Atletismo | Mundial

Adrián Ben cumple con solvencia

El gallego se impone tras una demostración de fuerza y cálculo en su serie de 800 para meterse en las semifinales de mañana

Adrián Ben celebra su victoria en la serie de 800 metros. // EFE

Adrián Ben celebra su victoria en la serie de 800 metros. // EFE / j.c.a.

Juan Carlos Álvarez

Juan Carlos Álvarez

Adrián Ben nunca se equivoca. Es el suyo un ejercicio de cálculo y potencia a partes iguales. Corre con un plan del que no se separa ni un metro consciente de que dejarse llevar por la pasión o la responsabilidad es el viaje más corto hacia la condena. Ayer volvió a demostrarlo en su primera carrera (ojalá sean tres) en el Mundial de Budapest donde se impuso en la cuarta serie con una sobriedad apabullante. El 800 es una selva con más de diez hombres en condiciones de subirse al podio y donde es fácil que una serie traicionera se lleve por delante tus aspiraciones. Lo sabía Adrián Ben que hizo los deberes de forma puntual y eludió la criba de ilustres que se han ido para casa a las primeras de cambio: Korir y Rotich, que ganaron oro y plata en los últimos Juegos Olímpicos o Bol que fue cuarto en el Mundial de hace un año están ahora mismo haciéndose las preguntas que no se hace Adrián Ben, impecable desde el comienzo.

El gallego, actual campeón de Europa en pista cubierta y de España al aire libre, dejó como acostumbra a dejarse dos metros del grupo donde llueven los codazos. Menos desgaste y más fuerzas que guarda para el último cuatrocientes. En su mente siempre hay un tiempo de paso de la primera vuelta que cumple a rajatabla. El segundo giro a la pista acaba por poner a todo el mundo en su sitio y mejor si no has ido zurrándote con medio grupo en carreras que suelen ser lentas. Adrián Ben estuvo perfecto en ese sentido y a falta de trescientos metros echó mano del procedimiento habitual: apretón en la contrarrecta para ponerse en las posiciones de cabeza al entrar en la última curva y luego acelerar en la recta por fuera aunque su idea inicial era la calle interior. Limpio y efectivo. Ni un rasguño, ni un golpe. Ben galopó sin rival en la recta para imponerse en su serie con un tiempo de 1:45.37. Mañana en la semifinal las cosas ya no serán tan cómodas.

“Intenté pasar por dentro pero evidentemente había mucha gente. Me he colocado bien y me he dicho tranquilo, vamos aquí, no te frenes, a lo tuyo, no estás aquí para hacerte el tonto”, explicó a la conclusión de la carrera. Ben destacó que esperaba una carrera más tranquila y añadió: “como te despistes te vas para casa”. “Aquí puedes ser campeón o irte a casa en la primera ronda”, prosiguió prometiendo que intentará recuperarse “lo más posible” para las semifinales.

Los otros dos españoles de la prueba, Saúl Ordóñez y Mohammed Attaoui, también se clasificaron para las semifinales aunque con más dificultades que el gallego que ha demostrado llegar en un gran estado de forma a la cita. Su temporada está siendo para enmarcar.

El día sirvió para encumbrar tambien al italiano Tamberi en el salto de altura, a Soufiane El Bakkali en los 3.000 obstáculos y a la keniana Faith Kipyegon que logró su tercer oro en los 1.500 metros tras una final magnífica y en la que demostró ser la reina de una prueba.