Un verano para ilusionar al celtismo

El Celta cierra la pretemporada con una victoria ante el Compostela, la cuarta en los cinco amistosos disputados, sin conceder ocasiones de gol al rival - Aspas, Larsen y De la Torre fueron los goleadores

Aspas, que anotó su primer gol de este verano, remata a la portería del Compostela.  ANTONIO HERNÁNDEZ RIOS

Aspas, que anotó su primer gol de este verano, remata a la portería del Compostela. ANTONIO HERNÁNDEZ RIOS / J. Conde

El Celta cerró la pretemporada con otro triunfo y dejando buenas sensaciones ante el Compostela cuando restan cinco días para el comienzo de LaLiga ante Osasuna. A pesar de la diferencia de categoría (el rival juega en la Segunda RFEF), el equipo de Rafa Benítez mantuvo el orden táctico, controló en todo momento el juego y generó muchas ocasiones. Jonathan Bamba, en la primera parte, y Miguel Rodríguez, en la segunda, fueron cuchillos por las bandas para que Iago Aspas, Strand Larsen y Luca de la Torre anotasen los goles.

En el quinto amistoso del verano, que el Celta salda con cuatro victorias (Al Nasrr, Olympique de Lyon, Wolfsburgo y Compostela) y una derrota (Benfica), Benítez apostó por un once en el que mezcló titulares y suplentes. Prescindió de Iván Villar, único portero ahora mismo de la plantilla, reservó a Mingueza y apenas concedió media hora como segundo delantero a un Gabri Veiga por el que suspiran en Nápoles.

Con el control casi absoluto del balón, la primera parte tuvo como protagonista a Bamba. El costamarfileño se tomó muy en serio la cita ante un modesto rival. Desbordó, presionó en la recuperación y sirvió caramelos a sus compañeros desde la banda izquierda.

En una de esas acciones llegó el primer gol de Aspas en esta pretemporada. Bamba encaró, dribló, perdió la pelota, la recuperó, le dio pausa al juego antes de colar un pase medido al área para que Aspas controlase con el cuerpo y rematase con la derecha para superar al veterano Pato Guillén. El guardameta del Compostela había evitado antes un remate a bocajarro de Paciencia e impidió que el Celta se fuese al descanso con mayor ventaja en el marcador. En el área céltica no hubo noticias del equipo santiagués. Con Benítez, los rivales tendrán que esforzarse mucho para generar ocasiones de gol.

Un verano para ilusionar al celtismo

Bamba intenta superar a dos rivales. / J. Conde

Debutó como titular Dotor, en el doble pivote junto a Tapia. Dejó algún detalle de calidad el madrileño. El peruano, por su parte, ejecutó con maestría los pases a las bandas que exige el plan de Benítez.

Cokee, Kevin y Bamba fueron los únicos que continuaron en la segunda mitad. Aunque el ex del Lille se fue al banquillo a la hora de juego, después de que Larsen aprovechase un pase atrás del rival para plantarse solo ante la portería rival y enviar el balón pegado al palo.

Con el 0-2 a favor, el protagonismo del encuentro lo asumió un Miguel Rodríguez que reaparecía con Benítez tras el primer amistoso en el Algarve y una breve aparición con el filial mientras negocia la renovación de su contrato. El redondelano quiso lucirse en San Lázaro y demostrarle al entrenador que merece minutos en LaLiga. Se adueñó de la banda derecha y en una de sus arrancadas llegó hasta la línea de fondo, centró con la derecha cuando el balón aún rozaba la pintura y Luca de la Torre remataba a placer para sellar el triunfo del Celta.

Entonces sí, los de Benítez concedieron una ocasión de gol al rival, pero al centro desde la derecha no llegó a rematarlo Antón de Vicente, uno de los numerosos excélticos que han recalado en un equipo que aspira al ascenso de categoría pero que ayer sufrió porque este Celta crece desde la defensa, con mucha organización y presión. Apenas necesita cometer faltas para recuperar el balón.

Con el club cerrando las incorporaciones de un portero y un defensa central, Benítez ya tiene un once para el debut en LaLiga, a la que el laureado técnico vuelve tras su paso efímero por el Real Madrid.

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