Una afición que se lo merece todo

O Couto, una de las catedrales del fútbol gallego, vivió ayer una tarde una cita entre dos aficiones ejemplares. El ambiente vivido en las gradas del partido entre la Unión Deportiva Ourense y el Arosa fue toda una experiencia sin parangón en una categoría como la 3ª RFEF.

El desplazamiento de más de un centenar de aficionados vilagarcianos a la capital ourensana fue un espectáculo en sí mismo. Dos autobuses repletos partieron desde Fexdega con una animación en su interior liderada por los componentes de la peña Escuadra Arlequinada.

Las bocinas, los cánticos y los bombos atronaron nada más llegar a los aledaños de O Couto. Incluso la afición ourensana aplaudió y saludó a los llegados de Vilagarcía en una muestra más de señorío y buena sintonía entre las dos aficiones con más fútbol del bueno acumulado en sus retinas.

La entrada en el estadio impresionó incluso a los propios jugadores del Arosa ante el colorido, el ruido y la energía que transmitían los aficionados. Ya con el balón en juego, las gargantas se pusieron a prueba desde el primer minuto hasta el noventa con una algarabía que tuvo como premio el merecido triunfo de los de Luisito.

Ubicados en la grada de Preferencia, los cánticos arlequinados acallaron incluso a los ruidosos aficionados de la Unión Deportiva Ourense ubicados en una abarrotada Tribuna. Fue un ambiente de lo más sano y en el que las dos hinchadas animaron a los suyos sin necesidad de insultos ni roces que afearan una gran tarde de fútbol.

Por si faltara algo, el juego también estuvo a la altura de las circunstancias. Los dos equipos brindaron un gran partido con hasta cinco goles y emoción de principio a fin, pero lo mejor estaba por llegar y fue con el pitido final.

La plantilla del Arosa se acercó a la grada de Preferencia para agradecer tanto apoyo. Incluso afición y equipo se fundieron en una coreografía de palmas que no fue más que la demostración de que la fe en la pelea por el ascenso se mantiene intacta.

Y por si fuera poco, la afición arlequinada coreó el nombre del Ourense siendo aplaudidos y correspondidos desde Tribuna. Un fin de fiesta que llegó en el autobús de vuelta tras una demostración de deporte en estado puro.