Gonçalo Paciencia ha confirmado de viva voz lo que ya se había anticipado en los últimos entrenamientos. El ariete portugués podrá jugar contra el Betis: "Estoy bien ya. Estoy entrenando con el equipo. Buenas sensaciones. No tengo problemas. Estoy listo para ser una opción más y ayudar al equipo. Me siento muy bien".

El jugador se lesionó el 30 de agosto. Notó un pinchazo en los isquios durante un partidillo y sabiendo que se trataba de una rotura fibrilar, descargó su rabia con un puñetazo a una pared que le fracturó el cuarto y quinto metatarsiano. Paciencia explica aquel torbellino de emociones: "Vine al Celta, llegué, hice dos goles contando el amistoso. Todo fue tan rápido. Tengo muchas ganas de ayudar y de triunfar aquí. Me frustré un poco. Fue lo que pasó. Es normal. Me gusta jugar al fútbol, estar con el equipo, ser protagonista. Cuando no lo tengo es quitarme algo que me da la vida, que es el fútbol. Por la mano ya hubiera podido jugar al día siguiente. Por la pierna he tenido que esperar un poco más".

Detalla más ese instante de furia y lo explica desde el buen humor: "Los futbolistas conocemos las señales del cuerpo. Sentí una picada. Me cabreé un poco. Camino del vestuario le pegué a una pared. Pensé que era una pared falsa. No lo era. Puede pasar. Recibí muchos mensajes de gente que le pasó lo mismo. Mi forma de reaccionar a los problemas fue esta. Refleja las ganas que tengo de triunfar y hacer goles. Voy a ser egoísta: tengo muchas ganas, más que todos. Otro dirá que tiene más que yo. Tengo una cicatriz y una historia que contar", sonríe.

La lesión muscular no fue casual. Había estado notando molestias durante varios días. "No hice bien la pretemporada. En Frankfurt ya estaba para salir. Cuando es así, el equipo se aparta un poco del jugador. En un lugar, Liga y entrenador diferente, un jugador lo siente", plantea. "Ya en el partido contra el Real Madrid estaba así desde los primeros minutos. Sentí un poquito. No pensaba que fuese malo. En Girona no me sentí bien. No entrené tanto esa semana. Es normal. Todo cuenta cuando cambias el entrenamiento, el entusiasmo, la atmósfera… Estoy aquí y es lo más importante".

El delantero ha acelerado los plazos previstos. Debían ser seis semanas de convalecencia. Pese a su rápida evolución, la situación ha cambiado. Cuando se lesionó, el Celta ni siquiera había fichado a Larsen. El noruego lo espera asentado en la titularidad. "En todos los clubes he tenido competencia, grandes jugadores a mi lado", acepta Paciencia. "Hay momentos para todo. Es un equipo. Somos 25. Todos tendrán sus momentos. La competencia es importante para que el nivel del equipo suba. Necesitábamos un delantero más para esa competencia, para tener un cambio, para que el entrenador tenga más opciones". Se declara dispuesto "a pelear por la posición, con respeto, con amistad. Él ha entrado muy bien. Ha tenido sus momentos. Vamos a pelear. Es normal".

En la portería del Betis aguarda Rui Silva, a quien Paciencia conoce bien: "Fue compañero mío en la selección y desde chicos. Somos de la misma ciudad (el céltico es de Oporto; el bético, de Aguas Santas, en el extrarradio)". Matiza que su ilusión es "también por volver, por jugar, estar el día del partido, prepararse, poder estar en el campo. Estoy como cuando llegué, con muchas ilusiones y ganas. Por eso intenté recuperarme lo más rápido posible".

"No es más ni menos que lo que hice cuando llegué, intentar ayudar al máximo al equipo", comenta sobre su planteamiento en lo que resta de temporada hasta que la Liga se detenga. "Lo hice cuando tuve mis oportunidades. Son once partidos hasta el Mundial. Tenemos esa meta. Después hay un parón. Debemos darlo todo".

"Veo al equipo bien, confiado con el balón. Es mantener la actitud que hemos tenido y esa personalidad en el campo", evalúa. "Atlético y Valencia fuera, Madrid en casa… Perdimos esos partidos pero hemos tenido buenos momentos. Hay que mirar hacia delante. Confiamos en nosotros. Tenemos buena calidad. Hemos demostrado que podemos hacer algo más. Debemos creer en las cosas buenas".

Paciencia, en el partido contra el Real Madrid. ALBA VILLAR

Uno de los grandes interrogantes es si él y Larsen, nueves puros, pueden actuar juntos. Paciencia considera que es posible, aunque aceptando que de entrada ambos compiten por el puesto de acompañante de Aspas: "Estamos tres o cuatro adelante con Miguel, que entrena con nosotros. Todos podemos jugar juntos. El entrenador tiene que decidir. Iago es fantástico. Cuando está bien nos ayuda mucho. El que juegue debe ayudar como lo hace Iago. Pero todos pueden jugar. Somos un buen equipo de Primera. Todos tenemos calidad. Seguro que habrá momentos en que juguemos los dos. Lo puede pedir la táctica del partido".

"Sientes que jugadores como Iago son especiales, competitivos", dice del astro moañés. "Cerca del área siempre puede hacer daño. Todo es con intención. Todo es diferente. Cuando ha metido tantos goles en los últimos años en España, nada malo se puede decir. Está demostrando de nuevo que es especial. Nos adapta, nos ayuda. Es un placer tenerlo todos los días, igual que con Hugo, con los capitanes. Se aprende siempre un poco más. Un jugador nunca está completo. Aprendo con él como él aprende con nosotros".

Paciencia se expresa en castellano durante toda la rueda de prensa. Revela: "De los 3 a los 5 años estuve con mi padre con Tenerife. Siempre he mantenido contacto con gente de España que jugó con mi padre y siempre he tenido mucha relación con España de vacaciones, de amigos que nos visitan… Y en los clubes siempre tuve compañeros españoles, uruguayos, argentinos".

De igual manera constate una relación con el Celta que precede a su fichaje: "Siempre fue un club que me llamó la tención por sus jugadores, como Mostovoi, McCarthy, Iago en los últimos años. Son jugadores que te llaman la tención para ver los partidos. La identidad y las características del club siempre me llamaron la atención. En los últimos años siempre han intentando jugar a fútbol. Cuando estaba en Oporto siempre venía a Vigo, a comer, a pasar el día. Unzué era muy amigo de mi padre y cuando llegó aún lo seguí más todavía".