La llegada de la quinta furgoneta a la planta de Balaídos refuerza el papel de la factoría en la constelación de marcas y unidades productivas de Stellantis, corporación creada tras la fusión de PSA y FCA (Fiat Chrysler Automobiles) que echó a andar de forma oficial el pasado enero. La suma del vehículo comercial ligero Fiat a los ya existentes Citroën, Peugeot, Opel y Toyota consolida además a la fábrica como un referente global en este segmento, de los más rentables y en el que la marca tiene casi el 35% de la cuota de mercado europea (incluyendo los modelos más grandes del grupo).
La noticia, publicada en exclusiva por FARO, supone un espaldarazo también para la industria de componentes, que trabaja ya en hacer hueco para un aumento de la cadencia de entre el 15% y el 20%. Los sindicatos de la planta destacan el trabajo realizado hasta la fecha para conseguir este tipo de “buenas noticias”, que esperan que se confirmen “cuanto antes” de forma oficial, sobre todo por la visita programa este mes por el CEO del grupo, Carlos Tavares. “Una marca más bienvenida sea; cuantos más coches, mejor”, destacan desde la plantilla.
La dirección de la planta, que por el momento no se ha pronunciado, trasladó a los proveedores de primer nivel del área que la factoría acogerá una quinta silueta, en este caso de la marca Fiat, algo que se venía rumoreando desde la fusión. La principal candidata a integrar el elenco de furgonetas con sello olívico es la Dobló, que actualmente se fabrica en Bursa (Turquía), de la mano del productor local Tofas.
Sea o no sea ese el modelo que finalmente llegue a Vigo, desde los sindicatos con representación en la plantilla celebran que el lanzamiento, previsto para enero de 2022, esté más cerca que nunca. “Ojalá se haga oficial, porque sería muy buena noticia”, explica el secretario general del sindicato con mayor representación en la factoría, SIT-FSI. Daniel Álvarez explica que “otra silueta se podría hacer” pese a la saturación de la planta, ya que “no supondría mucho trabajo, como ya se hizo con Opel o Toyota”.
La llegada en 2017 de la Opel Combo (tras la compra de la marca germana a General Motors) y en 2019 de la Toyota Proace City (con el acuerdo con la firma nipona) son los ejemplos en los que se fijan las centrales sindicales, que además destacan el buen hacer de la planta en estos años y, sobre todo, el sacrificio que se hizo en los últimos años. La adjudicación del proyecto K9 llevó aparejado un plan de competitiva para poder hacer frente a la fuerte competencia de otras fábricas de países low-cost, como la de Trnava (Eslovaquia).
“Nadie invierte donde la cosa no está clara”, recuerda el responsable de UGT en Balaídos, Aser Sanz, que pone en valor “la paz social” actual y el “llegar a acuerdos”. “Esto confirma que Vigo está haciendo las cosas bien; lo vemos como una buena noticia, se afianza el turno de noche y también porque las proveedoras ganan carga de trabajo”, destaca.
Desde CC OO también celebran la confirmación, poco a poco, de los rumores que envolvían a este proyecto. “Lo tenemos claro y a falta de confirmación oficial lo valoramos muy positivamente”, comenta Santiago García. El secretario general del sindicato señala que “las furgonetas son un producto más estable” que otro tipo de vehículos, que pueden vivir un bum en un período concreto y hundirse más fácilmente con el paso de los años. “A través de los restyling y demás, las furgonetas van avanzando y vendiéndose”, comenta.
Tanto García como los responsables de otros sindicatos recuerdan que la llegada de una quinta silueta podría provocar que parte de la carga actual se desplace a otras factorías del grupo, principalmente a la planta satélite de Mangualde (en el norte de Portugal) o a la de Ellesmere Port. A esa última, situada en Reino Unido, podrían llegar parte de las versiones eléctricas, toda vez que Stellantis anunció la semana pasada una fuerte inversión allí (115 millones de euros) para producir parte de los vehículos comerciales ligeros que se hacen en Vigo.
Desde la CUT comentan incluso que podría darse el caso de que se fuera un vehículo. “Que lo eliminen y que ese espacio que deja se puede ocupar”, apunta su responsable, Víctor Mariño, que insiste en que “se podría asumir industrialmente” y que la llegada de una nueva silueta “siempre es una buena noticia”.
“La carga de trabajo siempre es buena”
Sobre el aumento de la carga de trabajo, el secretario de la CIG, Manuel Domínguez, alerta de la necesidad de “sentarse a hablar” para mejorar las condiciones de la plantilla. “La carga de trabajo siempre es buena”, explica, “otra cuestión es para dónde, sobre todo teniendo en cuenta la situación de sobrecarga en algunos puestos”.
Desde el Clúster de Empresas de Automoción de Galicia (Ceaga) prefieren no pronunciarse por el momento. La patronal del metal, por su parte, señala que la llegada de la furgoneta Fiat “muestra el músculo de la industria de la automoción en Galicia en general y en Vigo en particular”. El secretario general de Asime, Enrique Mallón, destaca la “competitividad” y “capacidad para adaptar su producción y asumir nuevos retos” de las proveedoras. “La posible producción de una nueva furgoneta en Stellantis Vigo es sin duda una buena noticia para el sector, ya que tendría un efecto tractor en toda la cadena de suministro”, apunta.
