Balonmano-Promoción de ascenso/permanencia Liga Plenitude Asobal

El Frigoríficos confirma su permanencia en Asobal

El Cangas ganó 32-26 al Trops Málaga en medio de una gran fiesta en O Gatañal y seguirá en la élite del balonmano español

Fiesta del Frigoríficos tras su permanencia: emoción, risas y un cariñoso homenaje a sus rivales.

Gonzalo Núñez

El Frigoríficos del Morrazo-Construcciones Castro seguirá una temporada más la élite del balonmano español y serán ya 25. El equipo cangués certificó este domingo su permanencia en la Liga Plenitude Asobal con un triunfo 32-26 ante el Trops Málaga en el partido de vuelta de la promoción de ascenso/permanencia. Una victoria celebrada a lo grande por la plantilla, cuerpo técnico y por la increíble afición de O Gatañal. El jugador número 8 del Balomán Cangas volvió a llenar hasta los topes el fervedoiro cangués, empezó a animar y calentar el ambiente minutos antes del inicio del encuentro y volvió a mostrar su grandeza con una despedida coreando el nombre de “Málaga, Málaga”, algo que emocionó a los jugadores visitantes y a su técnico, Quino Soler.

El conjunto malagueño llegaba a Cangas obligado a una proeza -tenía que remontar cuatro goles- y aprovechó que el Frigoríficos salió un poco frío en los minutos iniciales. Cuando se llevaban apenas siete minutos de partido el Trops Málaga ganaba 3-6 después de dos goles consecutivos de Leonel. El Frigoríficos no perdió la compostura y sin que hiciese falta un tiempo muerto de su entrenador, Nacho Moyano, el equipo reaccionó con un parcial de 4-0 que le permitió ponerse por delante por primera vez en el electrónico (7-6, min.11:30). El Málaga aún lo siguió intentando y después de un lanzamiento de Rares Fodorean que se estampó en el larguero volvió a ponerse por delante con un gol de Castro (8-9, min.15). Fue su última ventaja.

El lanzamiento al larguero de Fodorean fue como si sirviese para ajustar su mira de precisión porque en el tramo final del primer periodo fue sencillamente imparable. El rumano, que ya había anotado previamente un tanto, encadenó cinco lanzamientos consecutivos sin fallo y ayudó a despegar a los suyos. El otro protagonista de ese despegue fue el portero Gerard Forns, que salió a mitad del primer tiempo en sustitución de Javi Díaz, y firmó una actuación espectacular, con paradas que sirvieron para levantar aún más el ánimo de los suyos, como el contragolpe que le detuvo a un Luis Castro que se plantó solo delante de Forns. La de Forns fue una actuación que sonaba a despedida, tal como el mismo reconocía emocionado al final del partido. El Cangas llegó al descanso con un marcador de 16-13 después de una nueva acción defensiva que desembocó en un robó de balón que, ¡cómo no!, un inspiradísimo Fodorean culminó al contragolpe.

El pabellón de O Gatañal era una auténtica fiesta pero el Trops Málaga no estaba dispuesto a dar su brazo a torcer. El equipo de Quino Soler apuró sus posibilidades en el arranque del segundo tiempo, un inicio en el que el Frigoríficos del Morrazo volvió a salir un tanto frío. En los primeros minutos solo fue capaz de anotar gracias a dos lanzamientos de siete metros de Fodorean y los andaluces llegaron a ponerse a un gol (18-17, min.35). Pero la cosa no pasó de ahí.

Un gol de Moisés Simes puso el 19-17, un robo de balón de Alberto Martín significó un contragolpe que Jenilson transformó en 20-17 y una posterior parada de Gerard Forns propició otra contra que culminó Moisés Simes para el 21-17 (min.38). Un arreón que culminó Mario Dorado con un robo de balón marca de la casa y se plantó solo delante de la portería rival para anotar el 22-17 (min.39:30).

Un parcial de 4-0 en un visto y no visto que cerraba de manera definitiva la eliminatoria y que permitió al Frigoríficos del Morrazo y a su afición disfrutar del tramo final del partido. La ventaja canguesa llegó hasta los ocho goles (30-22, min.53) después de dos tantos consecutivos del argentino Lucas Aizen. Ese final holgado permitió que tanto los que se quedan como los que se despedían de O Gatañal lo hiciesen de la mejor manera posible. Porque el de este domingo era también el último partido de Alberto Martín o de uno de los históricos del Cangas, Rubén Soliño, que entre lágrimas de emoción reconocía al final del partido que se cerraba un ciclo en el equipo de su vida.