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La crisis mundial de los chips lleva al ERTE a 10.000 empleos en la automoción gallega

La crisis mundial de los chips lleva al ERTE a 10.000 empleos en la automoción gallega

La ola de los chips bate con fuerza contra la industria de la automoción en Galicia. La escasez mundial de semiconductores, que está obligando a paralizar la producción de coches en los cinco continentes, ha forzado a las empresas del sector implantadas en la comunidad a tramitar nuevos expedientes de regulación de empleo temporal (ERTE) para intentar capear las interrupciones en el suministro de componentes que llevan integrados los microchips.

La factoría de coches de Vigo propone 60 días de suspensión para 3.749 trabajadores, la mitad de su plantilla | Benteler, Akwel y Componentes también regularán personal

Ayer mismo, la fábrica de Balaídos del grupo Stellantis (antes PSA) comunicó al comité de empresa su intención de presentar un ERTE de 60 días para la mitad de su plantilla (los 3.749 empleados que tienen contratos a tiempo completo) a partir de la Semana Santa y hasta final de año. Y también hay nuevas regulaciones de personal en factorías de componentes como las de Benteler, Akwel y Componentes de Vehículos de Galicia, que siguen la estela de otros grupos como Denso o Faurecia. En total, estos ERTE preventivos afectarán a unos 10.000 trabajadores del conjunto del sector, aunque su aplicación real dependerá de cómo evolucione el suministro de piezas.

La crisis de los semiconductores, cuyo origen está en el crecimiento exponencial de productos tecnológicos durante la pandemia, amenaza con truncar la espectacular racha de la industria gallega del motor, que en 2020 fue capaz de esquivar el impacto negativo del COVID firmando el mejor año de su historia (su facturación se elevó hasta los 10.450 millones de euros, batió récord de exportaciones y creó casi 600 empleos).

El problema es global y afecta a todos los constructores de vehículos del mundo. En el caso de Stellantis, el grupo que pilota Carlos Tavares hizo un esfuerzo por darle prioridad a los modelos de Vigo en el reparto de estos componentes, pero al continuar los problemas de suministro la fábrica no ha tenido más remedio que parar y no se atisba una solución definitiva al menos en los tres primeros trimestres del año. Ante esta situación, Balaídos acude al ERTE como en otras ocasiones, aunque intentará agotar antes todas las medidas de flexibilidad pactadas en el convenio (días de adecuación de jornada, bolsas de horas, etc.).

Los responsables de recursos humanos de Stellantis entregaron ayer a los sindicatos la memoria explicativa del nuevo ERTE, por un máximo de 60 días de suspensión a contar a partir de la Semana Santa y hasta finales de año. Fuentes de la empresa insistieron en que su objetivo es que el ERTE se consuma solo después de agotar los días de adecuación y la bolsa de horas, por lo que el impacto en los primeros 30 días del expediente sería muy bajo (calcula que afectaría a un máximo de 250 personas en un solo sistema).

Dos trabajadores de PSA manejan los chasis del nuevo todocamino Peugeot 2008, el nuevo modelo estrella de Balaídos Víctor Cameselle

Pero fuentes sindicales ya dejaron claro a FARO que exigirán que los trabajadores puedan elegir entre el ERTE y la bolsa de horas y que la mayoría elegirá el ERTE. La dirección de Vigo quiere cerrar el acuerdo antes de los festivos de Semana Santa y ha programado reuniones los próximos lunes, martes y miércoles para negociar. La empresa insiste en que se trata de un problema coyuntural que afecta a toda la industria del automóvil que se suma a la incertidumbre de los mercados por la pandemia del coronavirus.

Al igual que Stellantis, Seat, Volkswagen, Mercedes, Ford, Renault… todos los fabricantes de coches han recurrido a la figura del ERTE como colchón para adaptarse a los desajustes de producción por la falta de microchips. Y por extensión, también la industria de componentes. Aquí en el área de Vigo ya habían optado por esta medida fábricas como las de Denso o Faurecia Asientos de Galicia, y ahora le toca el turno a las de Benteler, Akwel (antes MGI Coutier) y Componentes de Vehículos de Galicia (del Grupo Copo). Fuentes sindicales calculan que habrá unos 10.000 trabajadores acogidos a unos ERTE cuya aplicación a la postre dependerá de la evolución de la crisis de los semiconductores. Ya ocurrió el año pasado que de los días de ERTE solicitados por las empresas, al final se consumen menos de una cuarta parte al mejorar la situación.

Los microchips

Una tecnología clave en los coches

Los semiconductores, la mayoría importados desde China, están presentes en todo tipo de componentes tecnológicos a bordo del automóvil y bajo el capó.

La crisis paraliza varios sectores

No es un problema que solo afecte al automóvil. Fabricantes de móviles, videoconsolas, PC, etc., también están sufriendo la escasez de microchips.


La escasez global de microchips podría recrudecerse incluso más en las próximas semanas tras el incendio que sufrió el fabricante japonés Renesas Electronics esta semana en la ciudad nipona de Naka, que tardará al menos un mes en reanudar la producción de estos preciados componentes. Este suceso amenaza con tensionar todavía más el suministro mundial de semiconductores, disparado por el bum del consumo de productos tecnológicos (móviles, PC, tablets, videoconsolas, etc.) en plena pandemia. Para no parar la producción de coches en Vigo, el grupo Stellantis ha estado fletando casi un avión diario desde Macedonia con componentes que integran estos chips, pero esto no ha evitado que haya paradas productivas. De hecho, el Sistema 1 no trabajará en lo que resta de semana.

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