Orbelín y el Celta se dicen adiós

El equipo vigués cierra la venta del atacante mexicano al AEK de Atenas a cambio de 6,5 millones y pone fin a su extraña etapa en Vigo, donde nunca se apostó de forma decidida por él

Orbelín Pineda, durante el partido de ayer con la selección mexicana. // EFE

Orbelín Pineda, durante el partido de ayer con la selección mexicana. // EFE / juan carlos álvarez

Juan Carlos Álvarez

Juan Carlos Álvarez

La historia de Orbelín Pineda en el Celta acabó antes de empezar. Ayer se escribió el episodio final cuando se cerró su venta al AEK de Atenas a cambio de 6,5 millones, una operación que deja en las arcas del club un considerable saldo positivo (llegó sin costar un euro con la carta de libertad en la mano) pero que deja en el aire la duda de qué rendimiento deportivo podría haberle sacado el club vigués a quien hace solo dos días fue elegido el mejor jugador de la Liga Griega la pasada temporada.

Mientras Orbelín Pineda participaba de la victoria de México sobre Haití en la Copa Oro el Celta y el AEK terminaban de intercambiar los documentos que desembocaron en el anuncio oficial del traspaso. Finalmente se impuso la voluntad del futbolista que pretendía seguir jugando en el conjunto ateniense a las órdenes de Matías Almeyda, el técnico que le reclamó personalmente con la promesa (cumplida) de sacar su mejor versión en el campeonato heleno. Durante las últimas semanas el Celta y el AEK han negociado los términos de un acuerdo que también venía condicionado por el interés del Panathinaikos (segundo clasificado de la Liga griega tras el AEK) que trató de hacerse con los servicios del futbolista. Llegaron a ofrecer una cantidad próxima a los ocho millones de euros, una cifra que el Celta aprovechó en la negociación con el AEK que arrancó las conversaciones ofertando apenas cuatro millones por el futbolista. Los dos clubes encontraron un punto de encuentro en los 6,5 millones por los que se ha cerrado la operación y que permitirán a Orbelín Pineda continuar su carrera en el campeonato heleno donde, entre otras cosas, tiene el aliciente de disputar este año competición europea e incluso tratar de clasificar a su equipo para la Liga de Campeones ya que va a disputar las eliminatorias previas durante el mes de agosto.

Este asunto deja sin embargo una extraña sensación en buena parte de los aficionados del Celta que sentían curiosidad de medir el potencial del futbolista en Vigo. Lo cierto es que después de su fichaje (se hizo en el mercado de invierno de la temporada 2021-22) nadie apostó de forma decidida por Orbelín en Vigo. Coudet le dio minutos residuales y no tardó en dejar claro que no era un futbolista que le llenase. Tampoco Luis Campos, que llegó a la dirección deportiva del Celta poco después, lo consideró parte de su proyecto. Con ese panorama el equipo vigués le buscó destino el pasado verano y encontró en el AEK un destino perfecto por la presencia allí de Matías Almeyda que le conocía bien cuando ambos coincidieron en México. Su temporada de cesión en la capital griega ha sido extraordinaria: mejor jugador del campeonato, doblete de Liga y Copa, diez goles, media docena de asistencias...No era de extrañar que el AEk quisiese quedárselo en propiedad. Faltaba por saber el punto de vista del Celta que finalmente ha priorizado el ingreso económico y tampoco ha encontrado una voz a la que aferrarse para hacer una apuesta por el mexicano. Rafa Benítez, que desde hace días ya participa activamente en la configuración de la plantilla, dio también el visto bueno para la salida de Orbelín que ayer cerró para siempre su etapa en el Celta. Y poco menos que sin empezarla.