En ocasiones el silencio puede resultar expresivo. Nada se ha dicho y nada se ha oído en la cúpula de Príncipe sobre la posible contratación de Luis Campos por parte del Chelsea ni en qué medida tal maniobra afectaría a su relación con el Celta. Nada ha dicho el ejecutivo portugués al respecto y nada se espera que diga. La directiva celeste confía ciegamente en que la relación proseguirá, al menos hasta verano, y ya Carlos Mouriño anticipaba la semana pasada: “Luis no quiere proyectos largos, pero me encantaría tenerlo dos o tres años”.

El presidente del Celta fue uno de los que asistió a la conferencia de Campos este martes, en el salón regio de A Sede. Compartía Mouriño primera fila con el director general, Antonio Chaves. Ni un atisbo de duda en el embeleso de su mirada mientras Campos disertaba con Carlos Hugo García Bayón. En esas horas ya era noticia a nivel europeo, originada en la prensa inglesa y enriquecida por la prensa francesa, que el nuevo director general del club londinense, Todd Boehly, ha ofrecido al portugués un sueldo de ocho millones de euros. Quiere que él dirija la reconstrucción de la plantilla en los mercados de invierno y verano de 2023, con un presupuesto de 300 millones a su disposición. Jim Ratcliffe, dueño del OGC Niza y uno de los candidatos a comprar el Manchester United, también se ha fijado en Campos.

El luso no parece querer implicarse en ningún club como director deportivo en este punto de su carrera. Prefiere el papel de asesor externo. Se garantiza por cláusula poder compaginar un máximo de tres clubes. El Celta apenas se menciona de pasada en las informaciones. Se le considera compatible, salvo presiones de exclusividad. Es la convivencia entre un gigante de la Premier y el PSG la que se considera imposible. Esa misma teoría tienen en Vigo.

En todo caso, Campos no habló del asunto el martes, antes de emprender viaje a Israel. Ya tampoco trasladó en verano ningún tipo de requerimiento cuando el PSG lo presionó para que dejase al Celta. En público, a las cámaras de Celta Media, Campos explicitó además su amor: “Vigo es parte de mi infancia y estoy contento de que ahora, que soy mayor, también sea parte de mi vida”.