Suelo barato, unos costes laborales hasta un 73% inferiores a los europeos y 25 años de ventajas fiscales. Estos son algunos de los alicientes que Marruecos ha puesto sobre la mesa para que el grupo automovilístico francés PSA Peugeot Citroën proyecte la apertura de una planta en el norte del país, como avanzó FARO el pasado viernes. La corporación que preside Carlos Tavares ya habría elegido emplazamiento: la zona franca de Kénitra, a unos 50 kilómetros al norte de la capital Rabat y conectada por ferrocarril y autopista con los dos grandes puertos del Magreb, Tánger y Casablanca. Según la prensa francesa, la multinacional podría hacer oficial la inversión el próximo viernes.
El proyecto, según trascendió la semana pasada, incluye el montaje de una nueva fábrica con capacidad para 100.000 coches al año de los segmentos B y C (como los Peugeot 208, 308 y 301) y forma parte de la nueva estrategia de PSA para conquistar el mercado africano, al que estima un gran potencial de crecimiento para los próximos años. No sería la primera incursión del consorcio francés en Marruecos, donde todavía posee el 20% de la factoría de Somaca en Casablanca, aunque en la actualidad solo fabrica para la alianza Renault-Nissan.
Oficialmente, PSA ni confirma ni desmiente la inversión. Un portavoz de la compañía en París matizó a Reuters que el grupo se centra "en el desarrollo de las ventas antes de considerar una presencia industrial". "A medio plazo, se estudia sobre tener presencia industrial para apoyar el desarrollo de la marca en la región", indicó. No obstante, la prensa económica francesa, al igual que Bloomberg el pasado jueves, dan por hecha la instalación e incluso aseguran citando a fuentes conocedoras de las negociaciones que PSA hará oficial el proyecto este viernes. Y apuntan a la zona franca de Kénitra (Atlantic Free Zone) como emplazamiento, al no haber terrenos disponibles en Tánger, donde Renault cuenta con una megaplanta y están instalados decenas de fabricantes de componentes.
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¿Qué ofrece Marruecos para captar esta inversión? Lo primero, unos costes laborales hasta un 73% inferiores a los europeos, pero también ventajas fiscales, como un impuesto de sociedades del 0% durante los 5 primeros años de vida de la empresa y del 8,75% durante los siguiente veinte años, la simplificación de los trámites aduaneros y libre repatriamiento de los beneficios del capital, entre otras. A mayores, garantiza financiación a través de acuerdos con bancos locales y facilidades logísticas.
El patrón de PSA, Carlos Tavares, ha mostrado en reiteradas ocasiones su apuesta por el Magreb para consolidar el ahorro de costes de la compañía, a través de un incremento de las importaciones de componentes para sus plantas europeas o subcontratando actividades de innovación y desarrollo a ingenieras francesas instaladas en el país, como Altran. Con esta nueva instalación, su apuesta iría un paso más allá. PSA calcula que en África y en Oriente Medio se venderán venderán alrededor de 8 millones de coches anuales en el horizonte de 2025, frente a los 5 millones actuales.
