El gran salto de Cooke: dos meses para cerrar la compra de Pescanova

La “due diligence” ajustará los términos de la operación | La penetración de la empresa en EE UU abre a la marca gallega un mercado en alza, donde genera un 9% de sus ventas

El buque factoría “Gordon Jensen”, de la filial de Cooke Icicle Seafoods.

El buque factoría “Gordon Jensen”, de la filial de Cooke Icicle Seafoods. / COOKE INC.

Lara Graña

Lara Graña

El norteamericano es un mercado core para toda la industria gallega de elaborados de productos del mar. Profand, Orbe, Iberconsa o Mascato han apostado por un país con más de 330 millones de consumidores potenciales y que en 2020 alcanzó un consumo per capita de 19 kilos al año, de acuerdo a la National Oceanic and Atmospheric Administration (NOAA). En el plan estratégico 2016-2020 Todos a Una, Nueva Pescanova contaba con sumar unas ventas allí de 135 millones de euros. No se alcanzó ese volumen –esa hoja de ruta quedó lejos de cumplirse, en todos sus parámetros–, pero el crecimiento de la compañía en Estados Unidos ha sido evidente tras la llegada de Chris Maze a la filial. La facturación representa en este caso en torno al 9% del total para la pesquera, equivalente a unos 100 millones de euros, con la irrupción en retailers (distribuidoras minoristas) como CostCo, Metro o Aldi. Es un avance notable, dada la complejidad de entrar en los súpers norteamericanos con marca propia, pero que cogerá un fuerte impulso a medio y largo plazo. Y será de mano de la capilaridad de Cooke Inc, futura propietaria de la multinacional gallega, en ese mercado. Es un factor de complementariedad que también ha animado la venta de Pescanova en favor del grupo canadiense, y que se cerrará en pocas semanas.

Así lo anticiparon tanto Abanca como, en declaraciones a FARO, la propia Cooke. En concreto, el proceso de due diligence (una auditoría externa y en detalle) está previsto que esté culminado en unos dos meses, para cuando podrán formalizarse todos los términos de la compraventa, con los ajustes que procedan en la bidding offer (oferta de compra) inicial. El control de Nueva Pescanova quedará en manos de esta empresa familiar, capitaneada por Glenn Cooke. La entidad financiera permanecerá en el accionariado pero retirará la compañía de su perímetro de consolidación. El análisis de las tripas de la pesquera gallega será exhaustivo pero no sorpresivo, toda vez que los interesados en la compra –como Iberconsa y Red Chamber– tuvieron acceso ya a los libros del grupo que preside de momento José María Benavent, como es habitual en este tipo de procesos. Desde New Brunswick no hay dudas de que la adquisición se llevará a término.

La toma de control en Pescanova proporcionará a Cooke el acceso directo y en origen a materia prima clave en el mercado norteamericano. En este país el consumo de productos del mar está liderado por los langostinos, que el grupo canadiense cultiva y faena en Centroamérica y Argentina, respectivamente, al igual que Pescanova. Pero la gallega dispone aquí de más capacidad en tierra y en alta mar, además de contar con flota extractiva marisquera en Angola y Mozambique. Cooke reforzará así su integración vertical, con la posibilidad de incorporar a su portfolio y sin intermediarios otras especies como el rodaballo, merluza de Namibia o la pota, así como de consolidarse en un mercado europeo donde la marca Pescanova ya abrió camino hace décadas y está consolidada.

El norteamericano es el mercado que más productos de pesca importa al año

Es una ventana de oportunidad que el holding canadiense no quiso dejar escapar, con una mejora de su oferta inicial, y que se convertirá en la mayor operación de crecimiento inorgánico de su historia. Después de la quiebra de las filiales salmoneras de Pescanova, Acuinova Chile y Nova Austral, la pesca española se quedó sin acceso directo a este recurso. La de salmón es la segunda proteína más consumida tanto en España como en Estados Unidos, por ejemplo, y una de las de mayor proyección a nivel global. Y ningún país del mundo, como constata el portal de comercio exterior de Naciones Unidas (Comtrade), se gasta tanto dinero al año en la importación de pescado como el estadounidense. Con más de 25.000 millones de dólares a cierre de 2022 (casi 23.000 millones de euros, al tipo actual de cambio), por encima de China, Japón y España.

La operación dará a luz a un coloso, capaz de encararse en ingresos a multinacionales como Maruha Nichiro, Mowi (la antigua Marine Harvest) o Nissui (antes Nippon Suisan Kaisha). Aunque no se disponen datos actualizados de Cooke Inc, se estima que la integración de Nueva Pescanova le permitirá acariciar los 5.000 millones en ingresos.

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El grupo Novanam es el que agrupa las actividades extractivas, de elaboración y logística de Nueva Pescanova en Namibia, país donde se asentó hace más de tres décadas y donde opera desde los puertos de Lüdertiz y Walvis Bay con flota congeladora y de fresco. Esta subsidiaria ha recibido ahora el estándar FISH (Fairness, Integrity, Safety & Health), que reconoce las buenas condiciones a bordo de sus 300 tripulantes, informó la empresa en un comunicado. “FISH representa cuatro principios: prácticas laborales socialmente responsables y comportamiento ético, el establecimiento de condiciones de servicio justas para todos los marineros, garantías de seguridad y salud para todos ellos y la provisión de alojamiento, agua y alimentos decentes”, abundó en la nota.Para el director gerente del grupo Novanam, Edwin Kamatoto, la asignación de este estándar prueba que la compañía está “a la vanguardia de la sostenibilidad en su aspecto social”.

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