Entrevista | Rubén Blanco Portero del Olympique de Marsella

“Yo estoy enamorado del Celta”

El mosense se siente feliz de su experiencia en el Marsella y afirma sobre el club celeste: “Hemos tenido que separarnos durante un tiempo. Era lo mejor para todos”

Rubén Blanco, en un entrenamiento con el Olympique.

Rubén Blanco, en un entrenamiento con el Olympique. / OM

Apenas había cumplido 17 años cuando se convirtió en el héroe de la salvación del 4%. La portería del Celta debía ser suya en propiedad. Diversos factores, como las lesiones, han obstaculizado su continuidad y en la pasada campaña Coudet apostó por Dituro. Blanco acordó este verano, antes incluso de la llegada de Marchesín, su cesión al Olympique de Marsella. Pero antes prolongó su contrato hasta 2027. La portería de Balaídos le sigue aguardando.

–¿Cómo le van las cosas en Marsella?

–Pues muy bien, estoy muy contento. La calidad de vida es fantástica. La liga, que ahora empieza a ser un poco conocida en España, es espectacular. Y el club, ya todos los conocemos... Es un grandísimo club, con una afición tremenda, y un campo y una ciudad deportiva que son una pasada.

–¿Se está entonces adaptando bien?

–Sí, sobre todo porque tenemos un grandísimo vestuario. Todo el mundo me ha acogido fenomenal. Tuve la fortuna de empezar jugando, lo que siempre ayuda para coger confianza e integrarte. Y en cuanto a la vida, mi pareja y yo hemos tenido mucha suerte. Yo tenía un poco de miedo porque nunca había salido de casa, a otro país, a otra cultura. La verdad es que es una zona espectacular de Francia, muy mediterránea, y la comida es semejante. El mayor inconveniente es el idioma.

–¿Le está suponiendo el idioma alguna dificultad para desenvolverse en el fútbol?

–En el fútbol es más fácil porque es más universal. Todo el mundo habla inglés y hay mucho español en el vestuario. El día a día resulta más complicado, pero estoy asistiendo a clases de francés. Al convivir e ir cogiendo la entonación lo voy pillando. Ya entiendo casi todo. Es mi primera experiencia fuera de casa, tanto futbolística como personal, y estoy encantado.

–¿Qué diferencias encuentra entre la competición francesa y la española?

–Sobre todo, que es una liga muy física, con muchísima intensidad. Hay mucha calidad, por supuesto, pero el mayor cambio que noté es el físico. Los jugadores son verdaderos atletas. No digo que no lo sean en la Liga española, pero la Ligue 1 se parece más a la Serie A o a la Premier. Hay mucha intensidad, mucho ritmo, y también se juega muy bien al fútbol.

“La Ligue 1 es una liga muy física, con mucha intensidad. Los jugadores son atletas”

–Es decir, que LaLiga es más técnica y la Ligue 1, más física

–Sí, en España o en el Celta tenemos gusto y ese buen trato por el balón. Apostamos por la posesión. Si no se encuentran espacios, se aprieta al rival. Aquí también pero el juego es más vertical, más directo. Los equipos no son contemplativos con el resultado. Bueno, la liga española también está cambiando hacia partidos muy verticales, con mucha intensidad, con mucho ritmo y muy físicos.

–Ha fichado por uno de los grandes equipos de Francia. Al Marsella se le exigen títulos o, como poco, la clasificación para Champions. ¿Nota esa presión extra?

–Hombre, aquí está el PSG, que posee muchísimo dinero y ficha a los mejores del mundo, pero históricamente el Marsella es el más grande. Sí que es cierto que la exigencia es enorme y me estoy dando cuenta de lo difícil que es pelear por un título. No puedes fallar. Tienes que ganar, ganar y volver a ganar. Parece fácil para equipos como el Real Madrid, el Barça o el Atlético, pero no es nada fácil.

–En el Celta ha vivido la presión por salvar la categoría. ¿Es más dura la presión de pelear por un título que la de luchar por salvar el pellejo?

–Son situaciones diferentes. Me parece más complicado jugar un partido por salvar la categoría por todo lo que conlleva para el equipo, la estructura, el club, la afición, la ciudad, los trabajadores que no son futbolistas... También es cierto que ganar todos los fines de semana para optar a un título pensaba que era más fácil de lo que realmente es. Pero personalmente creo que es más difícil para un jugador pelear por no descender.

“La cesión seguramente fue un riesgo, pero ya he jugado tres partidos más que la temporada pasada”

–Se ha ido a un equipo más importante que el Celta para disputar la titularidad a un competidor tan duro como Pau López ¿No ha sido una apuesta arriesgada? ¿No habría sido más fácil quedarse para disputar el puesto en el Celta aun sabiendo que iba a estar en desventaja?

–Bueno, la realidad es que hasta ahora nunca me había planteado salir del Celta. La pasada temporada no resultó fácil para mí y tomé la decisión que creía correcta en ese momento. Estoy superagradecido al club porque me respetó y me dejó salir antes de haber firmado al nuevo portero. Si es la decisión correcta o no pues...

–No le pregunto si es la correcta. Entiendo que si la toma es porque considera que es la correcta. Digo si no fue una apuesta demasiado arriesgada.

–Sí, pero era lo que me apetecía en este momento y creo que ha sido lo mejor para mí. Me apetecía conocer otra liga, vivir la experiencia de jugar en un club con el Marsella, tener la oportunidad de jugar una competición como la Champions... Me estoy dando cuenta de que es muy bonito vivirla y estoy encantado. ¿Cómo la afronto? Pues muy ilusionado. ¿Fue un riesgo? Seguramente, pero ya he jugado tres partidos más que la pasada temporada. No fue una decisión fácil, pero estoy encantado.

–Que el Marsella dispute varias competiciones imagino que supone un estímulo a la vez que una oportunidad de tener minutos

–Sí y hasta ahora he tenido ya la oportunidad de jugar algunos partidos. Estoy entrenándome muy bien, estoy compitiendo por el puesto con un gran portero y tengo esperanzas de debutar en la Champions, que sería muy especial para mí. Así que estoy encantado y, como he dicho, muy agradecido al Celta por facilitarme las cosas.

EL PORTERO RUBEN BLANCO EN SU DEBUT EN UN AMISTOSO CON EL EQUIPO DEL OLYMPIQUE DE MARSELLA, AL QUE LLEGO CEDIDO DEL CELTA.

Rubén Blanco en su debut con el Marsella / OM

–¿Sopesó en algún momento la opción de quedarse, de disputar la titularidad aun sabiendo que iba a estar en desventaja?

–Aunque parezca peculiar, en ese momento intentaba no pensar mucho. Cuando no juegas, intentas centrarte en el día a día, en intentar competir con Mati [Dituro] y ponerle las cosas difíciles al míster. Luego vino el verano, llegó la posibilidad del Marsella, hablé con el club y decidimos que lo mejor era prorrogar el contrato y tomar la decisión de salir. Surgió así.

–¿Lo habló también con Coudet?

–No, con el club; con Coudet, una vez que prácticamente estaba todo cerrado. A mí me gusta ir de cara, aunque imagino que él ya estaría informado de todo. Hablé con él, me deseó suerte y poco más.

–¿Ha hablado con él después? Al fin y al cabo, usted todavía tiene contrato en vigor con el Celta

–Sí, cuando tuvimos el parón de LaLiga me pasé por la ciudad deportiva y charlé un rato con él. Fui a visitar a los compañeros y a los muchos amigos que tengo aquí. Lo saludé y hablamos un poco, pero de nada en profundidad.

–¿No le dio un poco de rabia haberse pasado en el banquillo justo el año que no tuvo ninguna lesión?

–No le he dado muchas vueltas a eso, la verdad. Las lesiones ocurren y te puede pasar en un partido o en un entrenamiento. No lo pienso. Con la edad el cuerpo se va asentando. Soy consciente de que con buena alimentación y todo eso el riesgo se reduce. Pero hay lesiones que son evitables y otras, no. No pienso mucho en las lesiones. Asumo que soy propenso a ellas e intento reducir las posibilidades de que sucedan en lo que está en mi mano.

–¿Qué le ha aportado salir cedido profesional y personalmente?

–Pues crecimiento, seguro, porque nunca había salido de casa. Profesionalmente, consiste en ver otras cosas, competir con otros compañeros, experimentar otra liga, vivir la Champions... Y en lo personal, aunque suene a tópico, salir de mi zona de confort, de una vida muy cómoda, para salir de casa. Estoy muy contento con mi decisión.

–¿Cómo está viendo al Celta?

–Lo sigo con mucha atención. En el último partido en Valladolid coincido con lo que dijeron Hugo y el Chacho. Tuvimos el infortunio de que nos metieron el primer gol sin hacer prácticamente nada, en un rebote de un tiro desde fuera el área. Luego el equipo se repuso muy bien, tuvo el partido controlado con el 1-1 y estuvo cerca del 1-2. Nos metieron el segundo y a partir de ahí el partido se abre para ellos. Fue un resultado feo, pero no creo que haya que quedarse solo con eso. Están teniendo buenos minutos en todos los partidos, en una línea semejante a la del año pasado, pero les está faltando esa contundencia en las áreas que se tenían hasta ahora. En cuanto empiecen a estar un poco más acertados en las áreas van a empezar a sumar de tres en tres y luego encadenar victorias, que es lo que realmente te hace escalar posiciones en la tabla.

–¿No cree entonces que el Celta se vaya a meter en problemas?

–Bueno, nunca se sabe. El fútbol no tiene una explicación lógica. Yo creo y espero que no. Yo todavía soy jugador y aficionado del Celta. Siempre lo fui, pero ahora más. Me duele cuando no salen las cosas o se pierde un partido. Aparte de compañeros, tengo amigos en el equipo. Yo creo que no se meterán en problemas. Desde fuera, sin saber más, lo que veo es un equipo que necesita un poco más de tiempo o ese clic que le haga confiar y ser constante en el juego.

–Tiene contrato hasta 2027 ¿Cuáles son sus planes de futuro? ¿Quiere prolongar más tiempo esta aventura? ¿Volverá el próximo curso para disputar el puesto?

–Ahora mismo pienso en el siguiente partido con el Marsella.

–No se me vaya por las ramas

–Como dije, no lo pienso mucho porque no me gusta hacer suposiciones de futuro. Yo estoy enamorado del Celta, que es el equipo que me ha dado todo. En este momento hemos tenido que separarnos por un tiempo. Era lo mejor para todos, pero sí que cada partido con el Celta ha sido para mí una pasada. Lógicamente mi corazón siempre va a ser celtista, aunque también es cierto que un cachito está aquí en Marsella por lo mucho que me están dando este club y esta ciudad.

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