El Asmubal trunca su racha en Coirón

A falta de una semana para cumplir un año sin caer en ligar regular en Coirón, el Asmubal no pudo completar el ciclo completo al perder ante el Camargo 74 cántabro por 28-30. Y es que desde el pasado 3 de diciembre de 2022, en que cediera ante el líder -y, la postre, campeón- Puerto del Carmen, las verdinegras acumulaban doce partidos sin perder en Coirón en liga. En esta temporada el récord había estado ya al acecho de caer antes. No lo hizo, apelando a remontadas en las segundas partes para enderezar los partidos donde el equipo. Y es que tras la lesión y sin la mano ducha de Eli Méndez, el Asmubal se gripa en ataque, aflorando así viejos fantasmas. Y atrás, la ausencia de Vanesa Domínguez que era el cerebro gris que cosía presta cualquier apertura en el 6-0 meañés.

Se olía que el momento iba a llegar. Y lo hizo el sábado en un partido ante un Camargo superior, más fresco, con más claridad de ideas, y atrás con una portería que aportó lo suyo en la primera parte. Las cántabras nunca cedieron la delantera que tomaron desde la primera acción del partido. Tras el 5-6 en el minuto 5, las meañesas encajaron un 0-5 de parcial que ponía en el 5-11 (m. 12) obligando a Juan Costas a pedir tiempo muerto. Tras él, contestaron con un 6-0, parcial que culminó Kathiel subiendo el empate en el minuto 19 (11-11). Parecía que se salvara la primera situación adversa, pero al poco, las pérdidas de balones blandos en ataque con malos pases, propició que la cán-tabras tomaran ventaja de nuevo, para irse al descanso tres arriba (15-18).

La segunda parte fue un calco: el Asmubal con un ataque plano, achicado a su primera línea donde Juan Costas -que había probado con Kathilel, Ballada y Arangio- no daba con la mano idónea para sacar desde el centro el anquilosamiento del equipo. El partido se complicó en extremo cuando en el 43 Urrutia ponía renta de cinco por medio (19-24). Empujados desde la grada, un último arreón de las verdinegras devolvió el empate en el 52 (25-25) con gol de Uxía Varela. En esas, tiempo muerto cántabro y con la magia de Coirón asomando para hacer realidad la remontada. Pero se desvaneció de inmediato: dos pérdidas de balón más dos decisiones arbitrales consecutivas que cayeron del lado cántabro, penalizaron a las verdinegras, y en el 58 un gol de Urrutia sellaba el partido (28-30). No quedaba tiempo ya para la reacción en un equipo bloqueado por la realidad que se le abría.