Feijóo no lo tenía fácil en Vigo, donde recibe críticas a diario de un alcalde con mayoría absoluta y ha sufrido un importante desgaste por las protestas ciudadanas sobre el funcionamiento del Hospital Álvaro Cunqueiro. Su éxito ha consistido en contener daños. El PP salva la cara pero sigue muy erosionado. Debe tomar buena nota y corregir errores.

En Marea se consolida como fuerza mayoritaria de la izquierda en todas las convocatorias salvo en las municipales, donde el resultado del PSOE vigués no se mide por siglas sino por el apoyo al candidato. La coalición tiene aquí su principal granero de votos en generales y autonómicas; mayor que donde gobierna. El mal resultado de Leiceaga no llega a la debacle anunciada, con el aparato del partido en Vigo en contra. Aún así los socialistas viven horas muy bajas.