Balonmano | Liga Asobal Plenitude

El Frigoríficos renueva su apuesta por la cantera

Pablo Fernández, Mateo Pallas y Javier Azurmendi ya se han estrenado en la máxima categoría en la presente temporada

Pablo Fernández y Javier Azurmendi, en el pabellón de O Gatañal.

Pablo Fernández y Javier Azurmendi, en el pabellón de O Gatañal. / FDV

Es por historia, afición y méritos deportivos el club referente del balonmano gallego, con una marcada filosofía de cantera que extiende sus tentáculos no solo en Cangas sino en toda la comunidad autónoma. El Frigoríficos del Morrazo mantiene una clara apuesta por la juventud y la formación en paralelo a su lucha temporada tras temporada por seguir en la Liga Asobal. Los últimos frutos de ese trabajo de búsqueda de talento en Galicia son el extremo local Pablo Fernández, el meta de Carballo Mateo Pallas y el lalinense Javier Azurmendi, que han debutado este año en la máxima categoría.

A sus 18 años Pablo Fernández es el último talento de la cantera en debutar en la Asobal. Lo hizo en el duelo ante el Ademar , cumpliendo lo que él mismo define como “un sueño. Siempre había pensado en ese momento, y me lo imaginaba con nervios, pero fue un cúmulo de emociones: felicidad, orgullo... unas sensaciones que hacía tiempo que no tenía”. El extremo izquierdo –que entró en la lista por el lesionado Moisés– admite que “es algo con lo que llevaba soñando desde que empecé con 8 años en la base. Llevas muchos años trabajando y al final llega la oportunidad”.

Antes de saltar a la pista no hubo ninguna instrucción de Nacho Moyano. “No hablé con él ni justo antes ni después. Pero cuando se lesionó Moisés, sí me comentó que tenía una oportunidad y que había que aprovecharla”, afirma. En las sesiones, en cambio, la comunicación es constante. “Hay confianza y no se corta. Y todas las correcciones que me haga a mí me vienen genial para aprender”, afirma. Igual que sucede con sus compañeros de posición. “Mario [Dorado] y Moi son dos referentes para darme consejos”, sentencia uno de los jugadores clave de la talentosa última generación de juveniles del Cangas.

Mateo junto a Jorge Pérez y Gael el día de su debut. |  // RÓBER PASTORIZA

Mateo junto a Jorge Pérez y Gael el día de su debut. / RÓBER PASTORIZA

Fue también una lesión –la de Elcio Carvalho– la que abrió las puertas de la Asobal a Mateo Pallas. El joven jugador, de 18 años de edad, se formó en las filas del Xiria –otro ejemplo de trabajo de cantera– y desde allí dio el salto el año pasado al Frigoríficos del Morrazo, para, como otros anteriormente, completar su formación en el filial Luceros y entrenar con el equipo de mayores. Este año su oportunidad llegó ante el Logroño –con el Puente Genil fue convocado pero no llegó a jugar– en lo que califica de una experiencia “increíble, y encima en O Gatañal”.

Mateo Pallas: "Al ser gallego siempre sueñas con ir al mejor club de aquí"

“Al ser gallego siempre sueñas con ir al mejor club, y ese siempre ha sido el Cangas. Llegar y poder debutar en la Asobal es algo muy bonito”, señala, mientras rememora su primera parada en la categoría. “Javi [Fernández, el otro portero del Luceros] me dice que para olvidar los nervios hay que centrarse en el partido y repetir balón, balón, balón”, explica. La bola llegó al extremo, “pero a El Korchi, que no estaba en su posición, vi que quería lanzar por arriba, aguanté y se la saqué. Me dio un subidón y mucha tranquilidad”.

Su apuesta por dejar Carballo le está saliendo bien. “Los estudios están por delante, pero aposté por el balonmano, y dejé mi casa y mi familia, que siempre me han apoyado. El objetivo es entrenar y mejorar, no tengo prisa en llegar”, subraya. Así podrá seguir los pasos de otros ex del Xiria que tocaron la élite como Amarelle, Pablo Iglesias, Vilanova, Carlos García, Pichel o Andrés Vila, mientras agradece la ayuda de compañeros y excompañeros. “Javi Díaz y Forns han sido dos profesores impresionantes, mi compañero Javi Fernández también me ayuda un montón, y Jorge y Elcio también. Trato de coger cosas de cada uno y aprender”, manifiesta.

Azurmendi: "Debutar en casa fue superespecial"

Javier Azurmendi, por su parte, llegó este verano a sus 21 años a Cangas con el objetivo de alcanzar la élite. La oportunidad le llegó ante Benidorm y Nava, antes de que una lesión lo apartase del equipo. “Fue superespecial debutar en Asobal y en Cangas. Fuera ya es algo más normal y no estás tan nervioso”, afirma. Moyano no le dio ninguna consigna especial antes de su entrada en pista, pero él recordó una de las ideas que suele repetir el madrileño. “Nos dice que disfrutemos, y yo le estoy muy agradecido”, afirma el joven jugador.

Pablo Fernández y Javier Azurmendi tras un entrenamiento en el pabellón de O Gatañal.

Pablo Fernández y Javier Azurmendi tras un entrenamiento en el pabellón de O Gatañal. / FDV

En el extremo derecho compite con Gael para ser la alternativa de un Jenilson Monteiro “del que aprendo muchísimo. Estamos para darle un descanso, pero solo viéndolo y preguntándole ya aprendes mucho”. Su polivalencia lo hace moverse entre el lateral y el extremo. En Asobal en los partidos es extremo, aunque entrenando actúa a veces de lateral. En el filial Luceros combina indistintamente ambas posiciones. “Prefiero el lateral [risas] porque tengo más tiempo el balón y decido más”, sentencia. Del Lalín de Primera Nacional al Frigoríficos ahora nota “mucha diferencia. Allí entrenábamos tres días a la semana, y aquí son cinco o seis y muchísimo. Es un gran cambio y está muy bien”. Ahora ultima su regreso tras una lesión muscular.

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