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La industria de la automoción

PSA triplicará las compras a preveedores de Marruecos

Tánger recibe un aluvión de inversiones de compañías de componentes para proveer a Renault

Acto de inauguración, ayer, del segundo centro de Antolín en Tánger.

Marruecos se convertirá en un socio de referencia para el grupo PSA Peugeot Citroën en los próximos años. Lo afirmó el propio presidente de la multinacional francesa, Carlos Tavares, durante un encuentro reciente con representantes de la Asociación Marroquí de la Industria y Comercio del Automóvil (AMICA), en el que el nuevo patrón anunció que PSA triplicará sus compras a proveedores magrebíes para sus plantas de la Península (Vigo, Villaverde y Mangualde) con el objetivo de abaratar costes. Marruecos está recibiendo un aluvión de inversiones de industrias de componentes, la mayoría europeas y japonesas, por las expectativas de crecimiento de las ventas a PSA y al consorcio Renault-Nissan, que tiene una fábrica en Tánger.

En la actualidad, los proveedores instalados en Marruecos representan un porcentaje menor sobre el total de componentes que consume el centro de Vigo de PSA, que importa del país norteafricano piezas de poco valor añadido en las que el coste laboral tiene un peso importante, como pueden ser tejidos o cableado. Pero si se cumplen las promesas de Tavares a AMICA, Marruecos se convertirá en un mercado de aprovisionamiento preferente para Balaídos de cara a los próximos lanzamientos. El pasado septiembre, una delegación de esta asociación ya visitó la planta de Vigo y el Puerto con el objetivo de explorar "oportunidades" de negocio, como avanzó FARO, y fue recibida por el director de Compras Equipamientos Vehículos del fabricante galo, Jean-Baptiste Formery.

La estrategia de Tavares para devolver PSA a la rentabilidad incluye duplicar hasta 2020 las compras en países low-cost,low-cost que actualmente suponen el 20% del total, lo que en el caso de Balaídos supone vascular componentes que hoy se fabrican en Galicia hacia Portugal y Marruecos. El nuevo esquema logístico que implementará el grupo, con síncronos largos (PSA-Vigo podrá tramitar los pedidos con siete días de antelación), favorece este cambio en el aprovisionamiento. De igual forma, desde Balaídos está animando a los proveedores gallegos a que pujen por productos que ahora se hacen en países más caros, como Francia o Alemania.

Las expectativas de mayores ventas para las plantas ibéricas de PSA y el crecimiento de la factoría de Renault-Nissan en Tánger están disparando las inversiones de multinacionales de componentes en Marruecos. Solo este año se han firmado acuerdos con AMICA trece empresas para instalar nuevas plantas o ampliar su actividad en la zona de Tánger, con el compromiso de crear hasta 5.000 puestos de trabajo. Se trata de las firmas Bontaz y su filial Mecalp, Yazaki (que antes de dar el salto a Marruecos había operado en Balaídos), Delphi, Lear, GMD, Faurecia, Virmousil, EMDS, Capelem, Alpha Goma, Acome y Grupo Antolín. Esta última inauguró ayer su segunda fábrica en Tánger, dedicada al cosido de fundas de asientos. En el acto participó el vicepresidente de la firma burgalesa, Ernesto Antolín, que señaló que "cuando pocos apostaban por Marruecos, nosotros lo hicimos y este acto es la prueba de que tomamos la decisión adecuada". La plantilla de Antolín en Tánger asciende ya a más de 600 empleados (más del doble de los que suman sus dos centros de la comarca viguesa).

Fuentes del sector del automóvil aseguran a "Marruecos ya está aquí y ha venido para quedarse", y argumentan que ya existe un flujo logístico optimizado entre el país magrebí y Galicia, constituido por el gigante textil Inditex, que las empresas del motor aprovecharán.

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