Cada una de las cinco demarcaciones en las que se divide el espacio marítimo español tendrá un plan de ordenación individualizado, los POEM, a modo de inventario con los usos y actividades existentes ahora mismo y los que pueden sumarse en el futuro en esas zonas. Su elaboración ha levantado mucho interés porque por primera vez se identificarán los lugares idóneos para la implantación de parques eólicos offshore, teniendo en cuenta tanto el potencial del viento como la compatibilidad del aprovechamiento energético con los valores ambientales y el resto de sectores, especialmente la pesca. El Gobierno prevé la aprobación definitiva de los POEM después del verano para poder así lanzar la primera subasta de polígonos para instalaciones flotantes a principios del próximo año, aunque el último borrador adelantó ya la presencia de recurso de calidad en buena parte de la franja marítima de Galicia, donde hay cinco espacios teóricamente aptos repartidos frente al Val Miñor, Ortegal y la costa de A Mariña. A la espera de conocer la decisión definitiva, la comunidad suma un nuevo proyecto de eólica marina con 1.000 megavatios (MW) de potencia impulsado por Cobra.
La antigua filial de ACS, en manos ahora del holding francés de construcción, concesiones y energía Vinci, presentó en el Ministerio para la Transición Ecológica su propuesta para desarrollar el parque eólico marino Galwind “en las provincias de Lugo y A Coruña”. Como promotor figura la sociedad Instalaciones y Servicios Moscardo III, que, según el Registro Mercantil, tiene de socio único a Cobra Instalaciones y Servicios y a Zero-e Proyectos Visigodos –en su momento bajo el paraguas también de ACS– de administrador. El representante es Luis Rein Rojo, director general de Cobra Concesiones y CEO de Zero-e.
Esa es toda la información que hay. Cobra, que se encargó de la obra y puesta en marcha del parque flotante Kinkardine con estructuras flotantes de Navantia Fene en la costa escocesa de Aberdeen, ha respondido de momento a la petición de más datos por parte de FARO y Transición Ecológica tardará todavía unos días en publicar el Documento Inicial de Proyecto que da el pistoletazo de salida a la tramitación. En él se suele detallar, entre otras cuestiones, la ubicación exacta, la justificación del parque y un primer diagnóstico medioambiental. La compañía acaba de presentar también a través de la misma sociedad promotora otro parque eólico marino de 1.200 MW en la provincia de Girona.
Con el de Cobra van cuatro propuestas para explotar la eólica en el espacio marítimo de Galicia, la comunidad más fértil en viento de la Península. Iberdrola tiene dos parques en tramitación, ambos de 490 MW y una producción que ronda los 1.500 gigavatios/hora (GWh). San Brandán integra 35 aerogeneradores semi-sumergibles en la costa de Cedeira y Cariño y San Cibrao suma idéntico número de molinos entre Estaca de Bares y Ortegal.
Por ahí también prevén ubicar Blue Float y Sener su complejo de offshore flotante Nordés de 1.200 MW. Su proyecto contempla dos fases. En la primera se pondrían en marcha 35 aerogeneradores y 45 en la segunda. La electricidad generada a lo largo del año, unos 4.800 GWh, equivale a cerca del 30% de todo el consumo de Galicia. “Desde Parque Nordés estamos trabajando con todas las administraciones, organismos, asociaciones y entidades interesadas de la zona para lograr juntos un consenso en su definición, de forma que se beneficie al conjunto del territorio y su gente en el contexto de la sostenibilidad ambiental”. defienden sus impulsores.
A pesar de la entrega de los documentos iniciales, ninguno de ellos acabará la travesía en la administración hasta que Transición Ecológica modifique la normativa de las autorizaciones de eólica marina. La “Hoja de ruta para el desarrollo de la eólica marina y de las energías del mar en España” recoge un objetivo de entre 1.000 y 3.000 MW funcionando en 2030.
