Balonmano - Liga Plenitude Asobal

Fodorean, duda por una fisura en un dedo

El Frigoríficos descansó ayer y hoy vuelve a entrenar para medirse al Bada Huesca

El rumano Rares Fodorean en una acción del encuentro en O Gatañal ante el Anaitasuna.

El rumano Rares Fodorean en una acción del encuentro en O Gatañal ante el Anaitasuna. / Santos Álvarez

La plantilla del Frigoríficos del Morrazo tuvo ayer jornada de descanso después del largo viaje por carretera tras jugar el miércoles por la noche ante el Rebi Cuenca (33-28). El equipo llegó a Cangas casi a las ocho de la mañana de ayer y volverá hoy a los entrenamientos con vistas al encuentro del domingo ante el Bada Huesca. Un partido para el que el conjunto de O Morrazo cuenta con una duda importante: la del primera línea Rares Fodorean. El jugador rumano ya se cayó a última hora de la convocatoria ante el Cuenca por una fisura en un dedo de la mano derecha, que es su brazo de lanzamiento.

La posible ausencia de Fodorean supone un contratiempo importante para la ya exprimida plantilla canguesa y de momento no está claro cuál puede ser el periodo de recuperación. El entrenador de los cangueses, Nacho Moyano, ya tuvo que desplazar a Cuenca a dos de los extremos que habitualmente juegan con el Luceros, Pablo Fernández y Azurmendi, debido a las lesiones de Moi Simes y de Gael Blanco. “Con Azurmendi forzamos un poco porque venía de una lesión previa”, reconoce.

A la hora de valorar el encuentro del miércoles ante el Cuenca, Moyano apunta que su equipo ofreció dos caras bien diferentes. “En la primera parte, especialmente durante los primeros 20 minutos, nos costó mucho encontrarnos en ataque, estar fluidos y ser nosotros mismos”, explica. Buena parte de la culpa la tuvo el portero portugués Espinha. “Nos sacó varios lanzamientos claros y eso te lastra, te va desgastando. Son situaciones claras y parece que juegas peor de lo que realmente lo estás haciendo”, apunta Moyano. “Eso se traduce en que no llegas bien al tramo final y te genera muchas dudas e inseguridades”, añade el entrenador.

En el segundo tiempo el Frigoríficos mejoró y “peleamos y luchamos hasta donde pudimos, hasta donde nos llegaron las fuerzas”. En esa segunda parte al Cangas le pasó factura el esfuerzo de exprimir a jugadores como Juan Quintas por la expulsión de Brandao o a Jenilson Monteiro, que se empleó a fondo en la defensa 5.1 que volvió a meter al Frigoríficos en el partido. “La jugada en la que perdimos la posibilidad de ponernos con 22-21 fue clave”, concluye Moyano. A continuación el Cuenca le endosó un parcial de 3-0 para situarse con un 25-20 que rompió definitivamente el encuentro.

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Uno de los objetivos del Cangas era recuperar sensaciones después de las derrotas contra Granollers, Sinfín y Ademar León, en los que Moyano reconoce que el equipo no estuvo a la altura del nivel mostrado en el inicio del campeonato. “El resultado en casa contra el Sinfín nos hizo mucho daño. El resto son tres equipos [incluyendo a Cuenca] que van a pelear por estar entre los cinco primeros y nos tocó jugar en su pista”, contextualiza el técnico.

Ante los conquenses el Cangas volvió a recuperar sensaciones y por lo menos fue capaz de luchar por estar en el partido hasta el tramo final. Otra de las notas positivas es la progresión del portero Elcio Carvalho después de su grave lesión. “Lleva tiempo entrenando a un gran nivel y se está esforzando muchísimo. Está empezando a mostrar el nivel que sabemos que tiene. En León no le ayudamos mucho con la defensa y sus paradas en Cuenca nos dieron impulso para luchar por el partido”, destaca Moyano.

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