasto por la pandemia, hubo partidas consignadas en los presupuestos que no pudieron ejecutarse y serán reprogramadas. En total, suman 437 millones de euros que se incorporaron a las cuentas de este año. ¿Cómo es posible que necesitándose más dinero para la pandemia, haya partidas que quedaran sin gastar?

La Consellería de Facenda explica que el “presupuesto es limitativo y vinculante en el gasto, es decir, no es una bolsa global, que se pueda gastar en lo que se quiera, sino que tiene que dedicarse a los destinos aprobados por su ley”.

Esto significa que por culpa de la pandemia hubo programas o actuaciones previstas que no se pudieron ejecutar. Ese dinero no se pierde, sino que su gasto queda aplazado. Así, en las modificaciones presupuestarias de diciembre se acuerda dar de baja 305 millones de euros de distintas consellerías y pasarlos al fondo de imprevistos. Por otro lado, se da cuenta de otros 132 millones sin gastar de las entidades instrumentales. Los créditos en ningún caso se pierden o se dejan de gastar, sino que se dan de baja para reprogramarlos para el año siguiente”, explica Facenda.

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