El área de Vigo se posiciona para acoger la primera planta de coches de BYD en Europa

El “gigante” chino, líder mundial en vehículos eléctricos, sondea ubicaciones en España y en otros países como Hungría, Alemania, Francia o Polonia | Asturias, sobre la mesa

Adrián Amoedo

Adrián Amoedo

El primer fabricante mundial de vehículos eléctricos podría desembarcar en España en los próximos meses. Y el área de Vigo, principal núcleo de automoción del país, se ha posicionado ya para dar cabida a una inversión que será multimillonaria. En pleno asalto de las marcas chinas al mercado europeo, la compañía BYD (siglas para Build Your Dreams) está sondeando ubicaciones para la que sería su segunda fábrica en el continente después de la que tienen de autobuses en Hungría y la primera instalación centrada en la fabricación de coches cero emisiones. Precisamente el país del este de Europa es uno de los principales competidores de Galicia en la carrera por hacerse con el fabricante, que también está analizando otras regiones españolas, como Asturias.

Más de una quincena de marcas chinas están viendo su oportunidad de asaltar el mercado europeo con sus vehículos eléctricos. Una entrada constante en los últimos meses de la que vienen alertando los fabricantes locales. Uno de ellos fue el propio CEO de Stellantis, Carlos Tavares, que en más de una ocasión avisó de la dura competencia que suponen, con precios más agresivos, un menor coste de producción, mayor acceso a las materias primas para baterías y, sobre todo, una “alfombra roja” arancelaria, como él mismo definió.

Entre esas empresas se encuentra BYD, estrella esta semana en el salón de Shanghai Auto Show y una de las marcas que ya está presente en el mercado español. Hasta ahora, ya ha presentado aquí los modelos Atto 3 y Tang, dos SUV (o todocamino), y el Han, una lujosa berlina. Una oferta que completa ahora otros dos coches más, el Dolphin y el Seal.

Pero, ¿quién es BYD? La multinacional con sede central en la ciudad de Shenzen (al sur de China, pegado a Hong Kong), comenzó su andadura en 1995 desarrollando baterías. Su salto a la fabricación de coches tuvo lugar siete años más tarde, en 2003, cuando fundó una de sus dos subsidiarias principales, BYD Auto, tras la compra de la firma local Qinchuan Automobile Company.

Aunque comenzó con vehículos a combustión, solo tres años después ya habían puesto en venta su primera unidad eléctrica, el BYD F3, que los situó en el mapa tanto en su país como en el mundo. Veinte años después, su facturación el año pasado alcanzó los 16.600 millones de yuanes (2.200 millones de euros al cambio actual), cifra que representa un aumento del 446% respecto a 2021.

Aunque la idea de BYD era desembarcar en la UE a través de Marruecos (proyecto del que no se sabe nada desde 2017), la vicepresidenta del grupo, Stella Li, trasladó a finales del pasado año sus planes para Europa. En una entrevista con Bloomberg, Li explicó que BYD quiere una fábrica propia en el continente y que incluso podrían ser dos.

Preselección

Ya a principios de marzo la idea cogió todavía más fuerza de la mano del conglomerado en Europa, Michael Shu. Además de anunciar la intención de la firma de llegar a vender 800.000 automóviles al año en Europa para 2030, el mandatario informó al Financial Times de la preselección de ubicaciones en Alemania, Francia, Polonia, Hungría y España. Cinco países que mezclan tradición automovilística por un lado o un carácter low cost por el otro. De hecho, Hungría es hogar de la primera instalación fabril de BYD en la UE, con una fábrica de autobuses eléctricos inaugurada en 2017 en la ciudad de Komarom, en el norte, tras una inversión de 20 millones de euros.

Aunque la semana pasada Expansión avanzó el interés de BYD por establecer una gigafactoría de baterías en España, según pudo saber FARO el objetivo del gigante asiático es el de fabricar coches. Y en esa quiniela, el sur de Galicia puja fuerte por el que sería el segundo fabricante de la comunidad después de Stellantis Vigo (sin contar a Urovesa, especializado en vehículos y camiones principalmente para defensa).

Junto al área de Vigo, otro serio candidato en España está en Asturias. El Principado lleva tiempo queriendo atraer a un fabricante y recientemente la secretaria de Asuntos Económicos y G20 del Gabinete de Presidencia del Gobierno, Ana Arias Urones, aseguró a La Nueva España –medio del mismo grupo editorial que FARO– que la posibilidad es ahora más real que nunca. “Desde La Moncloa estamos trabajando en varios proyectos en los que Asturias es uno de los potenciales candidatos para inversiones muy grandes en hidrógeno verde y el coche eléctrico”, concretó.

Falta por saber si la intención de BYD es la de presentar un proyecto en el marco del Perte VEC (Vehículo Eléctrico y Conectado) para la planta. De ser así, la decisión sería en cuestión de semanas, puesto que la segunda convocatoria –a la que también aspira Stellantis Vigo– está al caer.

Albo inaugura la “megaconservera” de la Plisan

Albo inauguró ayer de forma oficial su nueva megaconservera en la Plataforma Loxística e Industrial de Salvaterra / As Neves (Plisan). Las instalaciones, de 25.000 metros cuadrados, la convierten en una de las plantas “más grandes y modernas” de la industria conservera gallega, según destacó en el acto el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda.

La firma viguesa, comprada en 2016 por el grupo chino Shanghai Kaichuang a cambio de unos 61 millones de euros, inició el año pasado su producción en las nuevas instalaciones, en las que invirtió 30 millones de euros. Sin embargo, su inauguración no tuvo lugar hasta ayer.

Inauguración de la planta de Albo en la Plisan, con Rueda y Besteiro en primera fila. |  / D. CABEZÓN

Inauguración de la planta de Albo en la Plisan, con Rueda y Besteiro en primera fila. / | / D. CABEZÓN

“Se trata de una apuesta ganadora de una empresa que quiere ser referente mundial”, destacó Rueda, que estuvo acompañado por el vicepresidente primero y conselleiro de Economía, Industria e Innovación, Francisco Conde, así como las conselleiras de Medio Ambiente, Territorio e Vivenda, Ánxeles Vázquez, y do Mar, Rosa Quintana. Al evento, que contó con la presencia de los responsables del conglomerado asiático, asistió también el delegado del Gobierno en Galicia, José Ramón Gómez Besteiro.

“Representa un volver a empezar con la experiencia, la solvencia y el reconocimiento logrado año tras año por la familia Albo y sus trabajadores”, señaló.

En su intervención, celebró el “salto adelante” de Conservas Albo. “Representa un volver a empezar con la experiencia, la solvencia y el reconocimiento logrado año tras año por la familia Albo y sus trabajadores”, señaló. También asistieron el delegado de Zona Franca, David Regades, y el presidente de la Autoridad Portuaria de Vigo, Jesús Vázquez Almuiña.

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