El Celta busca un triunfo vigorizante

El Celta busca esta tarde un reparador triunfo de prestigio frente al Barcelona (Balaídos, 18.30 horas, DAZN) que revitalice al conjunto de Rafa Benítez en su lucha por la permanencia. El reputado entrenador madrileño, contratado el pasado verano a precio de oro para eludir en el temporada del centenario los agobios del último año, asume sin ambages que el destino de su equipo es, tras casi 40 millones de inversión en fichajes, batallar otro año por no ser uno de los tres peores equipos de LaLiga con la puntuación más baja que se recuerda entre los equipos que ocupan el furgón de cola. “Si no queremos ver que nuestra realidad es eludir el descenso nos equivocamos”, advierte el técnico que, pese a la dificultad del envite, ve el duelo de los azulgrana como una oportunidad de redención más que como un problema.

Benítez confía en que una victoria o al menos un buen resultado contra el Barcelona menos temible y más vulnerable de los últimos tiempos aplaque el descontento del amplio sector de la grada que pide abiertamente su cabeza y le de un impulso moral en vísperas de rendir visita al campo del Cádiz, su principal enemigo en la pelea por huir de la quema, al que mira de reojo desde semanas y que unas horas antes se enfrenta a Osasuna en El Sadar.

El azote de Ter Stegen

Fiel a su costumbre, el preparador celeste oculta sus planes. Se da por descontada la titularidad de Aspas, suplente ante Osasuna y Getafe y artífice de la reacción sin premio en el Coliseum. Pese a que el gol lo rehuye este curso, el moañés sigue siendo diferencial en un equipo que sufre en el juego posicional y necesita de su criterio en el último tercio del campo para marcar la diferencia ante un rival que se le da especialmente bien en un partido que todo el plantel afronta especialmente motivado.

Aspas y Larsen conformarán la punta de lanza de un once que probablemente mantendrá el esquema de tres centrales de las últimas jornadas. Benítez ve al equipo más protegido con defensa de cinco (dibujo que ya empleó con buen pulso en Montjuic) y tratará de exprimir sus opciones desde la seguridad defensiva y el contragolpe. La baja de última hora de Javier Manquillo por una sobrecarga de isquiotibiales retrasaría a Mingueza a la posición de carrilero derecho. Ristic se mantendría previsiblemente en el costado zurdo, con dudas de si Starfelt, desaparecido en los últimos partidos, vuelve al eje de la zaga junto a Unai y Carlos Domínguez o repite Tapia como central derecho. El peruano podría ser también opción para el medio campo, junto a Beltrán y Luca de la Torre, siempre que Jailson no repita como pivote.

Un invitado ilustre y generoso

Además de la baja por lesión de Manquillo, Rafa Benítez no pude contar con Carlos Dotor, aquejado de una pubalgia, ni con Jonathan Bamba, quien retornó ayer tarde a Vigo y estará esta tarde en la grada tras varios días de celebración por la consecución de la Copa de África. La buena noticia es que el preparador celeste recupera frente a los azulgranas a Williot Swedberg, ausente en los dos partidos anteriores debido a una rotura de fibras en el sóleo derecho.

El Barcelona se presenta mientras tanto en Balaídos descabalgado de la lucha por el título, herido por la pobre imagen ofrecida en el último partido en casa contra el modesto Granada (3-3), y con un ojo pendiente de su duelo del miércoles contra el Nápoles en la Liga de Campeones, única competición en la que aún sigue realmente vivo y en la que el club y la afición azulgrana tienen depositadas este curso todas sus expectativas.

Xavi mantiene frente a los celestes importantes bajas. Faltarán Gavi, Alejandro Balde, Ferran Torres, Joao Félix y Marcos Alonso y Sergi Roberto por lesión, mientras que Oriol Romeu ha entrado finalmente en la lista. No se espera que el preparador azulgrana introduzca demasiados cambios con respecto al once de las últimas jornadas. La principal duda es si el joven canterano Pau Cubarsí repetirá por cuarto partido o será Íñigo Martínez el que forme pareja con Ronald Araújo en el eje de la zaga.

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