Almuiña promete "trabajo sin fin" como alcalde de Baiona

Un salón de plenos abarrotado aplaude la toma de posesión 

Vázquez Almuiña tomando posesión en Baiona.

Vázquez Almuiña tomando posesión en Baiona. / Alba Villar

Decenas de baioneses han abarrotado el salón de plenos para dar la bienvenida a su nuevo alcalde. Jesús Vázquez Almuíña ha tomado el bastón de mando por quinta vez, en su segunda etapa como regidor de Baiona, entre aplausos y vítores de un entregadísimo público y les ha prometido "trabajo sin fin" los próximos cuatro años, además de "transparencia, responsabilidad, innovación, respeto y no dejar a nadie atrás". 

El entusiasmo de los espectadores se hizo notar incluso antes de arrancar el pleno de constitución de la nueva Corporación municipal. Con un "¡Viva el alcalde! ¡Viva Almuiña y su familia!" recibían al nuevo gobierno del PP, que gozará de una amplísima mayoría de 11 de los 17 concejales. 

El propio Almuíña ejerció como presidente de la mesa de edad al ser el mayor de los corporativos. El menor, el socialista Diego Álvarez Silva, fue el encargado de entregarle el bastón de mando tras la votación para elegirlo como alcalde. Contó con los 11 apoyos de los suyos. 

Ante la contundencia de los resultados electorales, "o pobo falou" , los dos portavoces de la oposición –el anterior alcalde socialista Carlos Gómez Prado y el portavoz del BNG, Iago Pereira– retiraron su candidatura a la Alcaldía y se abstuvieron. 

Tras jurar el cargo, Almuiña mostró su agradecimiento al partido, trabajadores del Concello, a los vecinos "por todo el apoyo y cariño" que le han mostrado, en especial a su familia: "a la persona más importante de mi vida, Mariló (su esposa), y a nuestros tres maravillosos hijos" y también a su pequeña nieta y a su madre. 

Prometió "abrir el Concello a la ciudadanía, desarrollar un urbanismo dirigido a las personas", potenciar actividades para todas las edades, crear viviendas para los jóvenes, nuevas o rehabilitadas, colaborar con la pesca y el marisqueo, desarrollar un turismo sostenible, poner en valor el legado cultural y presentar proyectos a otras administraciones. 

A su equipo le pidió trabajo, ilusión y sacrificio, "que tengan presente que son servidores públicos". Y cerró la sesión con un "¡Viva Baiona!".