Miguel llama a la puerta de LaLiga

La joven perla de la cantera lidera la reacción del Celta en el Sánchez Pizjuán con la personalidad de veterano y se estrena como goleador en Primera | “El entrenador me pidió que encarara y chutara y le hice caso”

Miguel Rodríguez felicita a Paciencia tras lograr el portugués el gol del empate en el Pizjuán. // LOF

Miguel Rodríguez felicita a Paciencia tras lograr el portugués el gol del empate en el Pizjuán. // LOF / j. bernardo

A falta de Gabri Veiga, sancionado por ciclo de tarjetas, el Celta tiró de Miguel Rodríguez, otra de las perlas de su cantera, para desatascar en el Sánchez Pizjuán un partido que al grupo de Carvalhal se la había atragantado en su superioridad numérica y el joven delantero redondelano cambió al poco de ingresar en el campo cuando la derrota se daba ya por segura. Acuña acababa de marcar el segundo de un Sevilla que jugaba con 10 desde el minuto 20 por expulsión Pape Gueye y el encuentro se consumía hacia un penoso desenlace en medio de un ejercicio de impotencia del conjunto celeste. Miguel apareció entonces para convertir una dejada de Larsen en uno de esos goles suyos desde fuera del área con los que tanto se prodiga con el filial, ajustando el balón al palo corto con un tiro raso imposible para el portero. El tanto despertó al Celta, que se volcó sobre el portal de Dmitrovic, en busca del empate. Lo encontró, casi sobre la bocina, Paciencia, que niveló el choque con un testarazo memorable.

Como Veiga hace unos meses, Miguel se abre paso empellones en el primer equipo. La Primera Federación se le queda pequeña. El redondelano debutó con el primer equipo hace dos temporadas de la mano de Óscar García, pero no tuvo luego continuidad con Coudet, que solo le dio un par de minutos, también en el Pizjuán, en su estreno al frente del banquillo celeste. Miguel ha brillado con el filial, del que fue máximo goleador el pasado curso, por delante de Veiga y del que es segundo máximo artillero esta temporada tras Iker Losada. Tras varias convocatorias sin minutos, Carvalhal le ha dado la oportunidad en un momento de dificultad y el chico ha respondido a lo grande. “Estoy viviendo un sueño”, confesó sobre el césped del Pizjuán el canterano tras estrenarse como goleador en LaLiga con el Celta, “el equipo donde siempre quise estar desde pequeño luchando porque llegase esa oportunidad”. Todo su precipitó casi sin que se diese cuenta. “Al principio pensé que no había valido. Pero me dije: ‘Está todo el mundo en silencio, no sé que pasó aquí’. Me fui corriendo vi que todo estaba perfecto y lo celebré con mucha euforia”, rememoró.

Miguel explicó que hizo exactamente lo que Carlos Carvalhal le pidió cuando le anunció que iba a saltar al campo. “Me dijo que estuviese abierto a banda, que encarara y que en cuanto pudiera que golpeara, que chutara a puerta. Le hice caso y, al final, tuve la oportunidad y entró”, desveló a los micrófonos de Movistar LaLiga el canterano, que dedicó el gol a su familia: “Le di las gracias a mi familia porque al final son los que siempre estuvieron ahí, a mi novia, a los que están todos los días conmigo. Muy contento y a dedicárselo a ellos”.

Miguel hizo referencia también a la dificultad de un partido que se le atascó al Celta, pero que también tuvo la virtud de pelear hasta el final. “Tuvimos que darle duro aunque ellos estuvieran con 10 porque al final es un rival complicado, un campo que aprieta y se nos ponen por delante pero confiamos hasta el final y pudimos darle la vuelta”, celebró.

El joven delantero mostró, en todo caso, orgulloso de haber contribuido a la consecución de un valioso punto cuando menos se esperaba. “Estaba preparado. Estuve entrenándome con ellos para cuando me dieran la oportunidad. Pude ayudar con un gol, mi primer gol con esta camiseta que es un orgullo tremendo, y hasta el final”, declaró el punta a Celta Media.

Paciencia: “Hice lo que el me pidió el técnico”

Gonçalo Paciencia fue el otro inesperado protagonista de la asombrosa reacción del Celta en el Pizjuán. El delantero portugués estableció el empate en el descuento con su segundo gol en Laliga aprovechando los contados minutos que Carlos Carvalhal le está concediendo en los últimos meses debido a su bajo tono físico. Unos minutos antes de marcar, Paciencia estrelló un balón contra la madera y tuvo tras anotar el gol del empate una última oportunidad al rematar a las manos de Dmitrovic un buen centro de Javi Galán al cogollo del área sevillista. “Tuve la fortuna de hacer el gol, pero con uno menos le regalamos espacios y nos metieron un gol. Nos quedamos con las ganas de ganar, aunque no aprovechamos jugar con uno más. Nos costó, pero el Sevilla lo hizo bien”, comentó el punta luso a la conclusión del choque. El del Pizjuán es el segundo gol de Paciencia con el Celta esta temporada en LaLiga. El primero lo anotó el artillero en el duelo inaugural de la temporada en Balaídos contra el Espanyol, también con un gran remate de cabeza. El exjugador del Eintracht marcó también un gol en la Copa del Rey, al Espanyol, pero no sirvió a los celestes para pasar una eliminatoria que el conjunto perico se llevó en la prórroga (3-1). Pese a haber marcado solo dos goles, Paciencia presenta el cuarto mejor registro goleador del Celta en relación a los minutos que ha estado sobre el campo tras Iago Aspas., Gabri Veiga y Seferovic, si bien el portugués no había jugado hasta el viernes en Sevilla más de 10 minutos seguidos en los últimos 10 partidos. En Sevilla, el punta luso jugó poco más de media hora, pero en los tres partidos anteriores apenas contabilizaba un total de 10 minutos (5 frente al Almería, 3 contra el Espanyol y 2 ante el Rayo). Paciencia necesita 219 minutos para marcar, por los 201 que precisa Seferovic, mientras que Larsen ha necesitado 640 para marcar 2 goles.

Suscríbete para seguir leyendo