Rubén Blanco está a un paso de convertirse en nuevo jugador del Olympique de Marsella. El Celta y el club francés ultiman el acuerdo por el que el meta de Mos jugará cedido en el conjunto de la Costa Azul.

La operación se aceleró en los últimos días después de que Rubén firmase la ampliación de su contrato, condición imprescindible que el Celta ponía para su salida. Consciente de que jugar con Eduardo Coudet lo tenía realmente complicado, el guardameta gallego había tomado la decisión de salir de Vigo y abandonar temporalmente su hogar para dar un empujón a su carrera. Pero antes de abrirle la puerta de salida el Celta necesitaba que extendiese su contrato como finalmente ha hecho hasta 2027. Y entonces se intensificó la búsqueda de un destino para él. Es verdad que el Celta supeditaba el proceso al fichaje de un portero que ocupase su lugar en el primer equipo, pero por el camino las conversaciones entre el Olympique y el Celta han ido prosperando y con seguridad el de Mos se unirá en los próximos días a la disciplina del conjunto francés en calidad de cedido. El Olympique se hará cargo de la ficha del gallego.

En Marsella Rubén Blanco deberá competir con otro español por la titularidad. El Olympique acaba de pagar doce millones por Pau López, que llega al Velodrome procedente de la Roma, y que supondrá una exigente competencia para Rubén. Pero el guardameta ficha por un equipo con aspiraciones que esta temporada jugará también la Liga de Campeones y teniendo en cuenta que en Francia también hay Copa de la Liga parece que oportunidades puede que no le falten durante la temporada.

En el otro lado del acuerdo, el Celta se quedaría solo con Iván Villar para defender su portería a la espera de que llegue el ansiado portero que ha pedido Coudet y que el Celta tiene claro que debe contratar. De hecho, en estos momentos la duda –cuando sea oficial la salida de Rubén– es si se contratará a uno o dos porteros durante este verano. Por ahora el Celta centra los esfuerzos en asegurarse al primero de ellos y ahí sigue esperando a que Neto se desligue del Barcelona. El brasileño y el club azulgrana no se están concediendo muchas facilidades para el acuerdo. Y el Celta espera porque Neto había decidido jugar en Vigo, pero todo sigue en función de las condiciones en que las haga que serán decisivas para saber si en Vigo pueden acometer ese fichaje.