Natación

A un vuelo de albatros

Miguel Martínez, campeón de España de 200 mariposa con récord personal

“Me veo con muchas posibilidades”, dice el vigués de su lucha por la mínima A olímpica

Miguel Martínez, durante una de las pruebas.

Miguel Martínez, durante una de las pruebas. / KEES-JAN VEN OVERBEEKE (ZWENSPORTFOTO)

Armando Álvarez

Armando Álvarez

Parecen más albatros, de majestuoso aleteo a ras de agua, que mariposas. Son en realidad seres anfibios. A la sordina bajo el agua le sigue el jaleo en cada respiración. Al azul borroso de la piscina, el colorido horizonte. El turco Polar Uzer Turnali vuela a su aire en Can Llong. El carácter abierto del Campeonato de España de Invierno le permite probarse. Encabeza la final de 200 desde el principio. La batalla real se desarrolla a su estela, entre Miguel Martínez Novoa y Arbidel González.

El vigués (26.66) y el asturiano (26.72) casi se imitan en el primer parcial. González (29.91) supera a Martínez (30.08) en el segundo; también en el tercero (29.73 por 30.38). Inicia el último largo con 76 centésimas de ventaja. Serán insuficientes. El olívico ha reservado energías para la remontada. Incrementa el ritmo. Alarga la brazada. Apura la hidrodinámica de su cuerpo. Turnali toca pared en 1:56.46. Martínez, en 1:57.27. La cabeza de González asoma un instante después. Veinte centésimas aúpan a Martínez como campeón nacional absoluto.

Miguel Martínez, al concluir una prueba.

Miguel Martínez, al concluir una prueba. / Kees-Jan van Overbeeke

Aún participará después Martínez en el 4x100 estilos con el que concluye la cita de Sabadell. Contribuye a que el Real Canoe logre el subtítulo. La tercera medalla, cada uno de un material diferente, que el ex del Real Club Náutico de Vigo empaca en su equipaje, de regreso a la Residencia Blume. Un broche excelente para una participación que había iniciado con dudas. Martínez solo pudo clasificarse para la final B y quedar duodécimo en 50 mariposa (28.84). En 100 mariposa, tras meterse entre los mejores (54.12), tuvo que conformarse con un bronce (53.50) que le supo amargo. De hecho, su posta en el 4x100 (52.82) le habría proporcionado la plata. Su gran apuesta se reservaba para ese 200, que compensa tanto esfuerzo.

Cambiar el chip

“Al principio se me complicó un poco”, comenta de su participación en este Campeonato de España Open de Invierno, primera gran cita del año. “No estaba teniendo el resultado que yo esperaba. Las sensaciones en los primeros días no habían sido buenas. Al final mi preparación se basa en el 200. Supe cómo cambiar el chip y gestionar esa prueba. Estoy bastante satisfecho”.

No es solo el título, sino el crono. Esos 1:57.27 suponen su plusmarca personal. Aún lejos del récord de España (1:54.99), que ostenta precisamente Arbidel González desde 2023, cuando lo firmó en Fukuoka. Ambos compiten entre sí, contra sí mismos y en este 2024 sobre todo contra las mínimas que World Aquatics ha establecido para los Juegos de París: 1.55:78 como tiempo de calificación, de billete seguro, y 1.56:36 como tiempo de consideración, que aplazaría el certificado olímpico al recuento de los candidatos.

Miguel Martínez afronta ese empeño con confianza. “Estoy luchando para conseguir la mínima A”, asegura. Y aunque aún estaba pendiente de analizar su rendimiento en Sabadell con su entrenador, Robert Greenwood, entiende que su estado en febrero es el adecuado según el plan diseñado por el británico. El vigués está protagonizando un gran invierno. En diciembre, en Barcelona, batió el récord de España de 200 mariposa en piscina corta (1:52.88). Y sin embargo, advierte: “Mi preparación se basa en que esté al cien por cien en junio”. Del 18 al 22 de ese mes se celebrará en Palma de Mallorca el XXIV Campeonato de España de Natación Open Astralpool, con la consideración añadida de Trials. “Me quedan cuatro meses y me veo con muchas posibilidades. Seguiré entrenando y peleando para acercarme a esa marca”.

El vigués, con su medalla.

El vigués, con su medalla. / Cedida

Y lo seguirá haciendo en esa Residencia Blume que ha convertido en su cuartel general desde 2021. En Galicia se habían rechazado todos los formularios cubiertos solicitando ayudas o el ingreso en el CGTD. Eran sus padres los que financiaban los constantes viajes a la piscina de Pontevedra –Vigo carece de una de 50 metros– y los que le aconsejaron que pidiese beca en Madrid. La concesión no solo costea su manutención. Le ha dado acceso a unos medios humanos y materiales que han impulsado su progresión. Precisamente durante este reciente campeonato en Sabadell recibió la medalla distintiva al mérito deportivo por su quinto puesto en los 200 mariposa del Europeo Sub 23 disputado en agosto en Dublín.

París es uno de los sueños que han justificado mudanza y sacrificios. “Las cosas están yendo bien. Yo tengo unos objetivos. Estoy cumpliendo algunos. Otros, sigo en busca de ellos.”, resume, a un vuelo de albatros de cumplir el principal.