La apuesta de PSA Peugeot Citroën por Marruecos va más allá de la importación de componentes para sus plantas europeas. Según recogía ayer la agencia de noticias económicas Bloomberg, el grupo automovilístico francés presidido por el luso Carlos Tavares proyecta la apertura de una nueva fábrica en el país dentro de su estrategia para elevar sus ventas en los mercados africanos y de Oriente Medio. Pierre-Olivier Salmon, responsable de comunicación de PSA, habría declinado comentar dicha información. La agencia estadounidense, que cita a fuentes próximas a las negociaciones, apunta que se trataría de una factoría con una capacidad de producción inicial de casi 100.000 vehículos anuales, y 100% propiedad de PSA.
La noticia ha cogido por sorpresa a los representantes sindicales de la planta viguesa de PSA, ya que incluso el director de la planta de Balaídos, Yann Martin, había reconocido en una entrevista a FARO a comienzos de año que la mayor amenaza para las factorías ibéricas (sobre todo para Balaídos) era que el grupo se decidiese a abrir una fábrica en el norte de África, citando expresamente a Marruecos. "Tenemos que evitarlo. ¿Cómo? Demostrando que Vigo es la planta más rentable del grupo", explicaba entonces Martin, que puso como ejemplo el temor que suscitó en las factorías de Renault en Palencia y Valladolid la apertura de la megaplanta de Tánger.
Según Bloomberg, PSA tenía previsto anunciar el próximo mes de junio el montaje de este nuevo complejo, que en un primer momento se dedicaría a la producción de modelos de las gamas media y baja que ya se comercializan en esta región, como los sedanes para mercados emergentes que actualmente se ensamblan en Vigo (Citroën C-Elysée y Peugeot 301) y en China. La agencia norteamericana explica que PSA sigue el ejemplo de Renault-Nissan, que en la etapa de Tavares también optó por implantarse en Marruecos, en concreto en Tánger, donde centró la fabricación de modelos de su marca de bajo coste Dacia.
Esta nueva instalación está supervisada por el director de PSA para África y Oriente Medio, Jean-Christophe Quémard, a cuyas órdenes trabaja el vigués Alejandro González, que hasta 2011 había sido el responsable de la unidad de Montaje del centro de Balaídos, y que desde el pasado septiembre es el director industrial de operaciones y proyectos para esta región, como avanzó FARO (ver edición del 19 de abril).
PSA redujo sus ventas un 25% el año pasado en estos mercados, hasta los 169.400 vehículos, debido sobre todo a la fortaleza del euro frente a las monedas locales y a la inestabilidad política y social en algunos países (sobre todo en la cuenca mediterránea). No obstante, el grupo concede una especial atención a esta región, en la que calcula que se venderán alrededor de 8 millones de coches anuales en el horizonte de 2025, frente a los 5 millones actuales.
El equipo de Quémard tiene entre sus cometidos planificar el desarrollo industrial de PSA tanto en África (la multinacional ya había suscrito el año pasado un acuerdo con la firma nigeriana PAN Nigeria para el montaje de vehículos, en concreto del Peugeot 301 vigués, en este país) como en Irán, donde ya hay un proyecto en marcha con Iran Khodro, a la espera del fin definitivo de las sanciones internacionales.
Las inversiones de las multinacionales del automóvil en los países de bajo coste no cesa. Esta semana, Renault anunciaba un nuevo modelo todoterreno low-cost, el KWID, fabricado en India y con un precio de entre 4.200 y 5.600 euros. Y también ayer trascendía que la alianza entre PSA y la china Dongfeng planea la instalación de una planta en Vietnam para reforzar sus ventas en la región Asia-Pacífico, según la agencia estatal de noticias Xinhua.
