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El “Evrima” permanece en el mismo muelle desde el 20 de marzo, y prevé subir a dique seco en dos semanas.Cedida

Prothero reemplazó a auxiliares de Vigo en Cantabria por cerca de 50 nuevas contratas

La construcción del crucero Evrima soporta, hasta la fecha, dos desviaciones de presupuesto. Los fondos de la primera, por encima de los 80 millones de euros –incluía penalizaciones, una especie de compensación dada a sí misma por la naviera Cruise Yacht– se agotaron pronto. En octubre del año pasado se detectó el segundo sobrecoste, ahora por 49 millones de euros, desembolsados por el pool bancario gracias al aval del Cesce (Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación). La partida, validada en junio, permitió la reanudación de los trabajos de construcción del buque, ya lejos de las instalaciones de Hijos de J. Barreras. Y sin rastro del compromiso del CEO de la naviera y ex presidente ejecutivo del astillero vigués, Douglas Prothero. “Esperamos trabajar con el equipo de Barreras y los numerosos proveedores de Galicia, de otras partes de España y del mundo mientras nos embarcamos en este nuevo viaje juntos”, declaró tras el acuerdo de refinanciación, hace algo más de un año. Poco rastro hay de las auxiliares gallegas en Santander, donde se terminará el crucero de ultralujo. De las casi 360 personas que esta semana operaban a bordo del Evrima, el rastro de la industria viguesa era testimonial, con una quincena de proveedoras fichadas ex novo por el equipo de Prothero. En el listado de firmas reclutadas para el crucero figura otra treintena, la mayoría cántabras, encargadas de tareas antes adjudicadas al naval gallego.

En suma, casi medio centenar de empresas incorporadas a un proyecto con el que el sector aspiraba a consolidar un nuevo nicho de mercado, el de los minicruceros premium, que saltó por los aires con la decisión de Prothero de llevarse el barco con la falsa promesa de retornar a Vigo en un plazo de un mes. “La mayor parte de las empresas extranjeras están con trabajadores de Europa del este, es así”, apuntan fuentes conocedoras del proyecto. La proveedora con mayor volumen de operarios es Trident, con base en la ciudad norteamericana de Arlington (Virginia), con más de 120 personas a bordo. Desempeñan un trabajo asignado anteriormente, y en Vigo, a la nórdica Merima. En la nómina de empresas acreditadas para trabajar en la embarcación hay una extensa retahíla de locales. “Son contratadas a través de Astander, muchas de ellas”. Como hacía Barreras con otras tantas del área de Vigo, y que han dejado de contribuir a dar forma al mayor pedido civil de la historia del naval español. Telnor, Carpintería Miera, Tesolmon, Gescan, Indasa, Lunaga, TMI Servicios y Caymo son algunas de ellas, según pudo comprobar este periódico en fuentes próximas a la atarazana de Beiramar.

Los pagos

“Muchas de las asociadas no han querido ir a Santander para no continuar engordando la deuda”, apuntan desde Uninaval, que agrupa a buena parte de las afectadas por los impagos tanto del Evrima como de los proyectos fallidos de Barreras en Vigo (los Ro-Pax de Havila y el ferri de Armas). Las primeras serán las beneficiarias de la subvención de 23,6 millones de euros aprobada este martes por el Consejo de Ministros, articulada en base al Real Decreto 874. Después de que el propio departamento de Industria apuntase ayer a FARO que la integridad de estos fondos deberá dedicarse a saldar las facturas pendientes del crucero de lujo, fuentes cercanas a la nueva dirección del astillero se comprometieron, a preguntas de este periódico, a llevar a cabo este mandato. Eso sí, incidieron en que los esos más de veinte millones “es el tope máximo” a ingresar por Barreras, y que será el ministerio “quien deberá ratificar la cantidad exacta”. Una vez que Industria dé la orden, ésta será cursada frente a CaixaBank, que a su vez procederá a realizar la transferencia.

Los diez capitanes del crucero “Evrima”

El crucero ha cambiado de “patrón”, una vez más. “No aguanta nadie, quieren navegar”

Magnus Davidson es un experimentado capitán de cruceros. Formado en Glasgow y Southampton, ha sido el penúltimo timonel del crucero de ultralujoEvrima. El penúltimo de una larga lista. Hasta ocho personas le precedieron en un cargo extraño, a los mandos de un buque que fue retirado de Vigo con remolque, ya que la sala de mandos no estaba conectada con la propulsión. “No aguanta nadie, la gente se incorpora a un proyecto así porque quiere navegar, no estar en un hotel cerca de Santander”, exponen fuentes próximas a la tripulación. Duncan se llama su sucesor.

No es algo nuevo en la primera aventura de la marca The Ritz-Carlton (filial de la cadena Marriott International) en el segmento de transporte marítimo. Lars Classen, Francis Dawson, Luca Milani, Liam Campbell, Eric Bredhe, Victor Cai o José Rosado han sido algunos de los directivos que abandonaron la compañía desde sus inicios, a sumar a los trabajadores de Barreras que han optado por excedencias en los últimos meses.

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